Sali de la cafetería con la mirada fija en el piso, seguía pensando en lo que Ryan me había dicho hace un rato, no estoy nada feliz, pero tampoco estoy molesta, aunque debería estarlo, no sé ni como me siento en este momento.
—Vamos a ir al cine ¿vienen? —negué
—Debo estar en casa antes que mi papá se vaya a trabajar—sonreí.
—Igual yo. Te paso a dejar—asentí.
Caminamos con dirección a casa, fue muy agradable pasar este momento con Andy, no deseaba llegar a casa, pero el trayecto no podía ser eterno, excepto el silencio incomodo que manteníamos, me sentí más desanimada cuando llegamos a casa.
Antes de que abriera la puerta, con su mano me detuvo volteándome para mirarlo.
—¿Por qué tan pensativa?
Levante la mirada, observándolo.
—¿Qué pasa? —preguntó esta vez preocupado.
—¿Tuvieron algo que ver, con la camioneta de Félix?
Andy dio un par de paso hacia atrás mientras aleja su mano de la mía.
—¿Quién te dijo eso? —preguntó con el ceño fruncido.
—¿Es verdad?
—Ailen, teníamos que hacer algo…No podía dejar que te hiciera daño y se saliera con la suya.
—Podríamos haber pedido ayuda al director…
—¡No habría hecho nada!... ¡Es de sus mejores jugadores, puede ser un idiota pero es hijo de una de las familias que mantienen esta maldita escuela!
—¡Con más razón! ¡Pensaste en los problemas en los que podrías meterte!
—¡¿Por qué tanta preocupación?!Nos conocemos hace poco, con qué derecho vienes a preocuparte por mí!
—Y tú con qué derecho decidiste hacer algo por mí. —Andy no dijo nada más, se limitó a voltear su mirada hacia su casa, vuelvo a tomar la perilla de la puerta solo que esta vez ya no me detiene y entro a casa.
(… …)
—¡Ailen, arriba! —grita Kalila desde el otro lado de la puerta.
Abro lentamente mis ojos, no hay luz en mi habitación lo que significa que el día esta nublado y eso es perfecto.
—¡Despierta ya Ailen! —continúa insistiendo, me levanté pesadamente y abrí un poco la puerta para que se dé cuenta que ya me desperté. —¡Vaya! Pareces el fantasma de Okiku, pero haz lo que tengas que hacer y baja a desayunar. —dijo mientras sonríe y comenzó a bajar las escaleras. Rodé los ojos mientras cerraba la puerta.
(… …)
—¡Corre Ailen, llegamos tarde! —me toma de la mano y corrimos por todo el colegio. Tuvimos suerte que aún no llegara el profesor, así que nos sentamos en la última fila y me dispuse a anotar apuntes durante toda la clase.
(… …)
El timbre sonó y empecé a recoger mis cosas, terminé de meter las cosas en la mochila y salí de clase junto con Dellaira.
—¿Salimos esta tarde? Los chicos dijeron que Andy y Kendo venían
—No lo sé—dije dudosa— Tengo que pasar a limpio unos apuntes y ayudar a mi tía.
—Bien, si la cosa cambia estaremos en el cine—sonrió mientras se alejaba.
Camine hasta casa, me había logrado aprender el camino de todas las veces que Andy yo caminamos juntos.
Me acerco a casa y abrí la puerta, no había ruido alguno.
—¿Hola?
Al parecer ya se fueron al restaurante. Cerré la puerta detrás de mí y subí las escaleras a mi habitación.
Me acosté en la cama viendo un par de videos, cerrando los ojos hasta quedarme dormida.
(… …)
Me levantó el tono de llamada de mi celular, eran las 08:47 pm y el nombre de Dellaira se refleja en la pantalla del móvil.
—¿Hola?
—Chica, vístete pasamos por ti en veinte, ¡Iremos de fiesta! —colgó.
Ni si quiera me dejo contestarle, me levanto con toda mi flojera para poder cambiarme, elijo al sencillo que me regalo la tía Kalila, una falda roja y un top negro, no soy fan de usar tacones por lo que decido ponerme unos tenis del mismo color que mi top, camino a mi escritorio para poder maquillarme natural.
Bajo las escaleras para avisarle que saldré y antes de que pueda entrar a la cocina me llega un mensaje suyo “no podre llegar temprano, estoy haciendo inventario junto a los divorciados”.
Reí ante el apodo que mantiene para Zach y Kalila, le contesté que iba a salir, tomé mis llaves de la casa y justo en ese momento Dellaira me avisó que ya habían llegado, salí de casa sonriéndoles, caminé hasta llegar al auto no sin antes darle una pequeña mirada hacía la casa de Andy.
(… …)
Una vez allí aparcamos y entramos a casa de Marco primo de ellos, que según los chicos sus padres son millonarios y casi nunca estaban en casa por motivos de trabajo viajan mucho, Tommy y Tyler fueron a saludar a su familiar.
—Cada vez se supera más—dijo Dellaira.
—Tienes razón—contestó Lydia.
Según ella Marco solía hacer una fiesta cada cierto tiempo. Había una barra de bar de lado de la piscina, así que fuimos a pedir.
—Tres Ron con cola—pidió Lydia al chico de la barra.
Nos sentamos a esperar a que lo sirviera en las sillas que había libre en la barra.
—Aquí tienes— los cogimos y miramos hacia la piscina. Claramente hay chicos bañándose y haciendo peleas de torres.
—Mira quien vine allí— hablo Dellaira con desprecio.
—Kaitlin Casey—afirmó Lydia con una mueca.
—¿Quién?
—Es la típica chica que se cree superior al resto solo por venir de una de familia adinerada, los chicos van detrás de ella cuando se sienten necesitados.
La seguimos con la mirada y vimos que se acercaba a Tommy y Tyler, quienes simplemente la ignoraron y llegaron a nuestro lado junto a un chico de tez morena y cabello ondulado quien supongo yo, que es Marco.
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Editado: 13.12.2024