Reconocernos ¡otra vez!

Capítulo 6: Evadiendo el sistema

 

Subí a mi habitación, me encontraba muy frustrada, quería romper todo, quería huir. Estaba a punto de patear la pared, cuando Andrew entró de improviso.

 

— ¿Qué?, no sabes tocar — pregunté bastante molesta

 

Él ni se inmuto, simplemente entró y se acomodó en mi sillón de lectura, apoyo los brazos en los costados y tiro la cabeza para atrás, se veía un poco frustrado. Durante el desayuno, no me había percatado de su semblante post- noche de copas, no parecía ni que había tomado y mucho menos desvelado el día anterior. Levantó la cabeza para mirarme.

 

— ¿Qué vamos hacer ahora?, nuestros padres no nos dejarán en paz — dijo Andrew

 

No parecía molesto, me lo decía con una picardía particular, como si la situación y verme frustrada le gustara. Eso me molesto, pero se me vino una idea brillante a la cabeza en ese mismo instante. Sonreí de oreja a oreja y él me quedó mirando mientras fruncía el ceño.

 

— Ya sé lo que vamos hacer, vamos a aceptar la oferta de mi padre. Está bien, quieren que nos casemos antes ... pues, así lo haremos. Pero el orden de los factores no tiene por qué afectar el producto ... ¿cierto? — dije, con una sonrisa bastante pícara, él me miró como queriendo descifrar lo que estaba diciendo.

 

— ¿Qué acaba de tramar esa cabeza tuya? ... y sin necesidad de estar en una bañera, esto me suena peligroso — dijo un poco desconfiado, pero se notaba que la situación lo divertía.

 

— Como te dije, aceptaremos la oferta de mi padre, pero nuestro año sabático junto con nuestro contrato sigue en pie. Solo debemos hacerle unas cuántas modificaciones al contrato y podremos ser libres por un año — dije con una sonrisa

 

— A veces me asustas, pero debo admitir que no dejas de impresionarme. Y ¿Qué modificaciones tendríamos que hacer?, será mejor decidirlo ahora para poder decirle a mi amigo — dijo algo pensativo y expectante por escuchar mis propuestas.

 

Me aclaré un poco la garganta y me senté en el filio de mi cama, para exponerle con mayor comodidad mis ideas.

 

— Primero nos tomamos el año sabático, claro, después de casarnos como ellos quieren, pero debemos hacerlo en otro país, así nuestros padres no nos tendrán locos — dije

 

— Si, eso está bien y propongo irnos a Italia, la familia de mi padre es de ahí, tengo algunos tíos allá, pero son ancianos así que no nos molestaran. Además, tengo un departamento en el que podríamos estar sin que nadie este fisgoneando, y en caso de alguna visita inesperada de nuestros padres, podremos fingir tranquilamente que convivimos juntos como una pareja de recién casados

 

— Me parece bien. Segundo, esto será incómodo, pero lo que dijo tu padre es cierto. No podemos involucrarnos con otras personas sexualmente, podría arruinarlo todo — dije esquivando un poco su mirada curiosa.

 

— Bueno, eso es cierto. Igual yo no tenía intención de ponerte el cuerno, pero es bueno dejar en claro, que es para ambas partes — dijo bastante serio, a lo que yo rodé los ojos

 

— El resto de cosas seguiría igual, tendremos un hijo después del año sabático, resolvemos lo de la deuda, veríamos la mejor manera de dividir las propiedades y finalmente nos divorciamos ¿Trato hecho? — pregunté, estaba muy emocionada había logrado evadir el sistema, bueno en este caso a nuestros padres.

 

— ¡Trato hecho! — dijo Andrew, pero un brillo en su mirada me decía que me estaba ocultando algo.

 

Se levantó del sillón y se acercó a mi oído, lo cual me puso muy nerviosa, era la segunda vez que hacía eso. En el club debido al alcohol no me sentía tan acorralada, pero ahora con toda la serenidad en mi cuerpo, me di cuenta de que mi respiración flaqueo y se volvió inconstante. Fue extraño, nadie me había puesto tan nerviosa. Alice, solía decirme, que a veces parecía hielo al lado de cualquier hombre, porque nunca demostraba inquietud alguna.

 

— Nos vemos, e intenta no ponerme el cuerno hasta la boda — dijo en el mismo tono que la noche anterior en el club

 

¡Ya me canso!, esta vez no me pienso quedar callada. Se dio la vuelta dispuesto a salir, pero me levanté de la cama y lo detuve agarrándolo del brazo.

 

— Me puedes explicar porque me sigues diciendo eso. En el club me lo dijiste estando borracho, así que no te hice mucho caso, pero ahora estas bastante sobrio como para decir estupideces — dije bastante molesta

 

— Crees que no me doy cuenta, también te he observado durante estos años, Ilse. Sé muy bien, que tu dichoso amigo Zander y tú no son solo eso, me lo terminaron de confirmar esa noche en el club con ese baile tan caliente que se dieron entre ustedes y hasta incitaron a otra chica para que se les una. ¡Crees que soy idiota! — dijo bastante serio y molesto.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.