Recopilación Cuentos Cortos (litnet Club)

CUENTO: EL AMOR NO ESPERA POR Maryel Vaz

Cuento: El amor no espera.

Autor: Maryel Vaz

Semblanza:

Soy Zuleika Vaz, mi perfil en Litnet es Maryel Vaz,  tengo 39 años y soy de Puerto Rico. Llevo leyendo desde hace unos 20 años y escribiendo cuentos, relatos, escenas y frases cortas desde siempre. De pequeña recuerdo tener siempre algo escrito en mis libretas escolares y en pedazos de papel en mi cuarto. Me gusta escribir pues una manera de liberar pensamientos de una mente ocupada. Me gusta escribir cosas que no siempre tengan un final feliz o esperado.

 

                                                                EL AMOR NO ESPERA

 

¡Jamás pensé que te iba a extrañar! grito al viento, y me río de mi misma.

Eras un extraño al que veía a diario, mientras me tomaba un café en la cafetería habitual. Un día entraste por aquella puerta, y fue, como si mi corazón se detuviera por unos segundos.

Tenías una mirada amenazante y pícara a la vez, con aquellos misteriosos ojos grises que al mirarlos quedabas hipnotizado. Pero lo que detuvo mi corazón y respiración fue tu sonrisa. Esa que decía “sé que me ves”

Y todos los días, partir de ese momento, ese era nuestro encuentro casual.

Sé que preguntaste por mí a la chica que tomaba las órdenes, y que te dijo que siempre tomaba aquí mi café de camino a mi trabajo. Así paso el tiempo, hasta que un día no te vi y me sentí vacía, pero bueno, no podías venir a diario y mucho menos por mí, que soy una completa extraña.

Luego de una semana volviste, pero estabas diferente, estabas lejano. Y ese día me hablaste por primera vez, me preguntaste mi nombre y te respondí. Luego tuvimos una conversación trivial. Y te despediste.

¿Qué pasó ese día para que me hablaras? Aún me lo pregunto.

Después fue como una costumbre, llegabas pedías tu café y té sentabas hablar conmigo de cualquier tema. Pero eras diferente al chico que entró la primera vez.

Y después ocurrió.

Me acompañaste hasta la esquina, donde ¡me robaste un beso! Y eso cambió todo. Pero jamás lo dije o demostré. ¿Porque? Sencillo sabía que te marcharías y eso me rompería mi corazón. Cada día me acompañabas a la esquina y me besabas y cada uno se sentía como si fuera el último, como una despedida. Pero cada día me sujetabas con más fuerza, como si tuvieras miedo a que me fuera a desvanecer de un momento a otro.

Luego comenzaron las conversaciones en las noches, trayendo ilusiones y deseos de que esto nunca acabara. Y eso fue lo que ocurrió: me fui.

Me fui porque mi trabajo así lo exigía, no me despedí, sólo te deje pago un café y una nota que decía cada uno de tus besos se sintieron como una despedida, pero los disfruté.

Y hoy me encuentro aquí frente al océano con la vista más hermosa que he observado y solo pienso en tus besos. Sabes que es lo más raro que jamás pensé extrañarte, pero cada día al tomar mi café quiero uno de tus besos y que no me sueltes nunca. Pero no lo puedo ni pedir, porque fui yo la que se marchó sin mirar atrás.

Hoy te pido a ti y a lo que una vez tuvimos, que nunca olvides que te amo, aunque hoy no estemos juntos. Nuestro tiempo ya pasó, fue un simple momento, que nos enseñó que se puede amar con fuerza y duramente un corto tiempo. Fue un amor joven, un amor puro, un amor sin reproche, un amor real. Fue la ilusión más bella que la vida me pudo regalar.

Nunca olvides que te amo, aun cuando en las noches ya no podamos hablar.

Esas noches que la risa era nuestro mejor aliado, recordando momentos que para nosotros eran mágicos, momentos inolvidables. Esos amaneceres llenos de esperanza, con la ilusión de un gran amor eterno, duradero fuerte.

Nunca olvides que te amo, aun cuando hoy la desilusión brilla en tus ojos, y el corazón tiene un latido apagado. No fue que lo nuestro no funcionó, era que simplemente no era nuestro momento, no era nuestro tiempo. Debíamos soltar nuestras manos, para poder caminar más lejos y ver que aunque no estemos juntos, siempre te voy amar.

Por eso nunca olvides que te amo, porque yo nunca voy olvidar que un día te entregue mi corazón y que cuando nos alejamos él se fue contigo.

Porque cada día al tomar mi café, quiero uno de tus besos y que no me sueltes nunca.

Derechos reservados: Maryel Vaz.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.