Recopilación Cuentos Cortos (litnet Club)

CUENTO: EL ESPÏRITU PERDIDO POR Blake 10

Cuento: El espíritu Perdido.

Autor: Blake10

Semblanza:

El nombre de Blake10, proviene de mi personaje Blake en Crónicas mágicas, quien es una versión mejorada (Y con magia), de mí, una versión que siempre está presente en mi vida, el diez, pues es mi numero favorito, soy venezolano, y vivo en Uruguay, mi nombre es Luis Eduardo, y tengo 21 años de edad, escribo hace menos de 4 años.

Como comencé a escribir es una linda historia, que prefiero contar otro día, entre todo lo que he escrito, están, Crónicas Mágicas, el nuevo mundo, siendo el primer libro de la trilogía, siguiéndole, el legado de la oscuridad, y por último la guerra eterna.

Actualmente me encuentro escribiendo dos libros, el primero es una nueva saga titulada Crónicas del tiempo, el cristal del tiempo, que es una continuación de la anterior, aun no lo público, y también escribo CrazyLove: el poder de la sombra, una historia diferente con un tema más futurista y de aliens.

A su vez también hice una colaboración con algunos compañeros para escribir Reset, que pertenece a un amigo llamado SrOrtega, les recomiendo leerlo completo, es una historia interesante.

Y sin más espero que disfruten de esta breve historia, está ambientada durante los sucesos de mi libro Crónicas mágicas: el legado de la oscuridad.

 

                                                                   EL ESPÍRITU PERDIDO

 

Blake estaba en el bosque cortando un par de troncos para hacer fuego, cosa que de hecho no hacía tanta falta ya que con su magia de fuego y su cuerpo de dragón no sentía frio en las noches y jamás necesitaba leña para encender el fuego.

Simplemente con su mano emanaba el fuego y listo, pero lo hacía porque días atrás mientras entrenaba batallando contra los espíritus oscuros, encontró a una niña, la cual estaba flotando, así que Blake decidido actuar normal.

Claro que lo normal sería corta la madera con un hacha, y no con tu mano, pero Blake no sabía cómo ser normal.

—Espero que aparezca, ya me estoy aburriendo —dijo Blake al rato.

—Paciencia. —Blake escucho la voz del dragón en su mente.

El dragón habitaba dentro de él y le otorgaba habilidades especiales, convirtiéndolo en un maestro dragón.

— ¡Tu cállate! —Dijo Blake en voz alta— tengo mucha hambre.

—Te aseguro que ella también —dijo su dragón.

—Si claro es un fantasma —replicó Blake— Y además de que… Escuchó un sonido entre los árboles, Blake lanzo un trozo de madera que chocó contra un árbol, escucho el chillido de una niña.

—Bingo.

Blake sonrió. —Sal de ahí.

—Lo siento señor. —La niña se acercó. Debía de tener al menos 10 años de edad, estaba borrosa, podías ver a través de su cuerpo, era pequeña. Tenía el cabello castaño, los ojos tristes y usaba un vestido largo y blanco con una falda que le llegaba hasta más debajo de las rodillas. Estaba descalza y su piel parecía ser blanca, pero era difícil de decir ya que casi era transparente. Sus piernas se desvanecían en cada segundo. —No quería asustarlo.

— ¿Asustar? —exclamo Blake. — ¿Quién se va asustar con una tonta como tú?

—Todo el mundo lo hace —dijo ella.

Su voz era triste, y por irónico que parezca se escuchaba sin vida —siempre que me ven se asustan.

—Bueno estas un poco fea —Mintió Blake, ya que la niña era muy linda, una especie de belleza muy delicada— pero no lo tomes a mal.

—No lo entiende señor, soy un fantasma.

— ¿Qué tiene? —replicó Blake. —Soy un hombre con un dragón dentro de su cuerpo. Tengo una cola que se prende en fuego, lanzo flamas rojas por todo mi cuerpo y tengo muchas más cosas raras; hablo con animales, emano un aura que desmaya a los débiles. Soy un desastre niña.

—Pero está vivo —dijo ella.

—Gran cosa —protesto Blake— vivir en un mundo lleno de contaminación, como la tierra, y políticos que roban dinero, o este mundo donde hay de todo tipo de criaturas mágicas la mayoría asesinas. Hace poco pelee contra un ángel, fue épico.

—Quiero vivir —dijo la niña. —Seguir en este mundo, crecer, tener familia y comer, dormir, amar, quiero todo eso.

—Pero no puedes —exclamó Blake mirándola a los ojos— estás muerta, no hay forma de cambiarlo.

—Lo sé, pero no puedo ir al cielo, no logro entrar.

— ¿Y al infierno?

— ¡NO! —Grito ella— ni loca iré ahí, no hice nada malo.

—Pues no lo sé, vuela al cielo y habla con los ángeles, dile a Raziel que te deje entrar, me debe un favor.




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