Final.

Sus manos se sentían sudorosas, después de tantos tropiezos al fin podría estar junto a la persona amada.

— Lía no debes estar nerviosa. —cepillaba el largo cabello pelirrojo de la que siempre consideraré mi pequeña revoltosa, recordar el momento donde Axel pidió a mi y a Damián la mano de Merliah me estrujaba el corazón, pero también fue un momento inolvidable, para mí y para Damián más que nada para Damián.

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Merliah y el marqués Tudor se reunirán hoy conmigo y Damián en el salón orquídea, yo estaba emocionada mi pequeña quería darnos una noticia. El salón orquídea era usado en el palacio para cosas especiales, era uno de los lugares más lindos de todo el palacio, de paredes blancas y altas, el techo era una maravilla de color dorado lleno de lámparas de araña con muchos cristales iluminando el sitio, grandes ventanales con vista a los jardines reales.

—Podrías por favor dejar de moverte tanto, parece que te dará algo en cualquier momento — murmuré molesta con la actitud del rey.

—No puedo —respondió el pelirrojo igual de serio.

Iba a decir algo pero las puertas se abrieron, mostrando al fin a nuestros invitados, tomé a Damián del brazo al fin.

—No vayas a meter la pata —susurre a su oído, recibiendo una mirada indignada de su parte.

Merliah entró junto a Axel, usaba un vestido color crema con detalles en azul marino, su cabello atado en una coleta baja con una cinta azul marino, su único accesorio era su inseparable amuleto de hirios.

Por otro lado Axel vestía completamente de negro, a excepción de los adornos dorados de su traje militar.

Al estar frente a los reyes, la princesa y el marqués de Moon Black hicieron una reverencia, presentando su respeto a los monarcas.

—Luces preciosa mi niña, tu padre y yo estamos ansiosos por saber el motivo de tu petición para reunirnos aquí...

—Si Merliah habla ya tú y el cachorro pulgo...

—Lo que Damián quiere decir es que nos sentemos ya a la mesa, pediré que sirvan —suspiré pidiendo paciencia a los dioses, está noche iba a ser larga y quizás algo incomoda para Merliah.

—¿Por qué el pellizco? —musitó el rey alzando una ceja.

—Si no te comportas, el pellizco será lo menos doloroso está noche —respondí tomándole del brazo.

La cena se había servido lo único que rompía aquel silencio, era el sonido de los cubiertos, la princesa miró al castaño ambos asintieron al momento había llegado.

El castaño se puso de pie. —Majestades...

—¡Axel y yo ya tenemos casi un año de noviazgo, y ya hemos escogido fecha para casarnos! —exclamó Merliah apresurada, las palabras cómo si estás estuvieran atoradas.

El rey arqueó una ceja en señal de desconcierto, miró a su esposa luego a Merliah, por último fulminó al muchacho con la mirada.

—¿En serio un año? —cuestionó sarcástico—, tú aún eres muy joven, ese pulgo... Digo muchacho es mayor que tú y por último no apruebo nada.

Merliah buscó apoyo en su madre con la mirada, pues su padre se comportaba algo intransigente.

—Pues no es justo cuando mi madre se casó, incluso era menor que yo, Axel solo me lleva un año y tú igual eres mayor que mi madre —replicó Merliah molesta, por las excusas de su padre.

—Lía tu padre solo bromea, cariño a ambos nos hace muy feliz la noticia —la tensión en el ambiente era cada vez peor—, Axel. Azalea estará muy feliz, supongo que aunque hayas rechazado ser principe de Euldor la familia real será invitada.

—Si, majestad aunque no tenga mucho contacto con ellos, la princesa Amelia y su hijo han estado en comunicación conmigo.

—Maximo no pisará mi reino niño —amenazó Damián al castaño que aún permanecía de pie.

—Damián es el nieto del rey Máximo, quién se casa con nuestra Merliah, tú y el rey deberían limar asperezas.

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Todo Aldremir estaba de júbilo el motivo la unión en matrimonio de la princesa Merliah heredera al trono Alkaryo y el marqués de Moon Black Axel Tudor, el palacio vestía de cintas y todas blancas, hacía mucho no se realizaba un evento así en el reino, el salón estaba lleno de personas no solo de la nobleza.

El muchacho no dejaba de mirar las puertas, esperando que estás se abrieran mostrando a su futura esposa.

Las puertas se abrieron, Merliah entró junto a su padre, su vestido era blanco perlado de un corte de corazón y mangas de encaje, la cola del vestido era larga.

—Ya estoy aquí —dijo al llegar al altar con Axel.

—Estas presiosa...

—Esta demás decir que si Merliah llega a derramar una lágrima yo personalmente te mataré —amenazó el rey ayudando a la pelirroja a subir algunos escalones.

El ritual de matrimonio inició, los cáliz fueron entregados a los muchachos, para luego ser atados con un listón morado, luego de sellar el pergamino ambos se besaron para sellar aquella unión.

El vals de los novios había comenzado, eran el centro de miradas la pelirroja aún no al castaño con ternura, para luego darle un casto beso -¿Alguna vez creíste que terminaríamos así?

Negó como respuesta. —Es mejor de lo que imaginé Lía -respondió el lobo con sinceridad.

—Lo único malo de esto es que mi tía Odette no pudo venir, pero cuando la vea ese hermoso bebé que espera ya podré cargarlo, me pregunto si se parecerá a Pío o mi tía.

—Su alteza hizo mucho con asistir a la ceremonia Merliah, el embarazo de la princesa Odette está en su últimas semanas, es normal que esté cansada.

—Si —respondió la princesa dándole la razón a su esposo, quería hacer una pregunta pero de solo pensarlo, sus mejillas se encendían en un intenso carmesí—. Axel ¿Cuántos hijos te gustaría que tuviésemos? —inquirió la princesa tomando valor

Ahora no solo Merliah era la sonrojada. —Lía los hijos que se nos sea permitido tener — respondió el ahora esposo de ka futura reina, acariciando la mejilla sonrojada de su princesa.

—Se ven tan lindos —dijo Melibea eternecida mirando a los recién casados—, tú y Damián se consiguieron el mejor hombre para mí adorada sobrina, la mira con tanta ternura.