Relatos de un secuestro

Capítulo 10

DÍA 17

Axel se ha ido en la mañana y ya es de noche. No sé a qué hora regresará así que aprovecharé para contarte más de él, he logrado que me cuente de su vida.

Axel no es del tipo de hombre enervante, es más, en su adolescencia era el tipo de chico que conseguía lo que quería sin importar la dificultad. Muchas cosas me asombran de él. Pueden parecerte insignificantes pero para mí no lo son.

Las apariencias muchas veces nos engañan y me he dejado llevar por todo. Él es un hombre inteligente, graduado con las más altas calificaciones. Su vida de niño no fue fácil como me lo pudo contar, su madre estuvo en coma casi cinco años en los que él tuvo que aguantar maltratos por parte de su padre que comenzó a beber al ver el deterioro de su esposa.

No puedo imaginar lo crueldad que tuvo que vivir. Siendo un niño indefenso.

Si vieras las fotografías que tiene en un álbum de seguro te encantarían, a mí me fascina ver el gran cambio que hay entre el Axel de antes con el de ahora. No me permití preguntarle, solo dejé que siguiera narrándome su vida como si nada.

¿Sabes? Su color favorito es el rojo y el negro, por eso es que la ropa que tengo la mayoría son de color negro y rojo de diferentes tonalidades. No sé cómo contarte lo demás; hay partes dolorosas que me involucran y otras en las que solo duele y atemorizan.

Axel no siempre estuvo solo, hubo una chica, la única a quién le daba todo solo para verla feliz. Si mal no recuerdo su nombre era Elena, una chica extrovertida, pero amigable y solidaria con todos. Un ángel como había dicho Axel con tanto dolor, anhelo y amor trasmitido por sus palabras.

No sé qué pensar con eso; No soy tonta, sé que aún la ama, pero no sé por qué no está con ella. Según él, ella ya no tiene cabida en su mente y corazón, que a pesar de ser un ángel él no puede dejarla entrar en su vida.

Hay un chico, Andrew, que era el mejor amigo a Axel. A veces lo veo por aquí, pero ellos dos ni se miran y él fue quién engañó a Axel acostándose con Elena. No sé nada más después de eso, ya no quiso hablar de esa situación. ¿Sabes lo peor de todo? Conocí a Andrew cuando estaba en la universidad, pero a diferencia de Axel, con Andrew salía a todas partes con nuestro círculo de amigos.

¡Vaya lío en el que me metí! Nunca debí conocer a Andrew. ¿Sabes por qué te escribo esto?, porque «Si él no se hubiese acercado a ti, nada de esto estuviera sucediendo.» Exacto, esas fueron las palabras exactas de Axel.

Le pregunté muchas cosas pero no me contestaba la mayoría. Le pregunté el porqué de mi secuestro porque eso era lo que más temía, pero no contestó. Solo se limitó a mirarme fijamente y sonreír. Hay momentos como ese en el que me imagino las cosas distintas pero siempre se esfuma como el humo en un ventarrón.

Axel logra hacer eso con solo una mirada.

Axel últimamente ha sido dulce conmigo, pero no bajo la guardia, sé que en cualquier momento cambiará de actitud volviéndose frío. Hay chicas que no tienen la misma suerte que yo, son maltratadas de diferentes maneras y siempre es Axel quien controla que los monstruos no se sobrepasen.

No soy creyente de Dios pero en momentos como este es cuando rezo un plegaria llena de dolor para que, si existe un Padre Celestial, nos ayude y nos resguarde en un lugar seguro. Al menos a ellas las están buscando, yo solo tengo la esperanza de poder salir y que al mirar atrás solo vea oscuridad del cual no quisiera regresar, una pesadilla en todo el sentido de la palabra.

 




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