Es un día de sol, veo algunas nubes en cielo; hay enormes y frondosos árboles a mi alrededor, bellas flores que desprenden un aroma único; es un aroma dulce. El césped esta mojado, puedo sentirlo bajo mis pies descalzos, no sé dónde estoy, este lugar no lo conozco, nunca lo he visto pero me trae paz, tranquilidad...
Me siento libre
Cierro los ojos y siento los rayos del sol golpearme en el rostro de una manera dulce y abrazadora, mi cuerpo lentamente comienza a calentarse.
Siento como el viento sopla débilmente y choca con mi cuerpo el cual está cubierto con un vestido blanco de mangas largas sueltas con encaje en la zona de los codos, me llega ligeramente debajo de los muslos, doy un giro y el vestido se levanta, sonrió ampliamente y repito mi acción una y otra y otra vez.
Me paro en seco ya me siento mareada, mantengo mi sonrisa mientras hago el intento de recobrar mi postura.
Comienzo a reírme por las punzadas que siento en la cabeza debido a las vueltas que acabo de dar, toco mi abdomen mientras me recupero y siento como mis dedos rozan mi piel, el encaje muestra pequeñas partes de mi piel (sonrió mientras paso mis dedos por aquellos pequeños orificios), levanto la vista para divisar el hermoso jardín que tengo adelante y comienzo a caminar hasta llegar a una fuente que está situada en el centro de unas jardineras muy bien cuidadas y un arco enorme de flores que parece ser la entrada de alguna parte más del jardín.
Me acerco a la fuente hasta que puedo ver mi reflejo en el agua, me observo detenidamente... veo mi cabello castaño caer en ondas por mis hombros hasta llegar un poco arriba de mi cintura, llevo en mi cabello una hermosa corona de flores rojas... - Si no me equivoco son Crisantemos – que bellas flores. Paso mis dedos suavemente por uno de los crisantemos; mientras sigo observando mi reflejo en la fuente, noto que un pequeño pedazo de encaje une la falda con la blusa de vestido la cual tiene un escote de "V" sin ser tan pronunciado y tiene más encaje como contorno del escote mostrando un poco de piel, sin llegar tan lejos.
Vuelvo a sonreír, me muevo ligeramente y noto que mi espalda está totalmente descubierta.
Toco mi cuello con mi mano izquierda y siento unas pequeñas tiras de tela enredadas en la parte trasera de mi cuello como sujetador del vestido, comienzo a deslizar lenta y suavemente mi mano por el escote del vestido hasta que esta toca algo frío, lo tomo con mis dedos preguntándome que será eso, vuelvo a centrar mi vista en mi reflejo y veo un collar.
Fijo mis ojos en el collar, es circular y plateado.
Es un medallón, tiene unas coordenadas, es como si fuera una brújula...
Siento que tiene algo grabado en la parte trasera, me lo quito y paso mi pulgar por la parte en la que tiene inscrito; cuando estoy a punto de darle la vuelta al collar escucho un ruido, y desvío mi mirada.
Parece que rompieron una rama, comienzo a buscar en mi alrededor con la mirada, escucho más ruido, y detengo mi mirada en el arco de flores y escucho más ruido, no lo pienso dos veces porque comienzo a cruzar aquel arco de flores.
Entro en lo que parece ser un laberinto, todo a mi alrededor son arbustos enormes, con cada paso que doy el ruido se va intensificando, me acerco más, solo un poco más cuando escucho una voz...
- ¡Alice!
Me paro en seco al escuchar mi nombre, creo que he escuchado mal, pero mis dudas acaban cuando vuelvo a escuchar que dicen mi nombre...
- ¡Alice!, ¡Alice!
Esa voz... yo la conozco.
- ¡Alice!
Esa es ¿Valery?
- ¡Alice! Ya despierta
Cierro los ojos con fuerza y los vuelvo a abrir, pero esta vez no me encuentro rodeada de árboles y bellas flores, me topo con una pared de ladrillo con un estante blanco con libros, estoy en mi habitación.
- ¡Alice!
Entra Valery por la puerta envuelta en una toalla con el pelo mojado.
- Alice, amiga – me mira mientras se acerca a mí, yo sin embargo no me he movido y sigo acostada – Alice, levántate, recuerda que hoy tenemos examen de arte con la profesora Adelaide y no podemos llegar tarde, así que vamos.
Me quita las cobijas colocándolas a un lado y dejándome totalmente descubierta.
Valery comienza a caminar hacia la puerta hasta que se detiene, voltea y me mira con mala cara.
- ¡Alice! ¡YA LEVANTATE!
Vaya que carácter, yo ni me inmuto en contestar cuando Valery sale de mi habitación.
Dejo salir un suspiro y me siento en el borde de la cama mientras me recojo mi cabello en una coleta, me pongo de pie y me estiro lo más que puedo hasta que viene a mi mente el recuerdo de aquel sueño tan hermoso que tuve hoy, ya no supe que decía el collar y de dónde venía el ruido, si no hubiera sido por Valery y sus extrañas ganas de llegar temprano hoy a la universidad tal vez lo hubiera averiguado.
Salgo de mis pensamientos al escuchar una carraspera, al voltear me encuentro con Emily parada en el umbral de la puerta.
- Buenos días amiga, ¿te despertó la loca de Valery?
- Sí – digo con la voz un poco ronca, mientras me tallo los ojos – Y ¿a ti?
Emily deja salir un bufido cuando me dice - ¿Tu qué crees?
Le sonrió burlonamente al saber que Valery también fue a despertarla, Emily me mira con los ojos entre cerrados y me lanza la almohada que traía en su mano, logra darme en la cabeza a pesar de mi intento de esquivarla.
- ¡Emily!
Escucho sus carcajadas y lo aprovecho para aventarle la almohada, para mi buena suerte no lo vio venir porque estaba burlándose de mí, solo sintió como la almohada golpeo su rostro haciéndola caer.
- ¡Alice!
Ahora era mi turno para reírme de Emily.
- Me las vas a pagar – dice mientras se pone de pie y alza la almohada de forma amenazante, tomo mi almohada y también la alzo en señal de guerra.
- ¡BASTA! – vemos que se acerca a nosotras Valery quien solo esta vestida de la parte de arriba y de abajo viene con sus panties rojos de la "Suerte"– ¿Podrían apurarse?, hoy tenemos examen y no están para nada listas.
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Editado: 25.10.2021