Recuperando su Amor

5.

LEONARD

Nuevamente regrese a la oficina, el lugar era un tanto deprimente, estábamos en quiebra, buscando un salvavidas que nos diera una oportunidad de continuar con nuestros negocios, una oportunidad de que yo lograra mis metas. 

La empresa de mi padre era lo que quería, quitarle todo lo que él tenía era mi misión, después de tantos años de maltrato, de hacer cada una de las cosas que él me pedía, o mejor dicho, me obligaba a hacer, después de ser tu títere, quería vengarme y regresarle solo un poco de lo que me había hecho. 

—¿Encontraste algo? 

—Nada aun. —tiré a un costado las carpetas, estresado por no poder hallar ninguna laguna u otra cosa que me sirviera para quedarme con la empresa de Padme. 

—Yo tampoco encuentro nada interesante, bueno, todo es interesante, pero nada que nos sirve. Definitivamente, te tocó jugar al no infiel. 

—Necesito desestresarme. —golpeé mis hombros un par de veces con mis puños, un día largo de trabajo se estaba acabando y no teníamos ningún resultado. 

—Puedes ir a esta fiesta. —giró su portátil dejándome ver un banner en él.

—¿Reunión de ex-alumnos? ¿Qué somos? Niños de kinder. —se encogió de hombros restando importancia.

—Dijiste que querías encontrar a esa mujer de la universidad.

—Paige.

—Esa, solo ve a la reunión, puede que tengas la oportunidad de encontrar a tu pitonisa allí. —me quede inmovil mirando fijamente un punto en la pared. 

—Volver a ver a Paige. —murmuré sintiendo una extraña excitación. 

—Exacto, volver a verla, tal vez, puedas solucionar todo.

—Ella debe odiarme después de lo que sucedió. 

—No lo sabrás hasta que hables con ella, tal vez si le explicas lo que pasó puedan solucionar algo.

—No hay nada que solucionar, ella se declaro, yo le pedí vernos al día siguiente, no hubo día siguiente, ¿Qué crees que pensó en ese momento? ¡Que la rechace!

—Hablar soluciona todo, ¿No tienes nada que perder ahora?

—Puede ser, pero, no puedo hacerlo ahora, tengo que enamorar a la hija de Padme, no quiero jugar con Paige, no con ella. No me perdonaría hacerle mas daño. 

—Es un buen punto. Pero si deberías ir.

—Creo que tienes razón, iré y veré que tanto han cambiado mis compañeros de clase, perdí contacto con ellos desde que mi padre me obligó a irme con él. Incluso perdí todo contacto con Steve, espero verlo allí. 

—¿Fue con ustedes a la universidad?

—No a la misma carrera, pero sí a la misma universidad, él entró a periodismo, yo entré a administración.

—Pues, solo es para la gente de administración, no creo que vea a Steve. —hice una mueca, por un lado, la reunión era una buena oportunidad de ver a mis compañeros, de ver a Paige, por otro lado, tenía muchas ganas de volver a hablar con Steve, fue mi mejor amigo desde el jardín de infantes y no poder despedirme de él o tan siquiera continuar en contacto había sido difícil.

—Busca a Steve, necesito que busques su número, su dirección o cualquier otra cosa. Es la primera disculpa que debo dar. 

—Como pidas Bro. Encontraré a tu otro Bro, pero si interfiere con lo que tenemos planeado hacer, voy a tomar medidas, unas que seguramente no te gustaran. —Nos miramos fijamente. 

Pude ver en sus ojos la determinación, sabía que hablaba en serio, él era partícipe en mi plan y parte importante de este, además, él se quedaría con una parte de lo que yo consiguiera, se convertiría no solo en mi mano derecha, sino en mi segundo al mando. 

—Lo haremos como tú quieras, no me interpondré en esa decisión.

—Es solo con el fin que logremos nuestro objetivo, en pro de nuestras metas.

—¿Qué metas? —La asistente de mi padre ingresó a mi oficina, como siempre, sin tocar la puerta.

—Lograr la sociedad tan impecable como deseamos, y quedarnos con la empresa de Padme, obviamente. 

—Es bueno que deje de resistirse a los planes de su padre, él es un hombre sabio, sus planes muy pocas veces fallan.

—Están fallando en este preciso momento. —refute sintiendo fastidio por sus palabras. —¿Te digo quien nos puso en esta situación?

—Fue un mal negocio, eso no significa que no sepa lo que hace.

—Un mal negocio que claramente le pedí no hacer, pero como siempre, no me escuchó. 

—Un fallo no lo hace menos sabio. —rodé los ojos exasperado. —lo hacen más perspicaz.

Para nadie era un secreto que Maggie estaba perdidamente enamorada de mi padre, incluso desde antes de la muerte de mamá, sin embargo, mi padre nunca la había visto con ojos de amor o con otros ojos. Para él lo único importante era el dinero, y el dinero que cada persona podía brindarle, en su vida todos éramos piezas de ajedrez. 

—Si, seguro. 

—En fin, no vine aquí a hablar de las capacidades de tu padre, Stuart quiere verte, necesita un adelanto de los planes que tienes para la sociedad.




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