Realeza Atlante: Prenumfa

Capítulo 10: Soñar un recuerdo

—¿Dónde estoy? —fue lo primero que dijo Atlas apenas observó su panorama.

Una celda, allí se encontraba.

—Blue—llamó volteando a todas partes hasta que dio con el espejo que estaba detrás de él.

Lo que vio lo dejo petrificado, era él, hace siete años. Estaba viendo en el espejo a su yo del pasado.

Y entonces lo supo, estaba en la celda en donde lo mantuvieron antes de desterrarlo, pero ¿Por qué soñaba eso? ¿Por qué recordaba ese trágico día?

Observó de nuevo su alrededor, una cama en la esquina derecha resaltaba, había paredes a ambos lados y una gran reja le daba vista a las demás celdas las cuales no estaban ocupadas, en la esquina izquierda un pequeño cuarto de baño y fuera de este un lavabo con algunos artículos de higiene. A pesar de la tecnología, ese estilo de celda les recordaba como era su pasado y prefirieron mantenerlo así.

De pronto vio entrar a un artense de ojos verdes, el abogado, el rey y algunos guardias, eso significaba que todo estaba teniendo su curso normal.

—Atlas lo que hiciste es un crimen que se castiga—mencionó el rey con mirada seria.

«Esto es un sueño» repitió en su mente.

—¿Mataste a tus padres? —preguntó el abogado.

Sabía lo que diría “no”, no lo dijo, pero para ellos fue como si lo dijera.

—Miente—acusó el artense.

—¡Eres un asesino! —gritó uno de los guardias.

¿Por qué estaba recordando eso? Luchó por años para que no lo atormentaran esos hechos. ¿Por qué ahora? Justamente cuando estaba en Atlantis para salvar a una de las personas que estaban en su sueño.

«Sueño» resaltó en su mente. «Si es un sueño, puedo hacer lo que quiera» pensó. Lo que no tomaba en cuenta era que soñaba un recuerdo y sabría cosas que nunca notó.

La puerta de la celda detrás de todos los presentes llamó su atención, estaba abierta; podía salir de allí.

Lo hizo. Los demás siguieron el curso del recuerdo. Fuera de allí, a pesar de pensar que saldría a la “cárcel” no fue eso lo que vio.

Se encontró en un panorama totalmente distinto. Estaba encerrado en una especie de domo que, por su estructura transparentosa, pero con pequeños destellos de color supo que era un campo de fuerza de los Artenses. Pero parecía tener dentro una ilusión que lo hacía ver una realidad falsa.

Ahora las palabras de Blue tenían sentido. Una parte de lo que creía que había pasado no era cierta.

Su mente le mostró una parte, pero ese recuerdo era más complejo de lo que sabía.

Del otro lado del campo podía ver una persona de espalda a él, sentado frente a una computadora, lo monitoreaba y seguramente él era responsable de lo que dentro se manifestaba.

El espacio era exactamente igual que en el que se encontraron a los reyes solo que en vez de dos solo había un domo o aparato, como se llamara.

Ahora estaba confundido.

De un momento a otro, la puerta de la habitación se abrió y entró Azzú. Obviamente más joven de cómo era ahora.

Azzú sabía que estaba allí dentro, lo supo cuando se dirigió al hombre frente la computadora.

—¿Funciona? —le preguntó.

—Sí. Pero hay dos detalles que no consideré antes—informó.

—¿Cuáles? —exigió.

—Primero, en vez de lo que queríamos, pensará que se le inculpo. Su cerebro se niega a creer que él los mató por eso las ilusiones quedaran en su memoria de forma diferente.

—No importará si para el juicio no dice nada—resaltó Azzú.

—No dirá nada—aseguró el hombre.

 —¿Y lo otro? —preguntó.

—Sabe que es lo que está pasando. Está percibiendo las dos situaciones, lo que pasa dentro del aparato y lo que pasa afuera. Sabe que estamos teniendo esta conversación…

Un golpe seco en la mesa por parte de Azzú calló al hombre.

—Te di un trabajo—comenzó a decir—¡Un solo trabajo! ¡Y lo arruinaste! —concluyó mostrando su furia.

—Reinol tranquilícese, no es todo—pidió—. Su mente sabe que está en ambas situaciones, pero solo mostrará una, es decir Atlas recordará solo lo que las ilusiones hagan. Lo que no sabrá es lo que pasa fuera, aunque si lo perciba.

—¿Y puede hacer que su mente le muestre todo? —preguntó el reinol más relajado.

—Sí, pero es casi imposible. Para hacerlo, debe ser consciente de que lo que vivió no es como el cree, entonces tal vez con poca probabilidad recuerde todo completamente—Explicó.

«Y yo soy el monstruo» se dijo. 

—Clifford lo matará así que no habrá de que preocuparse—Aseguró Azzú.   

—Señor ¿Por qué hace esto? —le preguntó el hombre

—No deshonraré a mi familia—Se limitó a decir —No otra vez.

Un olor muy fuerte llego a su nariz y lo hizo despertar.

Lo primero que vio ahora que ya había despertado fue la cara de Lance, quien sostenía un trapo que seguramente estaba bañado en xett, la sustancia que momentos antes Blue había usado para despertarlo a él.

—Te desmayaste—le explicó.

—¿Estás bien? —le preguntó Blue al notarlo con la mirada ausente, ella estaba detrás de Lance.

Al final su plan de dormir fue aún más efectivo… y revelador.

—Tenían razón—concedió con la extraña paz que de repente sentía. —. Azzú me metió en una de esas cosas, no tengo muy claro el por qué, pero era él. Azzú esta detrás de todo esto.

—Hay que estar seguros Atlas—protestó Blue.

Azzú había sido su mentor años atrás y a sus ojos era incapaz de cometer atrocidades como las que su amigo decía.

—¿Entonces por qué me envió aquí? —apoyó Lance—¿Por qué elegiría a un novato para resguardar criminales y no a un guardia verdadero?

Blue miro con incredulidad a Lance.

«¿Por qué lo apoya? Está desterrado» pensó. En su cabeza tenía sentido que Atlas estuviera en contra del Reinol porque él creía que él estaba detrás de todo, pero ella creía que una persona con el poder y reputación de Azzú Livinn no necesitaba de ese tipo de tácticas, además ¿Para qué?



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En el texto hay: atlantida, realeza, atlantis

Editado: 15.09.2020

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