Después de pocos minutos Alberti oyó como la puerta principal del recibidor era cerrada con aspereza. Era Helen saliendo con rumbo desconocido. Cayo en cuenta que era primordial recuperar su carta para, aunque fuera a destiempo, entregársela personalmente a Nelly para que nunca olvidara el amor que le profesaba. Tomo la decisión de entrar sigilosamente a la habitación de Helen y recobrar su carta. Primero se asomo para certificar que no estuviera, después giro la perilla de la puerta y por último ingreso con suavidad. El lugar principal donde buscar era, sin lugar a dudas, ‘el cofre de los tesoros’. Desde infante Albert así le llamaba porque desde esos días constató que su madre solo guardaba cosas muy importantes allí. Como sabía que el cofre estaba sin llave primero hurgo en los cajones del armario. Llevaba varios minutos buscándola cuando súbitamente pensó que posiblemente estaría debajo del mismo cofre. Lo levanto con sumo cuidado y, ¡sí!, ahí estaba.
Coloco la llave en la cerradura y le dio vuelta hasta que el pestillo sonó. ¡Al fin vería con sus propios ojos el interior del cofre! Para su desilusión encontró pocos documentos; de hecho, su carta estaba prácticamente a la vista. Revolvió algo los documentos hasta que, casi fortuitamente, vio un nombre conocido: Mallory. ¿Acaso no era el nombre de la madre de Nelly? Supuso que, tomando la probabilidad matemática como base, posiblemente era otra Mallory. Casi giraba la llave para asegurar el cofre y poner todo como estaba cuando la curiosidad ya lo mataba.
Tomo el documento e inmediatamente atisbo que era una carta. La desdoblo y comenzó a leerla. Su texto íntegro decía:
“Helen, apreciada amiga.
Desde la infancia siempre he comprobado que tu amistad vale oro. Leí tu carta del 12 de enero del año en curso y concuerdo contigo en todos los aspectos. Sé que tu preocupación es igual a la mía, el futuro de nuestros vástagos. Hablé con Nelly y está de acuerdo en buscar la cercanía con Albert. Empero, si en el futuro ella decide claudicar sobre nuestro acuerdo supongo que ese hecho no estropeará nuestra larga amistad.
De tu entrañable amiga, Mallory.”