—Eres la mano de Adrián, ¿podrías decirme... si esto lo enojara? —inquirió
Él se quedó pensativo, no estaba seguro de responder esa pregunta puesto que ahora observaba era el mismo nivel de perversión en ambos.
Adrián quería que Charlotte fuera humillada él día de su boda, y si eso no fuera suficiente quería crear en ella un espejismo de Bennett sin atractivo.
De tal manera que ella sintiera el mismo asco que en una persona de color.
Alysa con su falta de semillas y tierra, esperaba un desequilibrio total de todo el imperio.
Ella estaba yendo por dos factores importantes para la corte, la fertilidad.
Adrián solo quería dañar su noche bodas.
Estos hechos fueron planteados para arruinar la reputación de Charlotte, recalcar los errores de Bennett y causar rechazo del pueblo, Marcus quería justificar estas acciones.
Aunque, a sus ojos ninguno de los dos tenía algún punto a favor, solo deseaban el dolor.
Tal vez, su único argumento era la venganza.
—Majestad... si me lo pregunta, no creo que se enoje tanto... —Sus palabras quedaron en el aire con el azote de la puerta
él compañero de Marcus entró asustado a la habitación.
—¿Qué es esta falta de respeto? –Marcus alzo una ceja hablando con autoridad
—¡¡¡Su majestad el rey fue envenenado!!!
La noticia paralizó a Alysa, Marcus debajo de la túnica trago en seco con asombro, sus músculos permanecieron inmóviles.
Hasta que Alysa corrió hacia al mago.
—¡¿Cómo lo envenenaron?! ¡¿qué pasó? ¿¡dónde está su seguridad?! ¡¿quién preparó la comida del rey?! —exigió respuesta
No se podía negar la exaltación en ese momento, entre él y Marcus tuvieron que calmarla, de lo contrario serían dos monarcas enfermos y eso no se lo podían permitir.
—Cálmese por favor —recomendó Marcus
—¡No me pidas que me calme! —regaño
—Su majestad, el rey está siendo tratado en estos momentos, pero necesitan nuestra presencia, permítenos ir —pidió el otro
—¡¿Y quién los está detenido?! ¡Vamos! —ordenó
Ambos magos utilizaron su Magna para llegar antes a la habitación. Alysa conocía el camino por lo que, camino lo más rápido posible, al cruzar un pasillo, varios médicos más magos entraron en la habitación, cada vez con más cosas para tratarlo.
«No fue solo un envenenamiento» pensó con el ceño doblado
Apretó los puños tragando en seco, lista para entrar.
Sin saber con qué se encontraría.
Adrián estaba tendido en la cama, con la boca expulsando espuma, las venas de su cuerpo rojas, lágrimas de sangre y los ojos completamente perdidos.
No parecía estar vivo.
Por el asombro se recostó en una pared, su estómago se revolvió vomitando lo último que consumió en el día.
El sonido alteró a todos en la habitación, puesto que la reina había entrado sin aviso, uno de los médicos la tomó entre sus brazos, ella se recostó en su pecho débil y sin fuerzas.
Sus piernas temblaban, no quería imaginar qué más pasaría si él no lograba sobrevivir.
Por lo tanto, fue entregada a otros médicos para que la atendieran, se la llevaron del cuarto hacia sus aposentos matrimoniales.
El hijo de Kasha oculto observaba con una sonrisa como todos atendían al rey, la debilidad de la emperatriz y el pánico del palacio.
«Mi plan resultó perfecto»
El pequeño engendró salió directo a habitación sin ser visto, se escondió debajo de la cama donde guardaba las cartas qué Charlotte le había enviado dándole órdenes.
Al final escribió con su sangre.
—"Mi reina lo logramos, el veneno resultó ser de maravilla tal como quería, es usted muy inteligente" —todo esto en una letra tan horrible que, al leer pensarías que escribieron con los pies
Al momento recibió respuesta de la reina.
—Gracias, hijo mío
Escondió todo nuevamente, salió de cama con una sonrisa oreja a oreja, fue al tocador perfeccionando sus mechones rebeldes sin dejar de tararear una canción.
Una de cuna, la cual Charlotte le había enseñado.
***
Acostada sobre la cama con un paño frío sobre su frente, Alysa recibió a Marcus con las manos en el pecho masajeándolas.
Su expresión era tensa, tenía los ojos perdidos, el ceño doblado, los labios blancos de apretarlos con los dientes.
—¿Cómo está él? —inquirió Alysa con debilidad
—No... no vine a hablar sobre el rey, quería saber de usted —contestó honestamente
Alysa no estaba lista para saber sobre el estado de su esposo.
Adrián había sido envenenado con un Ingrediente fundamental para su vida, puesto que era alérgico a una fruta sin sabor, su nombre nunca le interesó, además de eso, componentes mágicos que juntos lo hacían un veneno sin cura.