Prólogo

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Ya me lo imaginaba, esas miradas de coqueteo, esas sonrisas disimuladas, todo era evidente y para mí, Kasch Baumann, todo aquello no pasó desapercibido. Sabía que en cualquier momento ella me dejaría, y en el momento en el que sucedió, no dolió, porque, al fin y al cabo, ella ni siquiera era mi compañera destinada, pero él, él era mi amigo y sin importarle nada se llevó a mi prometida, dejándome en ridículo frente a nuestra especie. La humillación, esa jamás se la perdonare, espero y la diosa nunca ponga a esos dos frente a mí, porque de hacerlo no me hago responsable de lo que pueda suceder... 

Y comenzamos con otra historia... Espero la puedan leer, más adelante les notificaré los días de actualización, no se lo pierdan.....

Besos....