Primera carta. ➸

Tenías razón, te iba a recordar... Me lo dijiste ese día, no quería aceptarlo.

De hecho pensaba que te iba a olvidar con el paso de los días... Pero aquí estoy recordándote. 

Despues de tanto me encontraba recordantote una y otra vez, hasta que mis pensamientos quedaban abrumados de ti. Me encontraba vacia a pesar de tanto tiempo y si te soy honesta, lo odio. ¿Por que me encuentro asi?

Lo unico que puedo hacer en estos días es recordarte, sobre todo recordar lo que vivimos. 

¿Recuerdas cuando nos conocimos? Fue en una tarde de invierno. 
Yo odiaba el frío y tú lo amabas. Todavia sigue esto igual.
Recuerdo que caí en una pila grande de nieve junto al árbol de mi casa y tú me ayudaste a salir, recuerdo que me invitaste un café, para quitarme el frío, no sabías que habia caido en un trampa en mi propia casa, al final del café te lo confesé y paraste de reír. No me sentí mal que te rieras de eso porque jamás lo senti como si fuera una burla. 
Hablaste todo el rato de ti. 
Pero no me importaba, ya que yo prefería escuchar que hablar. Despues me dí cuenta que prefería escucharte a que hablar de mí.
Recuerdo tus expresiones faciales y la emoción con que hablabas ese día. Parecías tan vivo, tan calido, ante mis ojos te convertiste en una llama de fuego que seguía creciendo y creciendo cada vez más, cada vez más calido.

Lo recuerdo como si hubiera sido ayer, recuerdo que desde el primer momento en que te vi caí rendida por ti. No podía apartar los ojos de ese fuego tan calido, tan maravillo.

Te recuerdo a ti. 

Y duele...