Reflejos De Un Amor Menguante

Capítulo XVI - Mensaje inesperado

Capítulo XVI - Mensaje inesperado

Día Estrella Menkalinan, Fase Lunar Cuarto Creciente

Al parecer hoy es nuestro último día en el Palacio, terminamos antes de lo esperado, mamá tomará las medidas del rey para poder partir a nuestro Clan, mientras madre lo hace yo termino de empacar todo.

Salgo por última vez al maravilloso jardín, jamás me cansaré de estar en el, en mi Clan papá logró poner un invernadero pero son plantas de nuestro Clan y la mayor parte de ellas son con fines medicinales pero las flores de este lado del reino son increíbles.

—Que bueno que te veo —la voz de la reina en mi mente me exalta —. Disculpa si te asusté pero no pude evitar acercarme a observar tu forma animal, la ultimas vez que te vi así eras muy pequeña.

Pasó rápidamente a forma mortal.

—Majestad —hago una reverencia rápida mientras la reina sonríe.

—Akbal me comentó que el jardín te gusta mucho supongo que es propio de tu especie además que parte tú infancia la viviste aquí.

—Así es, amo las flores y más el néctar dulce de algunas de ellas y siempre me trae buenos recuerdos estar aquí, majestad.

— Puedes llevarte las flores que más te gusten y sé que con ayuda del Barón Huitzillin podrán lograr conservar cada una con hechizos.

La idea me emociona pero niego, sería mucho llevarme flores del Palacio.

—Claro que puedes, busca las que más te gusten y sin problemas te las lleva.

—No podría. Lo agradezco pero no podría hacerlo, no estaría bien —llevo mis brazos a la espalda mientras juego con mis dedos.

—Sé que es difícil tomar un regalo de la reina pero hagamos algo, esto no es un regalo, es un pago adelantado por tus magníficos diseños. Toma tus favoritas.

No quiero pero acepto, agradezco a la reina y me dirijo rápido a la rosas blancas con oro aunque de estas no obtenga néctar son increíbles, tomo otras dos especies ya que no quiero abusar y me encargo de revisar los componentes de la tierra para después hacerla en casa.

🌙🌙🌙

Recorro cada pasillo de paredes grises, en la entrada al Palacio noto algo que nunca había visto, la foto familiar de los reyes, está rodeada por los símbolos de cada Clan, gota (Clan Agua), remolino (Clan Aire) y hoja (Clan Tierra), todos los elementos están incrustados en una hermosa Luna Llena. Camino lo más rápido posible a la Sala del Trono para poder despedirme.

—Gracias majestad por su gran atención —la reina asiente—. Nos veremos pronto en la entrega de los vestidos y una vez más gracias por todo.

—Que tengan buen viaje —me observa— Espero que hayas tomado muchas especies. —asiento.

—Gracias majestad, las cuidaré muy bien.

—Por cierto, Sak me dijo que las acompañaría, hará una visita importante a la familia Cuauhtli. Se irán en el carruaje.

Al salir del castillo el príncipe nos espera al lado del carruaje, nos ayuda a subir y al estar dentro la tierra comienza con su labor al moverlo.

—Alteza, agradecemos su amabilidad. —mamá sonríe mientras el príncipe asiente.

—A nadie le viene mal un acto de amabilidad, Baronesa.

Mamá me observa y por sus ojos sé que no dirá nada bueno.

— Alteza, usted puede comunicarse de manera rápida con su hermano el Gran General ¿Verdad?

—Así es —se acomoda en el asiento.

— ¿Es posible encontrar la identidad de alguien si solo se tiene una carta? —cierro los ojos, no acaba de decir eso.

—Mamá no es necesario hablar de esto, el príncipe tiene más ocupaciones —mamá me dice con los ojos cállate mientras yo me muero de la vergüenza.

— ¿Pasa algo Baronesa que su cría no quiere decir? —pregunta mientras enarca una ceja.

— A Nek no le gusta molestar a los demás pero si pasa algo. —prefiero ver los árboles al pasar que escuchar a mamá, que pena.

— ¿A si? Dígame qué es eso que la atormenta Baronesa. —nos mira a ambas.

— Desde hace poco a Nektli le han estado enviando cartas y regalos, es un desconocido y temo que sea alguien que la quiera dañar —mamá observa fijamente al príncipe y este también a ella—. Ella dice que es alguien inofensivo pero nadie lo sabe alteza, ¿usted podría enviarle una carta a su hermano para que él haga algo al respecto?

— ¿Le molestan las cartas o regalos señorita? —el príncipe me observa con mucho interés.

— No, la mayoría de las veces son una pequeña distracción aunque mi madre no lo vea así, no me molestan.

— Entonces si no hay molestia no hay problema —mamá abre los ojos sorprendida ante la respuesta—. Pero por su expresión señora Huitzillin le escribiré a mi hermano y en cuanto tenga información se la haré llegar.

— Muchas gracias alteza, si algún día encuentra alguna pista necesito que la información solo llegue a mis manos, nadie debe enterarse.

— ¿Por qué solo a usted y no al Barón?

—Porque Kinam no lo sabe ya que lo buscaría en cada rincón del reino y queremos evitar dicha preocupación, ¿podría hacerlo?




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