Capítulo XXIV - Recuerdos

Capítulo XXIV - Recuerdos

Salto de la cama cuando unos golpes fuertísimos resuenan en la puerta, me quedo quieta en el centro de la habitación esperando a que los golpes se repitan pero no se vuelven a repetir.

Me voy al baño para poder lavarme la cara y quitarme el sueño de una vez, el entorno cambia drásticamente y paso de estar en el baño a estar en un aula repleta de niños escuchando al mentor Tekolotl.

—Recuerden, la danza es un arte, es un método de expresión bellísimo, sin más que decir, salgan y exploren el bosque con precaución.

Los niños salen corriendo y yo salgo con ellos, cerca de una flor trompetilla una niña de cabello castaño con ojos llenos de curiosidad observan la flor mientras a su espalda y niño castaño un poco mayor que ella la observa con esos afilados y muy amarillos ojos.

—Hola —habla el niño.

—Hola —responde la hembra con una pequeña sonrisa.

—Me llamo Yaotl Grandágil Podráp —extiende su pequeña mano a la niña—. Un gusto conocerte.

—Me gusta tu nombre —dice la niña mientras toma la mano del niño—. Es un placer conocerte, yo me llamo Nektli Nec-ra Agreti.

—Si, lo sé —el macho lleva sus manos a la espalda—. Eres la especie única del Clan Aire, yo también soy de ese clan, soy un Cuauhtli.

—¡OH! —la hembra se lleva la mano pequeña a la boca—. ¿Te gustan las flores? —se gira a la planta mientras recita un sin fin de datos sobre la maravillosa flor.

Corto una flor del hermoso bosque mientras los mismos niños hablan antes de entrar a su clase de danza.

—¿Quién te obsequió ese collar? —cuestiona el niño observando fijamente el cuello de la niña.

—Es un regalo de Canek por ser amigos —responde la niña.

—¿Yo también puedo obsequiarte algo?

—Claro, todos pueden obsequiarme algo, pero claro está que mis mejores amigos siempre serán los príncipes.

—Yo también quiero ser tu amigo —el macho se toca el pecho—. Puedo ser mejor que los príncipes.

Camino hacia el arroyo donde siete Huitzillin juegan, unos vuelan mientras se empujan y otros se sumergen en el agua, las plumas de todos brillan bajo la luz de la Madre Luna.

Al girar una niña corre feliz en el hermoso jardín del palacio al lado de tres niños mientras en el Clan Aire un macho se molesta porque la hembra del bosque no se encuentra en su hogar y es imposible verla.

Regreso a las aulas y en la clase de baile el niño Cuauhtli se molesta demasiado porque una vez más el príncipe Canek y Nektli están practicando los pasos nuevos juntos, mientras la pequeña niña Tlotli lo jala del brazo para practicar con él. Observa al príncipe sonreír ante algo dicho por Nektli y eso le enfurece más, él anhela bailar con ella pero la suerte nunca está de su lado y al final ella siempre baila con el príncipe Canek.

Desde el suelo puedo ver la casa Cuauhtli dónde el macho Yaotl se encuentra feliz ya que Nektli no jugará más con los príncipes debido a la partida del príncipe Canek a la vez que Nektli se concentra en aprender cada planta medicinal existente en el reino.

A lo lejos una Nektli abandonó la etapa de infancia y comenzó su desarrollo, se encuentra buscando diferentes cuarzos en la Plaza Sirius.

—Hola, ¿cómo estás, Nek? —Yaotl se acerca a ella

—Muy bien, ¿y tú? ¿Qué tal tus entrenamientos para ingresar a la Tropa Astro?

—De maravilla, creo que lograré entrar sin problema alguno.

—Eso es bueno, cumplirás tu sueño.

—Así es y, ¿qué hay de ti? ¿Cómo van tus clases?

—Perfectas, soy la mejor de la clase.

Ambos sonríen con orgullo por los logros que han tenido.

Yaotl le entrega un ramo de flores a Nektli mientras ella sonríe tímidamente y las acepta.

Veo como Yaotl invita a salir a Nektli a una cena especial en el mejor restaurante de la Plaza Sirius.

—¿Te gustó la cena? —cuestiona Yaotl.

—Si, fue muy lindo todo. Te lo agradezco mucho.

—Tu agradecimiento es esa hermosa sonrisa, Nektli.

Yaotl afirma que Nektli le gusta y está le hace saber que su sentimiento es correspondido después de muchas citas a lo largo del reino.

Contemplo a Yaotl ingresar a la Tropa Astro y perdiendo comunicación con Nektli apagando la chispa entre ambos.

Veo a un macho fuerte y muy atractivo ante los ojos de las hembras llegar de nuevo al Clan Aire siendo Guerrero de Madriguera y dispuesto a conquistar de nuevo a Nektli a la vez Nektli sale de su hogar para dirigirse a la Plaza Sirius pero está es interceptada por el muy cambiado Yaotl.

Abro los ojos y el sueño raro que acabo de tener no me cabe en la cabeza, no sé qué es lo que pasa pero debo de dejar de pensar en él.

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Despierto pensando en el sueño lleno de momentos clave de mi relación con él, si no hubiera aceptado de nuevo nada de esto habría pasado, si tan solo yo no hubiese aceptado esa cita cuando él estaba de regreso nada esto estaría pasando, pero el hubiera no existe.