Reina Maldita

19

POV. Alice Camberleck.

-¿Cuando comenzaste con esto?- me referí sin saber como comenzar.

-Cuando nací comencé a actuar de una forma extraña, mi madre ante esto intentó por todos los medios buscar alguna explicación. Era hija de una guerrera con poderes desarrollándose de manera abrupta sin ninguna explicación- relató sorprendiéndome- El tiempo avanzaba y a medida que crecía mis poderes se incrementaban.

-¿Qué clase de poder tienes? ¿Por qué me lo ocultaste?- respondí rápidamente.

-Puedo pasar desapercibida ante muchas personas y adentrarme a la mente de cualquier susodicho, proporcionándole una muerte tan dolorosa, crear pesadillas y provocar que ellos mismos acaben con sus vidas- carraspeo con nerviosismo-Jamás me he atrevido a contarlo por temor a que me aborrecieras, temía tanto que eso sucediera y  causa de mis acciones te alejaras de mi..

-Jamás lo haría- respondí- Esto.. Es realmente difícil de digerir, pero no quiero que pienses que te dejaré. No importa cuantos poderes tengas, ni como hayas actuado, jamás dejarás de ser mi hija. Porque lo que siempre prevalecerá en ti es tu espíritu.

-Hay otra cosa que debo de decir- mi corazón se aceleró.

Por favor que no sea una anciana en cuerpo de niño..

A veces nos sorprende tu imaginación, princesa.

-Dime, cariño.

-Tengo el control de mi crecimiento- soltó.

-¿Qué?

-Se que te preocupa el porque de mi inexistente desarrollo. Puedo aumentar mi tamaño y crecer como una niña normal o permanecer como una niña pequeña.

-Pero.. ¿Por qué no has querido crecer?

-Porque para lograrlo, todo lo que nos acecha debe de terminar, quiero que estemos juntas y felices, lejos de todo mal. Pero para que esto ocurra deberemos luchar, y el crecer me llevará de mucho tiempo.

-¿Tú.. Estás realmente segura?

Asintió con timidez- Siempre te querré, pero debes de prometerme algo. No importa lo que suceda, deberás de protegerte. Recuerda que la maldad nunca duerme y el diablo siempre se encuentra detrás de la puerta esperando a acechar.

-Lo prometo, Mami.. Pero prométeme que no me dejarás, no tu- murmuró con debilidad.

-Lo prometo, mi niña.

********

-¡¿Como lo has logrado?!- preguntó con euforia la pequeña Lucero, observando con sus enormes ojos las esferas de humo gris entre las manos de Clerie.

-Magia, enana. Todo se puede lograr si tienes esperanza en ti.

-¿Puedo hacerlo?

-Bueno- balbuceo- Deberás practicar para lograrlo..

Sonreí frente a ellas, era increíble el cariño que le tenían.

-Tendremos que hacer un nuevo hechizo para protegerla, Alice. Ningún lugar es seguro aquí, no cuando la madre de Alisson se encuentra buscándote- murmuró Luz  a mi lado, con preocupación.

-Lo se- asentí- Quiero que la protejan y si es necesario llevarla a vuestro bosque para que nada le ocurra, lo permitiré.

-Nada le ocurrirá teniendo a sus cuatro tías brujas- reímos.

-Y un poco locas..

-¡Oye!- gruño golpeando mi brazo con diversión- Mejor no hablemos de ti.

-Alice- interrumpió Valeri llegando a nuestro lado- Creo que necesitas ver esto- murmuró agobiado dirigiéndose hacía la cocina.

-¿Qué ocurre?- pregunté llegando a su lado.

-Es el pueblo, luego de tu masacre hacía el joven demonio, no han parado de hablar de ti. Y lo más probable es que Christopher se haya enterado al igual de tus abuelos y no tardarán en buscarte para tener explicaciones.

-Maldición..- susurre- ¿Hay algo que hacer para que dejen de hablar?

-Tienes dos opciones y ninguna de ellas es buena.

-Dímelas.

-Puedes borrar sus recuerdos de lo ocurrido o amenazarlos de muerte.

-¿Por qué no mejor hablar con todos sin recurrir a la violencia?

Me observó con sorpresa- No lo había pensado- murmuró asintiendo- Es buena idea.

Tu nunca piensas, bruja amargada.

-¿De que te ríes?- preguntó frunciendo el ceño.

-Oh de nada, cariño. Muchas gracias por avisar.

-¿No te parece extraño que se encuentren en silencio?- preguntó con confusión luego de minutos conversando.

-Iré a revisar que no estén haciendo nada indebido- reímos.

-Te acompañaré- sonrió.

Un extenso aire tenso se dispersó tensando nuestros cuerpos.

-Alice- susurró conectando nuestras miradas.

Alce mi mano en forma de silencio, tragando saliva.

-Lucero..- llamé sin obtener respuestas.

Ten cuidado.

La maldad esta cerca.

-Mami- respondió Lucero corriendo a mi lado.

-¿Qué ocurre?- murmuré girando ante la mirada de las demás.

Oh oh..

-Oh pero que sorpresa- murmure sorprendida- Camile Balkuver, la madre de la difunta Alisson- me burle- No me digas que tu también me quieres matar.

-No me vendría nada mal.

-Que lindas palabras- ironice ocultando el cuerpo de mi hija detrás de mi.

-No intentes ocultarla de mi- comentó intentando acercarse- Estas protegiendo a un monstruo.

-Mi hija jamás será un monstruo- me tense ante sus palabras- Alisson si que lo era, ahora comprendo que lo que se hereda no se quita.

-Ella no era así- gruñó.

-¿Entonces como era?- reí negando- Porque una excelente persona jamás lo fue, tengo una versión de ella bastante diferente a tu imaginación. Creo que las cadenas o lo que te hayan hecho te ha afectado, que lastima parecías un poco cuerda.

-¡Deja de burlarte de mi!

-Y la loca habló..- rieron mis demonios en mis pensamientos, sin poder evitarlo.

-¿Sabes que creo de ti? Al final de cuentas no somos tan diferentes, tu familia jamás te ha querido y la maldición de las brujas caerá por siempre ante ti. Nuestro destino es la soledad, querida.

-En algo te equivocas.. Siempre he tenido una familia en cambio tu has preferido destruirla por tu soberbia y exceso de poder. Jamás estaré sola porque mientras siga de pie la maldición no llegará hasta mi- respondí.




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