Recuérdame Amor

Capítulo 5. El universo conspira

Elena.

Llego a casa molesta, dolida, furiosa por lo que mi madre lo nota y empieza a preguntar qué me sucede,  no quiero decirle, pero sé que no me dejara tranquila hasta que le cuente. Así que le digo que le contaré cuando regrese de clases si no me marchaba no llegaría  a tiempo, por obvias razones no pude concentrarme en mis clases, terminé equivocándome en la preparación de la receta y por lo tanto  echando a perder el pastel que preparaba, semanas diseñándolo y todo se vino abajo por mi falta de concentración.

 

— Hija que bueno que llegaste —me sobresalto porque mi madre siempre está en la cama cuando llego de clases, pero indiscutiblemente hoy no dejaría pasar la oportunidad de sonsacarme la razón de mi comportamiento esta tarde

— Mamá ¿Qué haces despierta a esta hora?

— Dijiste que me contarías lo que te sucedía cuando regresaras, te note muy alterada esta tarde

— Es cierto, es que no sabes lo que me ocurrió el otro día, lo vi mamá, lo volví a ver —frunce el entrecejo

— Lo viste ¿A quién?

— A él mamá, lo tuve frente a mi nuevamente quería gritarles tantas cosas, pero no pude hacerlo

— ¿Alonso? ¿Te refieres a Alonso?  —asiento ¿Donde lo viste?

— En el café, fue con su prometida y yo tuve que servirles

— Lo siento mucho hija ¿Qué te dijo? ¿Cómo reaccionó al verte?

— No me dijo nada mamá, se comportó como si no me conociera

— Ay que ver qué nivel de cinismo tiene ese miserable y pensar que  a tu difunto padre, en paz descanse y a mí nos parecía un buen muchacho, pero qué equivocados estábamos

— Así es mami, nos engañó a todos

— Lo que no entiendo es, si lo habías visto hace días ¿Por qué hasta hoy es que estas en ese estado? Te había notado extraña estos días, pero lo de hoy te sobrepasaba y se notaba a leguas

— Porque hoy me lo volví a encontrar en el centro comercial, lo hubieras visto con Tommy, lo trato como a un niño cualquiera y me dolió demasiado ver como no le importaba su propio hijo, se me rompió el corazón ante aquella escena mamá 

— Infeliz ¿Cómo no le importa su hijo? Pero se puede ir muy al carajo, mi nieto no lo necesita, nos tiene a nosotras y eso es suficiente porque lo amamos

— Lo sé, pero eso no quita que me duela ver cómo lo rechaza mamá, a pesar de los años que han transcurrido, no logro entender ¿Cómo pude haberme equivocado tanto con él?  —confieso dejando escapar algunas lágrimas de mis ojos, intento secarla pero ella me lo impide

— Elena, llora, no te reprimas, las lágrimas son buenas para curar y exorcizar el alma, llorar no te hace débil, solo te ayuda a drenar lo malo para tomar fuerzas y continuar. No fuiste la única que se equivocó con él, tu padre, Pedro y yo también lo hicimos, sabias que algún día lo volverías a ver y me alegro que al fin haya pasado, pues ha llegado el momento de enfrentarlo, superarlo y seguir —después solo me envuelve en sus brazos y me permito llorar por horas hasta que me voy a la cama sin siquiera bañarme o quitarme la ropa, me duermo y en mis sueños todo es felicidad entre los tres. 

 

Alonso.

Las semanas siguen pasando y desgraciadamente no he logrado sacar a aquella hermosa mujer de mis pensamientos en el día, mientras estoy despierto y por las noches sueño  con esa belleza tropical que me calienta el cuerpo de forma súbita, hace unos días me desperté tan caliente como una locomotora y quede completamente trastornado al darme cuenta que es ella la mujer con la que he estado soñando durante estos años, son sus ojos, es su boca, su delicado perfil, su perfecto cuerpo y ese lunar bajo su clavícula izquierda, lo vi el día que nos encontramos en el centro comercial, pues llevaba solo una blusa de tirantes, pero me negaba a aceptarlo, ahora no se qué hacer con todo esto que siento y que pasa por mi cabeza por ello me he enfocado en mi trabajo y en sacarla de mis pensamiento. Despido a mi pequeño paciente y le pido a su madre que le diga que pase el siguiente pues en la fundación trabajo sin secretaría. Un toque en la puerta me alerta que ya está aquí.

 

— Adelante —levantó la mirada cuando veo la puerta abrirse, el pequeño del centro comercial y su madre están parados allí y mi corazón vuelve a sacudirse en mi interior ¿Y cómo rayo podre olvidarme de ella sin me la encuentro en todos lados? Esto tiene que ser una jodida broma del universo que esta aburrido y quiere divertirse a mi costa

— Mi amigo Lonso —dice el pequeño emocionado, me levanto de mi silla y caminó hacia él, que corre feliz hacia mí, lo levantó en brazos, envuelve sus bracitos alrededor de mi cuello y respondo a su abrazo emocionado, siempre me han gustado los niños, pero  ese niño en especial hace derretir mi corazón y por la forma en la que corre hacia mí se nota que está necesitado de una figura paterna

— Vamos Tommy, ya bájate lo reprende su madre y lo agarra separándolo de mi

— Hola Elena ¿Cómo estás? —Pregunto tratando de contener mi  emoción 

— Hasta hace un momento estaba bien —riñe demostrándome una vez más su desprecio por mi y no entiendo la razón ¿Sera que le gusto? Y como me vio con Miriam intenta mantenerme alejado “ya te crees el rey del universo irresistible para el sexo opuesto” —grita mi conciencia dándome una dosis de ubícate Alonso y no seas pendejo




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