Recordando

VERANOS SIN FIN

Fueron tantos días aquellos, en los que los colores y las letras brotaban por si solas, mientras yo me iba sumergiendo en mis ideas, que en ocasiones parecían tan locas, me iba adentrando hasta donde quizá yo llamaría luego mi mayor adicción.

El sol parecía no apagarse ni un solo instante, era como si el verano se alargara tan largamente sin precederos, los días pasaban y pasaban, mis ideas también seguían viniendo como una lluvia de gotitas de rocío, poco a poco y lentamente, sin hacer sentir el frio de ellas.

Tan tibias esas gotas de rocío, que cuando se mezclaban con los rayos del sol se iban convirtiendo en algo tan maravilloso o bello, pareciera algo tan loco y obstinado, pero no era así; el sol seguía brillando, no se si solo era para mí o quizá otras personas también así lo notarían.

Cerré un poco los ojos, pensando que quizá solo eran mis locas ideas que venían de mi cabeza, pero al mirar al horizonte vi que todo lo que parecía para mí una imaginación, era simplemente una bella verdad; no parece tan creíble pero tampoco es algo que no se pueda parecer a una realidad.

Qué hermoso fue ese entonces, pasar esos días de ensueño, hasta que empezó otra estación que no solo fue del año, sino que también marcó una parte de mi vida, cambiando quizá el transcurso de estas líneas que talvez hubiesen sido solo de hermosos colores. Fue así como empezó este otoño tosco y fortalecedor.

El otoño había invadido una parte de mi vida, quizá hasta hacerme sentir tan solo y desdichado, pero es hoy cuando veo que solo fue algo que me hizo ser más fuerte y así poder esperar a que llegara este verano, un verano que parece no tener fin; colores y mas colores se van viendo, quizá pareciendo ser una previa a la primavera, pero la primavera esta tan lejana y distante, guardándose entre sus bolsillos aquellas flores que la vuelven encantadora y única.

Mirando hacia ese cielo despejado me quedo, imaginándome en esos días que debo de seguir viviendo este largo verano que parece nunca terminar. Pensando que quizá en medio de los inmensos rayos de sol pueda dibujar unas gotas de lluvia fresca, con tan solo de aliviar este tan abrasador verano, que me hace recordar esos momentos tan bellos que yo viví estando a tu lado.

No recuerdo siquiera si fue un día como éste o uno en primavera en la que te conocí, sin embargo, siempre te llevaré en lo más profundo de mi corazón. Oigo esa melodía que solíamos oír en esos días mientras tomaba tu mano,” vuelve a mí y no tardes mas”; en ocasiones pienso que sin haberte esperado te había encontrado. Aunque todo ya cambio, sé que jamás te podré olvidar.

En estas páginas es donde puedo recordarte y quizá por siempre quedes grabado en mi recuerdo.

El dolor de seguro que me hizo trizas el día en que partiste de mi vida, te había amado sin definir un límite siquiera, te había entregado mi corazón entero, y confiaba tan ciegamente en ti y en tu amor que hasta ese entonces me hacía tan feliz.

Es entonces que puedo empezar a decir que apareciste de la nada en mi vida y te fuiste metiendo en mi vida hasta ocupar enteramente mi vida.

Fue de esos días quizá donde la alegría invadía mi persona, quería disfrutar el momento en ese entonces, y es así que te vi y sencillamente atiné a saludarte; tan cortésmente me devolviste el saludo añadiendo una sonrisa tuya y dibujando en mi rostro otro reflejo de la misma.

Quizá esos coqueteos hayan sido los culpables para que de repente desmedidamente yo te dejase entrar en mi vida, o sencillamente fue una mirada tuya lo que logró penetrar en mi ser e ilusionarme con estar siempre junto a ti.

Diría que simplemente eso no me importó en lo mínimo, continúe loca y ciegamente enamorándome de ti.

Sucedió así, que pasado unos instantes te atreviste tomar de mi mano, sonreí, me sonroje un poco pero luego me contagie con tu entusiasmo y jugando con tus manos te mire a los ojos, silenciosamente fui regalándote letras de poemas de amor que seguro tu las podías leer, iba dibujando en medio de una inocente sonrisa cuadros para ti, en ellos solo había un sentimiento libre de miedos y temores, sencillamente me sentía dichoso.

Cuán hermoso fue ese día, comenzar un verano al cual con tu presencia le dabas mucha diferencia y la volvías única y especial, sencillamente deseaba en ese momento que fuese un verano sin fin, que cada amanecer pueda despertarme tomado de tu mano, apreciando tus ojos y viendo jugar con el viento ese despeinado cabello que de seguro te hacía ver aún más hermosa de lo que ya lo eras.

Imaginaba robarte miles de besos sin que te lo pidiera, en tan solo unos instantes de haber tomado tu mano ya soñaba con una vida entera junto a ti, llenas de dicha y felicidad, siempre estando juntos, así es como yo me imaginaba mis días después de ese instante.

Fueron pasando los días, como cuando una nube pasa por medio del cielo azul, de un extremo hacia otro, quizá llevado por el viento o sencillamente por qué la tierra va rotando en el período de las 24 horas. No importa eso, de alguna manera es una forma tan abstracta de comparar lo que sucedía entre tú y yo.

Han debido de ser los mejores momentos esos que yo he vivido, porque no recuerdo otro que se pueda comparar con ese instante

Desde la primera vez que te vi supe que te amaba, quizá era sin sentido o algo así, pero creo que valió la pena, aunque no haya sido lo nuestro para siempre.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.