Rebel Girl

Prólogo

Se que todo el mundo está esperando una gran historia detrás de mis problemas económicos y el que solo tenga a mi madre al lado. Se preguntarán ¿Su padre fue a la cárcel? ¿Su padre la abandonó? ¿Su padre fue un abusivo? Para todas esas preguntas, no.

Mi padre es un idiota que le gusta complacer a su nueva mujer demasiado, y de tanto que gasta llega a agotar todo el sueldo de su pobre tarjeta de crédito. No es que sienta pena por el, si soy sincera, es por la tarjeta. Casi no lo veo pero como su presencia en mi vida siempre fue mínima, no me afecta en nada.

Los problemas económicos que tengo es gracias a que mi madre perdió su empleo y mientras busca uno nuevo, pues, tengo que arreglarmelas como pueda para ayudarla.

Mi rutina, es despertar con un aliento pésimo y que asesinaría a alguien en cuanto lo oliese. Levantarme de la cama, darme una ducha rápida. Coger mi chaqueta de cuero de hace 2 años, quien posiblemente me acompañase un largo tiempo mas junto con jeans agujereados y salir directa al instituto.

Pronto recordaría que se me olvidan las llaves, así que estaría 30 minutos gritando afuera de mi hogar directo hacia el portón. Haciendo que mi madre tuviera que salir de su hipnotizacion que tenía con su telenovela favorita para devolverme las llaves, despidiéndose cerrando con un portazo la puerta en mi cara.

Vería que se me hizo tarde para el autobús que lleva directamente al instituto y me resignaria, tomando un cigarrillo del bolsillo de mi chaqueta mientras pienso en que tendré que caminar bastante y que aguantar gritos de los profesores de que fuera más responsable haría que me pusiera de peor humor.

Prenderia el cigarrillo, caminando unas cuadras sola, un idiota intentaría acercarse con una actitud sumamente asquerosa y degradante. Por lo que antes de que me toque, le lanzaría gas pimienta en su cara. El idiota se retorceria y yo saldría tranquila mientras veo una figura familiar a la distancia.

Me encontraría con mi mejor amigo, que diría que vio la tremenda golpiza que le di a ese tipo, me halagaria y yo me quejaría en broma que no me haya ayudado. Por qué en verdad no necesito ayuda para defenderme y el lo sabe, tanto que si hace una broma muy idiota lo primero que haría es proteger sus bolas porque conmigo estarian en riesgo.

Nos iríamos caminando el camino restante hasta nuestro lugar de estudios, le ofrecería un cigarrillo, el se negaría al principio diciendo que estaba intentando el ser sano. Después morderia sus labios, y me diría que si estaría bien uno. Fumariamos hasta ver la entrada de nuestro instituto, apagando los cigarrillos lo suficientemente rápido en cuanto viene la inspectora Anastacia a interrogarnos.

Diríamos que fue culpa de que un terrible ladrón o depravado nos retuvo. La inspectora Anastacia saldría con que un hombre siempre debe defender a la mujer, y yo diría que me puedo defender sola.

Tendríamos una larga charla acerca del machismo y sexismo donde ella comprendería un poco mi lógica y nos dejaría ir a la segunda clase, no sin antes advertirnos que ya no volviera a pasar. Lo prometeríamos con nuestros dedos cruzados.

Llegaría a nuestro salón, entrando y saludando a mi grupo de amigos. Voltearia para dejar mi bolso en mi asiento y... ¿Me encontraría que lo está ocupando una rubia con ojos celestiales? ¿Que mierda es esto? Realmente, no forma parte de mi rutina.

-Disculpa, rubia, estás en mi lugar-Le hablaría a la chica nueva teniendo un tono confuso en mi voz. Ella me sonreiria y diría:

-Pues ahora es mío, mala suerte -Dejando a la mitad de clase impactados o impresionados porque nadie nunca me había contestado mal y no porque me temieran o algo así, era porque me llevaba bien con ellos. Pero esta chica, es una grosera. Me agrada

-Para tener una carita de ángel no eres nada similar o semejante a uno -Me sentaría a su lado izquierdo y preguntaria- ¿Cuál es tu nombre?

-Chanel ¿Cuál es el tuyo? -Contestaria ella con una tremenda sonrisa porque aparentemente su mala actuación no habría dado resultado.

-April.

-Un gusto conocerte, April. Espero que nos toleremos un largo tiempo mas y si sobrevivimos para ese entonces, quizá tener una amistad.

En definitiva pensaría, esta chica me agrada muchísimo.

 

 

 



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En el texto hay: mujer independiente, lgbt, chica rebelde

Editado: 18.02.2019

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