Recuérdame Amor

Capítulo 1. El abandono

Elena.

Estaba asustada a más no poder por la posibilidad de estar embarazada, pero cuando lo confirmamos, Alonso me aseguro que todo estaría bien, él se mostraba feliz a pesar que todos sus planes y los míos cambiarían de forma radical con la llegada de un bebe,. Espere con calma su regreso de Santo Domingo para hablar con mis padres y contarles sobre mi nueva situación. Nos casaríamos y empezaríamos nuestra propia familia, mi lista y plan de vida se acababa de ir al carajo cambio invirtiendo el orden de las cosas caóticamente, pero no me importaba porque él estaría a mi lado y juntos nos apoyaremos siempre. Un mensaje suyo me hizo suspirar.

 

Te extraño como loco, muero por verte y besar a mí bebe en tu vientre, te amo mi reina 

 

Estaba dándome un baño y al salir me dispuse a cenar con mis padres  por lo que no escuche el tono del mensaje cuando entro, cuarenta y tres minutos han transcurrido desde que lo envió por lo que marque su número ansiosa por escuchar su voz. No contestó así  que le escribí otro mensaje en respuesta.

 

También te extraño como loca, ya quiero que estés a mi lado, tú bebe y yo te esperamos ansiosos, resuelve todo y regresa pronto mi amor.

 

Una hora, tres horas, un  día, dos, tres, una semana, quince días, un mes, el tiempo pasó y esa respuesta nunca llegó, lo llamé infinidad de veces, le escribí un montón de mensajes, en un principio estaba preocupada, me negaba a pensar que me hubiese engañado y que me había abandonado, eso no era posible ese chico maravilloso que me lleno de amor desde el primer día, no el no me haría algo así.

En mi desesperación averigüé la dirección de su casa con la ayuda de Pedro, viaje a la capital y fui a la enorme mansión de su familia. Una chica de servicio me abrió la puerta.

— Buenos días ¿En qué puedo ayudarle?

— Necesito ver a Alonso —me observa extrañada como si no entendiera lo que le digo

— ¿Es que acaso usted no sabe lo que ha ocurrido?

— No sé a qué se refiere hace más de un mes que no lo veo

— Disculpe ¿Usted quién es? —Nos interrumpe una voz masculina

— Señor Estrella, la señorita pregunta por el joven Alonso 

— Esta bien yo me encargo, acompáñeme a mi despacho por favor —dice con amabilidad, sé que es el padre de Alonso pues he visto muchas fotos suyas, camino siguiendo sus pasos, ya en su estudio me pide que me siente, lo hago — Usted dirá soy Alonso padre ¿Para qué busca a mi hijo?

— Verá señor es algo personal, mi nombre es Elena y necesito hablar con él pero al parece su teléfono está fuera de servicio porque no he podido comunicarme con el

— Señorita Elena, mi hijo vive en Estados Unidos, solo estaba aquí de vacaciones y ya ha regresado junto a su prometida a realizar su especialidad

— Disculpe señor ¿Ha dicho prometida? —Pregunte por que no podía estar escuchando bien

— Si, al fin mi hijo ha decidido sentar cabeza y hace un mes se ha comprometido con su novia de toda la vida, juntos regresaron a la universidad a hacer sus respectivas especialidades, justo estuve visitándolos he regresado ayer —mis ojos se nublan, me es imposible detener mis lágrimas y empiezo a llorar frente a aquel hombre

— No puedo creer que me él me haya engañado, me niego a creerlo —susurró

— No me digas, eres la chica con la que mi hijo tuvo un desliz cuando estuvo de vacaciones en Sajoma y se quedó embarazada para atraparlo

— No me he quedado embarazada para atrapar a nadie, no vuelva a repetir eso —ríe y me mira con desprecio

— No eres más que una muchachita de campo que creyó que por meterse en la cama con mi hijo podría cambiar su situación de pobreza por una mejor, pero te equivocaste, Alonso solo estaba aburrido y decidió divertirse contigo de hecho cambió su número para evitar que le llamaras y que dejaras de escribirle todos esos mensajes pidiéndole que se comunicara contigo, ya ha pasado un mes deberías haber entendido que solo te usó para no aburrirse, que te abandonó y que no le interesa el mocoso que llevas dentro, yo puedo darte dinero para que termines con todo

— Está muy equivocado, jamás me interesó su dinero y duélale a quien le duela yo sola enfrentare mi situación, es una pena que usted como padre no le enseñe a su hijo lo que es la responsabilidad de sus actos y lo cubra en su nefasto comportamiento.

Dicho aquello salí de la inmensa mansión de la familia Estrella, me senté en la acera de enfrente y lloré sin parar, no podía creer que él me haya engañado tan fácilmente, viví dieciocho años de mi vida sin tener siquiera un novio y a él lo conocí, acepte ser su novia y me entregue a él en solo un mes, pero ¿Que rayo pasó con conmigo?

 

Esa misma noche de regreso a casa, me encerré en mi habitación, me di una ducha larga y justo después de la cena hablé con mis padres. Les conté de mi embarazo, de la desaparición de Alonso, lo sucedido hoy y las cosas que me dijo su padre. La decepción en el rostro de mis padres fue evidente, después de una larga charla en la que ellos hablan y yo me limite a escucharlos sintiéndome avergonzada y la peor hija me dijeron que me apoyarían para tener a mi bebe. Al final de cuentas eso es lo único que cuenta para mi,  de ahora en adelante Alonso que se vaya al mismísimo infierno, ahora solo importa mi bebe y yo seré suficiente para él.




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