Entre tantos confinados había uno en particular que causaba el mayor de los temores, era conocido como el Cana por sus infinitas matanzas fuera de la cárcel, a pesar de que estuvo en máxima seguridad lo dejaron libre con los demás prisioneros en una celda regular, nadie quería compartir celda con él , a lo que Cana se enfureció, tomo uno de los prisioneros que se negó a compartir con él y le comió la oreja dejándolo desangrar , muchos de los policías intentaron calmar la situación pero Cana era un hombre grande y fuerte su habilidad para matar era sorprendente en un abrir y cerrar de ojos estaban la mayoría tirados en el suelo gravemente heridos nadie más quiso intervenir dejando a Cana salirse con la suya, estuvo semanas satisfaciéndose con la carne humana tanto así que entre más comía más grande era su sed por la carne humana. En la actualidad la cárcel permanece cerrada, se dice que aun Cana coge la prisión para atraer personas y comérselas.