Nunca lo hice.
"No."
Nunca tuve un momento para detenerme a descansar sobre el pasto fresco que ofrecía cada mañana.
"¿Por qué?"
Las sonrisas que conocía, nunca compartieron un mismo sentimiento conmigo.
...
Estaba obligada a fingir gratitud en frente de alguien que no lo merecía.
"Bueno supongo que no debiste tener mucho tiempo."
¿Tiempo?, tiempo es lo que más me sobraba.
...
Pero de qué sirve el tiempo, cuando lo único que puedes hacer con ello, es resignarte por la falta de cambio.
↓~~~~~~
El clima de la oportuna mañana tomaba un color grisáceo como propio de sí; la lluvia arremetía fuertemente en contra del cristal dejándola totalmente empañada; la brisa, que se adentraba a través de las cortinas, humedecía vagamente cada ángulo de mi rostro.
Me dirigí hacia la ventana mientras que con un pañuelo en la mano, trataba de borrar la expresión de tristeza que me dominaba. Las hojas de los arboles recorrían el mismo trayecto que el viento tomaba como suyo; el canto de las aves cesaba producto de su efímera presencia en días como estos; el aroma de un momento melancólico tomaba firmeza con cada suspiro que pronunciaba.
("Ayako.")
El frío que mi cuerpo percibía, era desmesurado; la inquietud no dejaba de agrandar mi frustración; mi sensatez solo se ahogaba en un gran charco de nostalgia.
("¿Estás ahí, Ayako?")
No había una voz que tranquilizara cada uno de mis pensamientos; no había un calor que sentir, durante mi pena; no había una mano que apaciguara el temblor de mis mejillas; no había un abrazo que me devolviera la felicidad que alguna vez sentí.
No quiero estar aquí.
La bisagra dejó escapar un pequeño chirrido en medio de mi índole, como si estuviera ofreciendo una oportunidad de escapar de mi realidad.
"¡Ahí estás, Ayako!"
"¡Qué grande estás!"
"No puedo creer que el tiempo pase tan rápido, la última vez que te vi tenías tan solo cinco años."
Ayúdame.
"Ahora mírate, estás hecha toda una señorita."
"Bueno, no podría decir lo mismo de mi; estos dos años me pusieron más viejo de lo que ya estaba, ¿no lo crees?"
...
"Cuéntame, ¿Hiciste algunos amigos? ¿Qué tal el colegio? ¿Van bien tus notas?"
...
"Aunque no lo creas, me entusiasma la idea de tener una sobrina tan inteligente como tú."
Llévame contigo.
"He escuchado de Hana que tus notas son excelentes, estás en los primeros puestos de cada asignatura; debes estar esforzarte mucho para lograr tal hazaña."
("¡Hiroto!")
"Bueno, creo que no tengo mucho tiempo."
"Toma, es un regalo de mi parte."
-Extendí las manos-
"Es una copia de nuestro álbum familiar, espero que te gus..."
Aléjame de este lugar.
"Así que esos son los moretones de lo que me habló tu madre."
...
"Debes tener más cuidado cuando bajas las escaleras, puedes llegar a caer de cabeza si no tienes más cuidado."
"Prométeme que tendrás más cuidado ¿sí?"
-Asentí-
"Bien."
("¡Hiroto!")
"Bueno, supongo que ya tengo que irme; cuídate mucho, Ayako; nos vemos en otra ocasión."
No lo hagas.
...
"¿Q-Qué ocurre, Ayako?"
"Agarraste mi polo de repente."
...
"¿Ocurre al.."
"No me caí."
"¿Uh?"
"No me caí de las escaleras."
"¿Te refieres a los moretones?"
-Asentí-
No me dejes.
"Ya veo."
"¿Entonces cómo te los hiciste?"
...
...
"Puedes decírmelo, no se lo contaré a nadie."
"¿Quién te hizo esos moretones? ¿Fue alguien del colegio? ¿Una compañera? ¿Un amigo?"
"No."
Todos los demás lo hicieron.
"¿Entonces....quién fue?"
...
"Fue Hana."
...
"¿Hana?"
"No, eso no es posible, Ayako."
"Hana es la persona más cariñosa que he visto."
"Siempre me manda fotos junto a ti, con una sonrisa insuperable."
"Es impensable que ella llegue a hacer algo como esto."
Ya veo.
"Dime la verdad por favor, Ayako."
"¡Hiroto!"
"Ah, Hana."
"Te estoy esperando hace rato."
"Ya voy, solo estaba conversando con Ayako."
"¿De qué conversaban?"
Tu también eres uno de ellos.
"Nada, solo le decía lo bien que nos vendría unas vacaciones en la montaña."
"Ya veo."
"Bueno, te espero abajo, tenemos que reunirnos con el agente de una vez."
"Si, si, ya voy."
...
...
"Bueno, me tengo que ir."
"Mañana me contarás la verdad, ¿Está bien?"
Tu tampoco me creerás.
...
"¿Está bien?"
"Sí."
"Bien, nos vemos, Ayako."
"Recuerda que siempre estaré para ti."
Simplemente te olvidarás de mi.
~~~~~~↑
De que sirve el tiempo, cuando tus gritos de ayuda quedan congelados antes de que puedan llegar a otra persona.