Lucía: nuestro hijo esta decidido en casarse con ella. Nada más que los humanos son demasiado extraños con su costumbre y ahora también tenemos que aceptar su matrimonio.
Leandro: nuestro hijo está enamorado y hace todo lo que ella le pide. Estoy seguro que si no fuera su pareja eterna esto nunca lo hubiera hecho.
Lucía: sabes que nosotros no podemos amar a nadie que no sea nuestra mate. Además, Alexander decidió estar a su lado y no podemos hacer nada, porque si lo hacemos él se enojará.
Bruno: ahora solo debemos de soportar verlo enamorado. Siempre pensé que el primero en encontrarle seria yo y hasta este momento no la he encontrado.
Lucía: se que la encontraras. Solamente debes de tener paciencia y así como tu hermano la encontró tu también lo harás algún día.
Bruno: seguramente tardare más tiempo de lo que me imagino. Pero quiero tener a mi pareja eterna conmigo, porque la necesito y como a mi hermano no le importo la apariencia de la suya tampoco a mí me importara.
Leandro: entendemos que la quieras encontrar. Sabes que para hacerlo debes de ser paciente y sobre todo no quiero que te desesperes.
Bruno: tienes razón, padre. Nada más que la felicidad de mi hermano me hace recordar que todavía no la puedo encontrar y por más que hago en buscarla no la encuentro.
Leandro: es que lo harás de una manera inesperada. Ahora debemos de irnos a dormir y no quiero que provoques a tu hermano con tus comentarios.
Ellos se levantan de sus asientos para irse a sus recámaras. Ellos a los pocos minutos llegan y en la recámara del futuro alfa las cosas estaban demasiado tranquilas.
Gema: al fin pude arreglar mi ropa adentro del clóset. Ahora solo falta que me ponga mi pijama para que pueda dormirme y desde que me encontraste me siento diferente.
Alexander: yo en cambio te veo más bonita y también me he dado cuenta lo importante que es tenerte a mi lado. Solamente que mi alma y el hombre que soy te ama.
Gema: nuestras almas se pertenecen desde un principio. Pero era inevitable enamorarnos, ya que fuimos hechos para estar juntos.
Alexander: la diosa luna así lo quiso. Este sentimiento que sentimos es demasiado hermoso y te prometo cuidar nuestro amor como lo más importante.
Gema: me cuidas como si fuera una princesa. Nada más que próximamente seré tu esposa y cuando lo sea también me convertiré en tu mujer.
Alexander: menos mal que para eso falta poco. Siempre te recordare que el asunto de la boda lo estoy haciendo por ti, ahora quiero que me des un beso antes de que te vayas a bañar.
Gema: será mejor que te lo de cuando termine de báñame. Porque ese seria un beso de buenas noches y cuando te duermas quiero que sueñes conmigo, así que lo hare hasta ese momento y no te cuesta nada con esperar hasta que lo haga.
Alexander: es demasiado interesante lo que me estas pidiendo. Solamente que no es necesario que me beses para que pueda soñar contigo, ya que apareces en ellos.
Gema: me imagino que sueñas cosas bonitas. Espero que sueñes que somos felices, aunque no quiero saber más sobre tus sueños.
Alexander: entiendo perfectamente lo que no quieres saber. Pero sé que algún un día te lo diré y ahora simplemente debo de guardar silencio.
Ella se levanta de su asiento y cuando lo hace se acerca al clóset para tomar su pijama. Gema entra al baño cuando la tiene entre sus manos y ella empieza a bañarse y tiempo después termina, ella empieza a ponerse su pijama y a los pocos minutos sale del baño. Gema empieza a caminar hasta que al fin llega a la cama y Alexander estaba esperando a que saliera para poder dormirse, el se acerca a su luna y cuando ella lo ve lo besa, aunque lo hacia demasiado torpe y Alexander le gustaba como lo estaba haciendo. Ella se separa de el al momento en que terminan de besarlo.
Gema: no sabes cómo lamento ser torpe. Nada más que tú eres el único que me ha besado y el que yo también he besado y se que no puedo hacerlo bien.
Alexander: no te preocupes por eso. Porque aprenderemos juntos y sobre todo te enseñare en como hacerlo, pero lo único que tienes que hacer es dejarte llevar por nuestro amor.
Gema: no puedo hacer lo que me estas diciendo, ya que debemos de estar casados. Sera mejor que nos acostemos en nuestra cama.
Alexander: eso seria lo mejor por el momento. Además, esta es la segunda noche que vamos a dormir juntos y te prometo controlarme como lo hice el día de ayer.
Gema: se que eso es demasiado para ti. Pero siempre que quieras convertirme en tu mujer debes de recordar cada uno de nuestros besos.
Alexander: solo cuando pienso en ti me puedo controlar. Porque tampoco quiero que me veas como un hombre lobo que no se puede controlar.