Noche De Brujas

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Un jueves 31 de octubre del año 2019, Halloween, alrededor de las 9:30 de la noche, a los alrededores se podía observar las casas y locales con las decoraciones correspondientes del festejo, caminaba distraída mirando hacia mis alrededores, desocupada porque sé que mi sobreprotectora mejor amiga se debe de estar fijando más en si camino por dónde debo que por donde ella camina. Luego de una caminata a mi rápido paso, apresar de tener unos botines con un tacón bastante alto, llegamos a nuestro destino, la casa del hermano mayor de Karla, mi amiga. Cómo era de esperarse la música estaba lo suficientemente alta como para no escuchar algún otro sonido, me quedo mirando la fachada de la casa, es intimidante con ese color negro en las paredes y los adornos en colores chillones hacen que de un poco de escalofríos. Sin haberme percatado Karla ya se había encargado de llamar a la puerta, vuelvo a la realidad y entramos al inmenso patio de la casa, tenía una gran piscina y varios bancos para poder sentarse, los cuales todos estaban ocupados, por las pijas de la escuela, al fondo estaba montado un gran bar con todo tipo de bebidas y un sin número de luces y decoraciones. Sin pensarlo mucho más ambas decidimos ir a por unas bebidas, ella de loca escogió whisky, pero yo, que soy más selectiva para las bebidas prefiero tomarme una piña colada con licor de piña, muchas veces me han catalogado como pija, pero es algo inevitable, yo no tomo cualquier cosa. La noche transcurre muy alegre y agitada, ¿que es una fiesta sin baile? Varios chicos que conocía de vista de la escuela me ofrecieron bailar, pero mi respuesta siempre fue un no, creo que le hago honor a mi disfraz, La Reina De Corazones, obviamente un poco más sexy debido a que fue mi querida amiga quien eligió el modelo.

Las horas pasan volando y cuando me detengo a tomar un respiro de tanto baile me doy cuenta que ya son las 3:15 de la madrugada, y digamos que quiera o no, debo de asistir a la escuela. Me despido de mi amiga, que de su parte no faltaron las súplicas para quedarme allí, pero mi respuesta fue un no, sabía perfectamente que si me quedaba, no iba a llegar a la escuela al amanecer. Y dirían que estoy loca por salir a la calle a esas horas de la madrugada y más en noche de brujas, pues sí, estoy loca y obsesionada con el orden y la puntualidad, gracias a eso he logrado disfrutar de todas las fiestas y nunca romper mi responsabilidad escolar.

Camino a un paso más apresurado, apresar de conocer la zona, no es muy agradable estar caminando con estás pintas a esta hora, seré muchas cosas, y entre ellas paranoica, sentía que alguien me seguía, por lo cual observaba a mi alrededor como si buscase a alguien, veía a varias personas, chicas hablando de cualquier cosa o chicos borrachos. Para mí mala suerte mi casa quedaba bastante lejos por lo cual debía de esperar un autobús, que a las 3:40 pasaba por la parada a la que me dirijo. Llego a esta unos minutos antes de que pase el autobús, por lo que tomo asiento y me pongo a revisar el teléfono a ver qué locuras deben de haber subido mis amigos a sus estados, por un momento levanto la vista y me doy cuenta de que un chico me observa desde la acera del frente y sin ningún disimulo, me incómoda un poco la situación, pero decido dejarlo de un lado.

- Lindo disfraz - escucho una voz masculina a mi espalda la cual hace que mis pelos se pongan de punta. Tomo fuerzas y volteo a ver de quién se trata.

- ¿Me estás espiando? - mis palabras salen solas al darme cuenta de que se trata del mismo chico al que ví en la acera del frente.

- Para serte sincero, sí - habla con un aire de superioridad el cual no me agrada ni un poquito.

- Pues creo que escogiste muy mal a tu víctima de esta noche - dejo de mirarlo y apagó mi teléfono mirando antes que son las 3:35, aún faltan 5 minutos para que llegue el autobús.

- No, para nada, solo me pareció raro ver a una reina sin su séquito - siento como se desplaza hasta sentarse a mi lado.

- Pues te informo que está reina no teme a mancharse las manos - lo observo nuevamente mirando fijamente a sus ojos marrones.

- Que lindo, una reina independiente, de esas hay muy pocas, por no decir ninguna - sonríe malicioso y ambos nos quedamos callados hasta la llegada de mi autobús - espero volverte a ver de nuevo Reina - dice cuando me levanto para subir al autobús.

- Lamento no pensar como tú - digo por último antes de entrar al autobús para irme a casa.

Fin 
 

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Hola a todos mis queridos lectores, estos cortos relatos han surgido de mi imaginación por el aburrimiento y he decidido compartirlos con ustedes. Espero y les guste.
 

Si desean que continúe alguno de los relatos por favor comenten así podré saber lo que quieren, y si mi imaginación da para más le haga una historia más larga. Los quiero ❤️✨
 

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