Me senté entonces, bajo el amparo de un frondoso árbol, imaginando el día en que quizá te me volverías a aparecer, no sé que es lo que más esperaba en ese momento, sin precisar que al parecer las cosas debían ir pasando solos, quizá solo esperar a que el tiempo vaya de prisa o de una manera que a él se le plazca, pero creo que en medio de mis tontas ideas estaba eso de que tú te me volverías a aparecer.
Quizá fue algo tan loco o sencillamente algo que no se me había dado la molestia de pensarlo siquiera, en ese momento no me había puesto siquiera a darme cuenta de que las cosas no tenían retroceso, que ya habían sucedido y que las cosas no se iban a volver a comenzar, una y otra vez me repetía, pero a la vez una y otra vez las volvía a olvidar.
Tanto y quizá demasiado amor es lo que yo te había tenido, quizá por eso es que siempre te recuerdo, quizá por eso es que aún te tengo en medio de mis recuerdos, aún sigues invadiendo mi imaginación, haciéndome olvidar mis vanas promesas de no recordar más las historias tan locas que había yo vivido contigo.
Me miró en ese espejo imaginario que a veces me construyó en medio de mi mente, sonrió, respiro y me digo: quizá sea el más tonto del universo por no querer borrar de en medio de mi mente todos esos tus recuerdos que siguen invadiendo mis pensamientos. Cómo creerme dentro de mi que no llegue a conocerte y que todo lo que se me ocurre es una sencilla y simple fantasía, pero eso no es posible, siempre vuelve hacia mi todo esos momentos que un día fueron los mejores y que han marcado una parte de mi joven vida.
Me miro y de repente sonrío, sonrío sin siquiera saber el porqué, quizá sencillamente porque en mis recuerdos he encontrado un momento que me haga sentir una emoción tan satisfactoria y que al recordarlo me robe una sonrisa.
Y es entonces, que a pesar se todo lo que ya había pasado antes, siempre llevo conmigo un recuerdo guardado dentro de mi corazón, no sé si haya sido la mejor elección, no sé si es que el tenerte en medio de mis recuerdos sea algo que en mi vida me vaya a perjudicar o incomodar, pero que si es cierto es que cada vez que haya algo tan sencillamente hermoso(me refiero a un recuerdo) siempre me va a robar una sonrisa.
Quizá no sea tan razonable ya que a estas alturas me pregunte del “que es lo que hubiese sido si aún estuviéramos juntos”, pero suena tan incómodo e innecesaria hacerse esa misma pregunta una y otra y otra vez, sabiendo que las cosas sencillamente de seguro han pasado para bien, no tengo la menor duda que desde ese momento en que la vida nos alejó, para ambos han tomado un sentido diferente del uno al otro.
Me quedaré siempre con tus recuerdos, quizá eso defina más a una frase que a una realidad que lejanamente se va ya perdiendo en medio de tantos recuerdos y de los cuales siento que hay tantos de ellos vagos e innecesarios.
Lo único que quizá siempre vuelvo una y varias veces a repetir, es que los recuerdos que fueron los más importantes en mi vida, que han marcado una parte de ella, los conservo siempre conmigo, a pesar del paso de los año.
En fin, cada vez siento que ha sido una larga y gran historia, la cuál ha marcado profundamente mi vida, de alguna u otra manera, mi corazón se quedó marcado con las huellas de tu amor inmenso, de tu inocente amor, que día a día fue creciendo, que día a día se hacía tan inmenso, pero de igual manera de la noche a la mañana se desvaneció como una nube al cual el viento se lleva, o talvez alguien más hizo que este amor se acabase, más nada pude hacer para evitar que esto pasara.
Recuerdo poco o casi nada, de aquella triste mañana, en la que ya no te volví a ver, lo que si no llego a olvidar es que siempre recuerdo haber llorado como un niño, tan triste y desdichado, tan solo y desamparado, queriéndote encontrar y sentirme protegido.
Borrosamente mantengo en mi mente, los días que te esperaba a que sencillamente llegarás de nuevo, cuan sola sentía yo el hogar que ambos compartíamos, el sueño y el hambre se me habían desaparecido, las esperanzas se habían desvanecido, nada ya me parecía importar, más aún así creo que sigo en pie.
No recuerdo cómo es que me mantuve en pie, a pesar de la inmensa caída que tuve. Pero esas caídas son las que me han hecho fuerte.