La piel le ardía como si tuviera fiebre, sentía las manos del hombre recorrerla sin dejar ni un espacio sin tocarla, los labios la devoraban sin piedad, la humedad se extendía, mientras que le exigía más de aquella intimidad, la piel del hombre rozaba la suya y la hacía alucinar.
La boca de su amante tomo posesión de sus pechos, la corriente paso por todo su cuerpo provocando que arquera la espalda en busca de que profundizara más aquellas caricias desconocidas hasta ese momento, algo en su interior estaba creciendo, una mano bajo hasta la zona intima, provocando que sus gemidos escaparan sin control, lentamente algo se construía en su vientre que pedía ser liberado.
Las caricias se volvieron más profundas, hasta lograr que estallaran, dentro de ella, fuegos artificiales provocando espasmos y corrientes que pasaban velozmente por cada nervio de su cuerpo.
-Te amo Deirdre –la voz de Connor resonó en su cabeza devolviéndola a la realidad
Kara se sentó en la cama asustada, con una mano se tapó la boca mientras trataba de regular su respiración y su corazón, este último estaba desbocado por las sensaciones que aun sentía en su cuerpo, es que no podía haber sido solo un sueño o sí.
Sentada en la cama miro por la ventana y vio la oscuridad, se había dormido esperando a Connor, pero este jamás llego, no estaba segura de que hora seria pero de seguro era de madrugada, decidió que no podía seguir encerrada, ya se había portado bien por demasiado tiempo.
Con cautela abrió la puerta tratando de que no chillara, miro fuera y vio a su guardia tonteando con Effie, ella la vio asustándose pero Kara le hizo seña de que no la delatara y en cambio la chica solo le sonrio. Descaradamente la joven acaricio el rostro del hombre atrayendo totalmente la atención sobre ella y así dándole la oportunidad de salir sin ser vista.
Sabía que el cuarto de Connor estaba al final de aquel corredor, sin dudar y agazapada por la oscuridad del pasillo camino hasta llegar a la puerta, pensó por un momento si golpear o no pero se decantó por entrar directamente.
Entro rápidamente mientras cerraba la puerta detrás de ella, el ruido hizo que Connor se levantara y viera quien se atrevía a entrar mientras él se bañaba.
La visión dejo a Kara muda, frente a ella estaba un hombre de cuerpo de infarto, era muy alto y musculoso, de pecho y hombros anchos y cintura y caderas estrechas, piernas largas y macizas, cada musculo del cuerpo parecía haber sido esculpido, un calor le recorrió el cuerpo haciendo que sus mejillas se tiñeran de rojo
-Se puede saber qué haces aquí –la voz de Connor la saco de su estupor-como saliste de tu cuarto
-Vine a hablar contigo –le dijo con cierta dificultad mientras no podía apartar la vista de su hombría la cual no se preocupó en ocultar –no puedo seguir esperando a que te dignes a verme… a tu guardia no le paso nada- aclaro con rapidez
-Está bien… te escucho –le dijo saliendo de la bañera y acercándose al fuego de la chimenea
Ella lo miro con nerviosismo tratando de quitar la mirada, creyendo que se cubriría pero no fue así, ahí estaba todo un ejemplar de hombre frente a ella y ella sin saber qué hacer.
-Porque no te cubres –le dijo desviando, ahora si, la mirada a la pared y cruzando los brazos sobre el pecho–no digo que la vista no sea agradable pero compréndeme hijo… no me puedo concentrar en lo que digo
-No –le dijo fingiendo indiferencia pero deleitándose internamente con el nerviosismo de la chica y aunque le daba cierto pudor por llamarlo de alguna forma-tú te metiste al cuarto de un hombre ahora te aguantas
Ella respiro varias veces, había momentos en los que lo hallaba totalmente irritable, sabía que cuando se enojaba perdía la ventaja y últimamente eso no le había resultado en nada bueno. Con la vista recorrió la habitación encontrando la toalla cerca de la cama, asique camino hasta ella y la tomo.
-Por lo menos tapa a tu amigo –le dijo lanzándole la tela sintiéndose levemente sofocada –en serio necesito hablar contigo y no quiero que andes pavoneándote de acá allá con todo eso a la vista
-Yo no te dije que vengas –replico con una sonrisa deslumbrante y burlona mientras se enrollaba la tela alrededor de la cintura –pero está bien te voy a quitar la tentación de la vista
-No seas engreído –le espeto molesta mientras que el corazón le latía con fuerza – tapate que te va a dar un resfriado… vamos a hablar tranquilamente
El asintió y le señalo los silloncitos junto a la chimenea, ella asintió y se sentó mientras que el solo busco otra toalla y comenzó a secarse el cuerpo mientras la miraba.
-Dime sassenach –la llamaba otra vez con aquel modo despectivo, aunque ahora había diversión en su voz en lugar de desprecio –que es tan importante que tenías que entrar al cuarto de un hombre
-Quien es Deirdre –pregunto a quema ropa, haciendo que Connor la mirara con la boca abierta por la sorpresa aunque recompuso su rostro casi de inmediato –sé que es importante asique por favor contéstame
-Como sabes de ella –pregunto hablando entre dientes y con voz tan fría como el hielo
-Tu contesta primero –le replico con mirando aquellos ojos absolutamente azules con firmeza –es importante para mi
-Fue mi esposa –las palabras la atravesaron como dagas –pero murió hace años
Kara se sintió bastante mal con su torpeza, la pregunta había sido estúpida, si lo pensaba por un momento y unía las visiones esa era una respuesta más viable, pero aun así una parte de ella necesitaba la confirmación de la boca del propio Connor.
-Lo siento –las palabras eran sinceras –la asesinaron verdad
-No… ella se quitó la vida- el rencor era claro pero había despertado su interés –como sabes de ella y que tiene que ver contigo
Aquella revelación la dejo helada, ella había visto su muerte y no había sido un suicidio, pero al parecer alguien se había encargado de borrar la evidencia, en su mente tomo fuerza la teoría de que estaba allí para desenmascarar al villano