DÍA 8
Miedo.
Miedo.
Tengo tanto miedo. No he podido escribirte desde hace algunos días por culpa de Axel. Antes de que puedas construir preguntas en tu mente, te contesto que no, Axel no sabe de la existencia de este diario...si lo supiera de seguro estaría muerta.
Lo sé, piensas que estoy exagerando pero no sé qué creer ahora. No estoy segura de nada.
Desde su regreso, Axel no ha sido el mismo, me da terror, el más puro terror cuando grita enojado. Hace que me tiemble todo el cuerpo en espasmos violentos y mi respiración se acelere al igual que mis latidos. Intento esconderme, pero no lo logro.
Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve, diez.
Siento un enorme vacío cuando, en sus bellos ojos no encuentro ningún indicio de mi Axel, solo encuentro fría vacío. Sí, escribí "mi Axel", sé que estoy perdiendo la cabeza pero qué más da, ya no tengo nada más que perder porque lo perdí todo.
Axel ya no es el mismo. Sabía, mi parte cuerda, que esto algún día iba a ocurrir.
Hace unos días, cuando regresó, se enojó tanto cuando me negué a que él me tocara que las secuelas de su violencia las tengo marcadas en mis muñecas y brazos. Al final terminó por hacer lo que se le venía en gana con mi cuerpo...esa vez no fue mi Axel el que tocaba, era otro en su cuerpo.
Me duele, duele que se esté convirtiendo como las otras bestias de hombres de este lugar; estoy segura que él no quiso lastimarme, él no es así...lo sé.
Lo conozco y prueba de que se arrepiente de lo que me hizo está en cómo, hasta hoy, me sigue pidiendo perdón, besando con dulzura cada una de las marcas horrendas que él mismo causó. Pasa más tiempo conmigo, no sé si es algo bueno o malo pero me siento bien por ahora.
No me juzgues, es una locura por mi parte sentir algo así por mi captor, pero... ¿Si tú te pusieras en mi lugar también sentirías algo así? ¿Sentir alivio por el único que te trata como un ser humano y no como una perra en celo? Piensa en eso, porque yo sé que sí, aunque te vayas a esmerar en desmentirme.
No todo es gris en mis días, Axel desaparece de este lugar dejándome encerrada bajo llave en su habitación hasta su regreso. Sí, en su habitación. Me opuse a eso, yo quería que me dejara en mi habitación pero lo único que conseguí fue que no me hablara.
En esa habitación pensé en encontrar algo de información de mi padre o de mi familia pero desgraciadamente encontré algo de ellos que hubiese deseado no ver. Fotos, fotos de unos cuerpos ensangrentados que a simple vista no se les ve el rostro.
No sabes cómo me sentí al ver esas fotos.
¡ERA MI PADRE Y MI HERMANA!
Mi única familia ha sido asesinada. Se me sigue formando un nudo enorme en mi garganta y el reguero de lágrimas es constante a cada hora. No puedo creer todo esto. ¿Por qué? ¿Qué hice para que ellos terminaran así?
No le he dicho nada a Axel pero él ya sabe el porqué de mi comportamiento. Él había regresado y me halló en una esquina de su habitación encogida, llorando silenciosamente con las fotografías a mí alrededor.
<<Lo Lamento>>. Fue lo único que me dijo antes de envolverme en sus brazos hasta que me dejé llevar por el sueño. Había despertado en su cama todavía envuelta en sus brazos. Pero esa vez no me importó lo que me hiciera. Lo único que rondaba en mi mente eran los recuerdos felices de mi pequeña familia.
Duele tanto esto. Ni siquiera pude despedirme. ¡Maldición! Duele como una maldita herida en mi pecho. No puedo respirar bien. Apenas puedo ver lo que estoy escribiendo.
Uno.
Ya nadie me buscaba.
Dos.
Siento como si mi mundo me derrumbara.
Tres.
Los perdí, es por eso que nadie estaba haciendo algún intento de buscarme.
Cuatro.
¿Quién iba a buscarme?
Cinco.
¿Mis amigos?
Seis.
¿El perro?
Siete
No sé quién les hizo eso.
Ocho.
Estoy segura de algo.
Nueve.
Axel no es el culpable.
Diez.
O eso quiero creer.
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Editado: 05.09.2020