Capítulo XXII - ¿Amenaza?
Día Estrella Alnair, Fase Lunar Gibosa Creciente
Nektli
Escucho el ruido de una pluma deslizándose por una hoja, supongo que papá que debe estar haciendo inventario o algo así.
Abro un un poco los ojos y noto un gran bulto a mi izquierda así que doy por sentado que es mi padre, pestañeo un poco y mi visión se aclara haciendo el bulto negro más visible, unas manos fuertes y muy ágiles se deslizan por la hoja.
Claro que no es mi padre, papá es fuerte pero no como este macho fornido.
—Papá —mi voz sale más ronca de lo normal—. Papi, ¿estás ahí?
Pregunto al macho para eliminar cualquier duda pero el gran manchón negro se elimina lo que me hace dudar si realmente fue real o el sueño me hace ver cosas, me giro completamente a la izquierda mientras una voz ronca habla a mis espaldas, me paralizo porque esa voz fue la misma voz que escuché cuando me encontraba casi inconsciente en el arroyo.
—No soy papá pero te puedo proteger de la misma forma, mi diosa del encanto.
Cómo puedo me giro rápidamente y alcanzó a ver una melena, ¿plateada?, saliendo por la ventana, intento bajar de la cama pero mi torpeza hace que me enrede con las sábanas y caiga ruidosamente al piso y para cerrar con broche de oro aún no puedo volar ya que mi ala está a un bajo reposo, me acerco a la ventana pero me es imposible ver bajo los árboles la presencia de alguien.
Cierro perfectamente la enorme ventana y regreso a la cama, no creo que pueda dormir sabiendo que alguien entró y estuvo a mi lado mientras yo dormía plácidamente, ¿qué tal y me quería asesinar? O ¿Secuestrarme?, pero eso me pasa por decir que mamá es una exagerada al pedirme que cada ventana debía ser cerrada antes de irme a dormir.
—Hola mi niña —mamá entra con una sonrisa enorme—. ¿No puedes dormir?
—Alguien entró, mamá —la veo directamente a los ojos mientras ella borra la sonrisa de golpe—. Estaba durmiendo y cuando desperté alguien estaba sentado dibujando —señalo el lugar—. Por un momento creí que era papá pero me equivoqué cuando le pregunté si era él y desapareció y luego un macho habló a mis espaldas y se fue rápidamente y yo por mi torpeza me caí y cuando logré llegar a la ventana ya no estaba.
—Tranquila amor, tranquila —mamá se acerca rápido para abrazarme fuertemente— ¿Estás herida?
—No, creo que estoy bien —me tiemblan las manos.
—Seguramente es ese macho de las cartas —se levanta y comienza a caminar de allá para acá —. El príncipe Sak no ha enviado nada.
—Mamá los príncipes tienen más ocupaciones que buscar a un macho por simples cartas.
—Ve lo que pasó por confiar en la seguridad del reino, no sabemos las intenciones verdaderas de ese macho Nektli así que no debemos confiar en él.
—No confío en él madre.
— Entonces, ¿por qué le dijiste al príncipe que sus cartas no te molestaban?
—Porque no lo consideré un peligro para mi vida.
—Debemos considerarlo amor, ahora estás menos segura con todo lo que ese Diario publica y con ese macho escurridizo y desconocido.
—Todo va a terminar en cuanto me vaya al Torneo madre —tomo su mano parando la caminata—. Ya lo verás.
—Esperemos que así sea amor —me lleva de nuevo a la cama—. Ahora a descansar y ten por seguro que en unas horas tu padre sabrá todo con exactitud.
Paso a mi forma animal mientras mamá revisa mi ala la cual está completamente sana pero lo mejor es tomar reposo así que me sumo en un sueño profundo nuevamente.
🌙🌙🌙
La hermosa mañana iluminada por la Luna me hace despertar, de inmediato las imágenes de hace unas horas llegan de nuevo. ¿Es normal despertar preocupada? Yo creo que no Nektli.
Me levanto para ducharme pero algo inusual llama mi atención, veo un dibujo a la mitad justo en la ventana donde claramente estoy plasmada y dos cartas con sobres muy diferentes sobre mi mesita de escritura.
Tomo ambas cartas y abro la que tengo a la derecha la cual tiene el sello roto, leo rápidamente el contenido y con esto compruebo que Yaotl jamás tendrá la capacidad de escribir bien ya que las metáforas y palabras románticas no son lo suyo, ¿cómo pudo comparar mis ojos con toronjas o mi cabello con ramas secas? Que horror, sigo con la carta de la izquierda la cual refleja profundamente la pasión con la que está hecha, la última frase me llama mucho la atención además de que él sí sabe usar metáforas aunque después de lo de anoche no sé si es bueno seguir confiando en sus palabras y teniendo la fascinación que tengo por sus palabras.
Me ducho tranquilamente pensando cuándo recibiré la carta de aceptación al Torneo y cuándo debo presentarme para iniciar, según participantes anteriores es un juego lleno de enigmas donde no sabes separar la realidad con la ficción, solo espero que la Madre Luna me ayude y logre siempre estar centrada.
Bajo a la gran cocina mientras Boneci cuenta la discusión que presenció ayer en la Plaza Sirius.
—Entonces la hembra le dio una cachetada que le giro la cara al macho —habla Boneci.
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Editado: 23.01.2025