Capítulo XIV - Centro de atención

Capítulo XIV - Centro de atención

Día Estrella Fomalhaut, Fase Lunar Creciente

Han pasado varios días Estrella desde que mi madre se enteró del desconocido La Tormenta, cada día sin falta me cuestiona sobre las cartas que recibí y los regalos además sigue insistiendo en contarle a papá pero no podría hacer eso, sí papá se entera va a emitir un permiso de búsqueda y la Tropa Astro se encargaría lo que lleva a que Yaotl también se entere, así que no sé lo diré a papá.

Tenemos mucho trabajo con la unión de Kaya, mi madre y yo hacemos los vestidos mientras que Boneci y Amankaya se encargan de las decoraciones y papá en compañía de Sacknikté se encargan de las tiendas.

Afortunadamente ningún desconocido ha enviado cartas o regalos, lo que me tiene tranquila, es raro que últimamente todo esté tranquilo, aunque también puede ser una señal de que todo irá bien. El primer día Estrella de la siguiente Fase Lunar Amankaya estará felizmente unida para toda la eternidad y probablemente días Estrella después yo esté en el Torneo Corazón de Luna.

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Día Estrella Polaris, Fase Lunar Cuarto Creciente

Todo está perfectamente terminado por lo que mamá y yo tenemos tiempo de viajar a la Madriguera BeGoVí para mostrarle a los reyes los nuevos diseños para la Temporada de Cortejo después del gran Torneo.

Al llegar a la Madriguera los reyes nos esperan en la puerta del castillo.

—Majestades —mamá y yo hacemos una reverencia.

—Baronesa, señorita —el rey no saluda mientras que la reina sonríe—. Agradecemos el hecho de que hayan hecho un pequeño espacio en su agenda.

—Siempre tendremos tiempo para nuestros reyes —responde mamá.

—Debido a que fue un viaje rápido, Itzia y yo consideramos que lo mejor es que se queden en el palacio, estarán cuatro días Estrella así que es buena idea, se evitan el traslado al Clan Tierra y así pueden avanzar más rápido con el trabajo.

—Agradecemos la invitación majestad pero creo que no sería correcto… —comenta mamá.

—Son las mejores modistas por lo que es correcto —interrumpe la Reina—. La señorita Kuetspálin las llevará a sus habitaciones, les ayudará a instalarse para que podamos reunirnos en unas horas.

Mamá intenta replicar pero fracasa en su cometido.

—Un rey jamás insiste Baronesa pero con ustedes haremos la excepción —concluye el rey—. Sus habitaciones ya están listas, disfruten su estadía.

Al marcharse los reyes hacemos otra reverencia. Quiero gritar de emoción ya que es la primera vez que nos quedamos en el Palacio, mamá no está muy convencida pero ambas sabemos que será mejor ya que las horas que perderíamos al transportarnos al Clan Tierra las podemos usar en crear los diseños para la reina y el rey. Mamá se encargará de la ropa del rey y yo de la reina.

—Sigo creyendo que el quedarnos no es buena idea Nektli.

—Los reyes Coált solo quieren esto para que terminemos rápido cada trabajo además nos están solucionando estos cuatro días Estrella ya que no vamos a viajar. Ve las cosas desde el lado positivo mamá, no va a pasar absolutamente si nos quedamos. —le tomo la mano—. Somos las mejores y nos merecemos lo mejor, así que, el quedarnos es correcto y nos beneficia a todos.

—Está bien, pero aún así sigo sintiéndome incómoda —me sonríe tímidamente—. Sabes que soy muy tímida amor y estos actos hacen que esa timidez salga.

Sonrió mientras desempaco todo, hablo con mamá de cómo nos vamos a organizar ya que al parecer la reina no quiere nuestros diseños, ella quiere diseños únicos, dónde estén plasmadas cada una de sus ideas. No será fácil ya que es muy exigente pero tampoco es imposible.

Un guardia real nos informa que la reunión será pasadas las 6 de la tarde, mamá decide descansar y yo salgo a recorrer los hermosos jardines de rosas y otras flores, la naturaleza la apreciamos más cuando estamos en nuestra forma animal así que paso a ella.

Recorro cada flor y bebo el dulce néctar, observo los enormes árboles cuando siento a alguien acercarse, giro hacia la derecha pero del lado izquierdo una lengua acaricia mis pequeñas plumas, al girarme veo al príncipe Akbal es su forma animal, está vez se hizo más pequeño para estar a mi altura lo que es gracioso porque está completamente tirado.

—Nektli, es una sorpresa que estés de nuevo aquí —me saluda—. Era común verte en este jardín cuando acompañabas a tu madre pero un día dejaste de hacerlo, era divertido jugar.

—Lo recuerdo muy bien —sonrió recordando nuestros juegos entre las plantas siendo muy pequeños en nuestra forma animal— El príncipe Canek siempre se molestaba cuando no salían las cosas como él deseaba aunque jugaba poco con nosotros.

—Lo recuerdo perfectamente —sus ojos demuestran mucha felicidad—. Desgraciadamente un día ya no viniste con tu madre a las pruebas de vestidos y toda la diversión de las tardes se perdió, Nektli. Canek se fue a la Tropa Astro, tú te dedicaste a tu familia y a sus negocios y pues yo comencé con mi preparación como heredero al trono. Todo terminó el día que los rosales crecieron y nosotros también pero me alegra tenerte aquí.