Reina Maldita

3

No puede ser..- se oyó en un audible murmullo la voz asombrada de Cassandra, no me hacía falta ver su rostro para comprender como se encontraba.

El momento es nuestro, reina..

-Su Majestad, aquí tiene una mesa para usted y vuestros acompañantes- musito el anciano señalando hacia nuestra izquierda.

-Muchas gracias- sonreí quitando de mi cuerpo el enorme tapado que llevaba envolviendo mi cuerpo.

-Oh por Dios.. ¡Alice!- giré mi rostro con seriedad observando a Mercy, mi cuerpo ya no era el mismo de antes.

Había adoptado mucha más fuerza con el paso del tiempo, cada extremidad había cambiado pese a mis nuevos poderes, mi piel se encontraba cubierta por extrañas marcas oscuras rodeando a esta; causando un aspecto escalofriante.

-Reina- susurró Matthew quitando de mis manos el saco.

Asenti agradecida tomando asiento ante las miradas expectantes de los demás presentes.

-¡Quiero presentarles a la nueva Reina, Alice Camberleck!- reí con incredulidad.

-Recuerda no vengo sola, querido amigo- respondí girando mi rostro hacía mis amigos- Matthew Blake, antiguo demonio, por no decir uno de los más importantes durante milenios- le guiñe un ojo con complicidad- Christian Blake, su hermano uno de los antiguos diqueses..

-¿Son los hermanos Blake, de la antigua monarquía de los Demonios más antiguos?- preguntó un hombre cuyo nombre desconocía.

-Los mismos, como podrás ver no estamos muertos- respondió Christian con diversión.

-Aún- reí en sus mentes provocando que me mirasen con seriedad.

-Era una broma, ancianos..

-Pues mira quien habla, querida Reina oscura- río con perversidad Matt.

-Que te jodan, enano.

Ambos reímos al unísono ganandonos miradas expectantes.

-Bienvenida, Reina Alice- sonreí observando al anciano.

-Aún falta alguien aquí- musite.

-¿Quien falta, Majestad?- fruncio el ceño con confusión.

-Mi madre- respondí con seriedad oyendo un ruido tras la enorme puerta del lugar- Y creo que ha llegado justo a tiempo..

-Buenos dias, queridos- alzó su voz, una mujer alta de cabello azabache, y una mirada oscura entró con tranquilidad observando mi rostro.

La antigua enemiga de los Reyes Camberleck..

-¡¿Que haces tu aquí?!- el cuerpo de Cassandra se alzó con brusquedad, observandola con rencor.

-¿Que hago aquí?- carcajeo con diversión- Vengo a ver a mi hija.. ¿O es que acaso no puedo, querida enemiga?

-Eres tan repugnante- ciseo con odio, su mirada de conecto junto a la mia, sus ojos expresaban dolor y decepción.

Es tarde para arrepentimientos...

-Alice- sonrió con dulzura antes de abrazarme- Estoy aqui- susurró sobre mi oído con disimulación.

Asenti en silencio besando su frente antes de tomar asiento al lado de mi..

Se que siempre lo estarás, Charlotte..

Habían pasado tantas cosas, al fin y al cabo era la única persona que me protegió como si fuera mi mismísima madre...

-¿A que se debe esta ceremonia, Agust?- preguntó observando al anciano.

-Celebramos que una nueva vida se avecina, Charlotte- respondió el hombre con amabilidad.

-¿Que clase de nueva vida?- interrumpi sonriendo con incredulidad.

-La reencarnación del bien en el mal- musito con voz firme- Una nueva vida reencarnada ante el peso del dolor, donde el mal habita, dejando que su alma se oscuresca aborreciendo a todo aquel quien le lastimó.

-¿Quien es esa nueva vida?- me atreví a preguntar sosteniendo nuestras miradas de manera retadora, amenazando con la muerte si de sus labios mi nombre se desprendía.

-No lo sabemos- balbuceo girando su rostro con impacto.

-Muchas veces creemos en las palabras ajenas y nos decepcionamos al notar que la realidad es otra- explique bebiendo el vino refinado que se encontraba delante de mi sobre una copa de vidrio brindada a su alrededor por oro.

>>Pero como siempre suelo decir, ver para creer. ¿Sólo por esto hicieron semejante celebración? Por la bondad del bien, quien decepcionaron y lastimaron tanto que no tuvo más oportunidad que transformarse en todo lo que alguna vez juro jamás ser; en un ser completamente oscuro de decepciones y aberraciones- los mire a cada uno, posando mi mirada sobre quien solían ser mi familia.

>>Cometemos errores imperdonables, pero cuando los admitimos es demasiado tarde. Las personas cambian y el amor se desvanece- Cassandra y Christopher me observaban con un profundo dolor ante sus ojos- Pero las personas se cansan de ser buenas, de amar al prójimo y tener que soportar que le rompan el corazón incontrolables veces sin siquiera saber el porque de las actitudes hipócritas que suelen tener- mi mirada se posó sobre Mercy y Ethan esta vez- Y confiamos por última vez, pensamos solemnemente que quizás puedan cambiar, que algo en su interior les haga reaccionar para que comprendan la realidad ante si mismos. Pero luego... Tenemos un debate en nuestro interior, uno en donde la luz y la oscuridad hacen presencia creando una batalla sin fin.

>>Y solamente falta un miserable segundo para observar y comprender que jamás cambiarán, ni siquiera yéndose de su lado. Es entonces que te cansas de ser buena y que te paguen de mala manera, y dejas que la oscuridad envuelva tu alma, y tu corazón. Convirtiendote en aquello que alguna vez jamás deseaste ser. Entonces si, las personas se cansan y cuando los demás admiten sus errores es demasiado tarde. ¿Y saben porque?- pregunté creando un extenso silencio.

-¿¡Quieren saber porque!?- alce mi voz soprendiendo a todos, podía sentir mi pecho vibrar bajo el cambio brusco de esta.

-¿Porque..?- respondió Mercy observandome con dolor.

-Porque están acostumbrados a tener todo sobre la palma de sus manos, están acostumbrados a siempre ganar y cuando por primera vez los derrotan se encuentran desesperados. Como pueden ver el ser humano y los seres del más allá son iguales.. Ambos comparten las mismas necesidades de tener todo para sí mismos, siendo egoístas y jamás pensando en el prójimo.




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