Capítulo XVIII - Amenazas y peligro
Día Estrella Gracrux, Fase Lunar Gibosa Creciente
Sacknikté y mamá cortan la tela para los vestidos que ya fueron pedidos mientras yo termino de coser el último vestido de la reina, la prueba de ajuste la realizará mamá y Sacknikté mientras yo me quedo a terminar otros pedidos.
—Madre, la familia Papalotl desea terciopelo en sus vestidos pero ya casi no tenemos —dice Sacknikté.
—Entonces ve y compra más con los Molotl —responde mamá a lo que Sacknikté niega en inmediato.
—Claro que no, cada vez que voy la señora insinúa que tiene varios machos solteros y atractivos. Por favor mamá que vaya Nektli —me observa y agranda los ojos en señal de ayuda.
—Si va Nek, tú terminas de coser el vestido entonces —complementa mamá.
— Pero yo no sé coser —se gira y me observa—. Por favor Nektli ve tú —mira fijamente una pared en busca de algún convencimiento—. Si vas yo haré todas tus actividades por 7 días Estrella.
—Sacky, ve tú, la señora Molotl no te dirá nada, no creo que ella esté en la tienda ya que una de sus nueras está apunto de tener a su cría, lo más probable es que no esté.
Se gira molesta a la caja y toma dinero para irse a regañadientes diciendo que nadie la entiende. Se escucha que alguien entra y estoy a punto de decirle que tan rápido se le quitó el valor pero me sorprende ver a un Mercenario Astral.
—Buen día, Baronesa —asiente saludando a mi madre—. Señorita —me sonríe un poco—. Por órdenes de su majestad el rey Ikal Coált estableció que todo negocio tendrá que otorgar 6 monedas espejitos por cada hembra que participará en la Temporada de Cortejo —mamá asiente.
—En ese caso solo participarán dos.
—Perfecto, me dice sus nombres.
—Boneci y Sacknikté Nec-ra Agreti —el Mercenario anota los nombres mientras recibe las monedas— ¿Cuándo se pagarán los impuestos de este año?
—Los impuestos ya fueron pagados hace varios días Estrella, Baronesa —mamá exclama como si fuera lo peor del mundo no haber pagado los impuestos a tiempo.
—¿Por qué no se nos notificó cuándo se pagarían?
—No se les notificó ya que sus impuestos fueron pagados en el día Estrella y hora establecida —mamá y yo nos observamos
—¿Quién los pagó Mercenario? —intervengo—. Mi padre no lo hizo y claramente mi madre tampoco.
— El nombre del responsable es información clasificada señorita —espero y no sea el que estoy pensando..
—¿Cómo qué es información clasificada? —mamá coloca los brazos en jarra—. Necesito hablar con su superior para aclarar este problema.
El Mercenario sale por su superior mientras mamá pega con la punta del pie en el piso.
—¿Hay algún inconveniente Baronesa? —pregunta un macho Océlotl.
—Si, el jóven me comenta que los impuestos de mi familia ya fueron pagados pero nadie de mi familia fue notificado sobre la fecha del pago por lo tanto nadie los pagó.
—Su familia se encuentra en la lista de los si pagados.
—¿Quién dirige todo el cobro de impuestos? ¿El rey o el príncipe Akbal?
—El príncipe Akbal, señora.
—Hablaré con él sobre este error, gracias y disculpe la pérdida de tiempo.
—Estamos para servirle al Reino. Que tengan buen día —el macho sale y mamá se gira rápidamente hacia mí—. Seguramente pagó ese tal Tormenta Nek, se está tomando atribuciones que no debe y eso puede ser peligroso.
—Madre, seguramente el príncipe Akbal fue cortés y los pagó él como muestra de nuestra amistad, debe estar tranquila y evite decir que La Tormenta lo hizo, no puede hacer ese tipo de afirmaciones —me observa y vuelve a la mesa para cortar más tela.
Sacknikté llega con toda la tela necesaria mientras protesta y hace rabietas de lo incómoda que siente cada vez que va con los Molotl y que jamás volverá a ir, sonrío sin que me vea, no quiero molestarla más. Termino con los vestidos de la reina y ayudó a mi hermana a cortar más tela para formar cada vestido mientras mamá une cada pieza. La tarde llega y con ello nuestro cansancio igual por lo depues de un gran día productivo regresamos a nuestra choza.
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Día Estrella Elnath, Fase Lunar Gibosa Creciente
Mamá y Boneci partieron ayer para la Madriguera BeGoVí, los atuendos del rey y la reina estaban terminados. Me quedé en la tienda terminando de confeccionar un vestido carmesí lleno de brillos para una hembra Kakalotl y para evitar más comentarios erróneos del Diario.
—¡Me voy por unos días y en mi regreso me encuentro con que hay muchos rumores de una relación con el príncipe Akbal! —no está hablando, está gritando—. Tan poca estima tienes que estás desesperada por atención de los machos.
—Te puedes calmar, tú… —me coloco frente a la mesa de costura.
—¡Callate! —se acerca rápidamente logrando que choque contra la mesa—. Te lo advertí, te dije que no quería más encuentros tuyos con él y, ¿qué hiciste?, hablar, sonreír, bailar y hasta hospedarte descaradamente en el Palacio.
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Editado: 19.12.2024