Relatos de un secuestro

Capítulo 11

DÍA 19

Salir al patio ahora no es lo mismo. Las chicas andan en grupos de cinco o más, escondiéndose detrás de cualquier lugar sólido. Sé a lo que le temen. Piensan que un nuevo tiroteo puede suceder en cualquier momento. Yo pienso lo mismo.

Axel se ha comportado extraño, en todo el día no se había despegado de mi hasta hace unas horas. Me confunde su actitud, es más cariñoso y atento. Cada mañana aparece con el desayuno en mi habitación y luego de eso, lo invade su instinto que sacia cada vez que puede, poseyéndome con total delicadeza, dejando en la oscuridad su lado salvaje que sé que lucha con reprimir.

Las fuerzas me fallan cada vez que está cerca de mí y cuando no lo está, siento un gran vacío en el que me hundo y no puedo respirar, me asfixia estar sola; el único acompañante que tengo en esos momentos es este diario, el bolígrafo y mis pensamientos.

A veces siento que me he vuelto loca, no sé, quizás tenga razón. Mis pensamientos son una nebulosa extraña. A veces me siento bien como para tararear la canción "Heart of Courage" de Two Steps From Hell cada vez que algo asombroso pasa en el patio, y otras veces me deprimo con solo ver las estrellas cuando Axel me lleva a la terraza de la mansión en la noche, en una broma oscura de una cita perfecta.

No quiero seguir con esto; Axel lo toma bien, pero sé que no le gusta cómo me estoy comportando, lo puedo ver en sus ojos. Cuando le quiero preguntar, me contengo y me muerdo la lengua, no soy quién para preguntarle, me lo ha dejado claro tantas veces y sé en la posición en la que me encuentro.

Ya no estoy comiendo como es debido, no me da hambre. Lo único que hago es acurrucarme en mi cama y esperar a que Axel aparezca y me acompañe. Siempre lo hace. Dice que le gusta la sensación de mi cuerpo junto al de él, que le gusta mi piel, mis ojos, mi boca...No hay momento en que no me lo diga.

Muy pocas horas desaparece sin avisarme y cuando regresa, hay algo en su mirada que es tormentosa, da miedo, pero sigue siendo Axel. No sé a lo que se dedica exactamente, solo sé que aquí hay secuestradores y violadores, pero no sé con qué propósito aparte de lo obvio, lo hacen.

Si quieren tener sexo salvaje y desenfrenado solo tenían que ir a un bar de mala muerte todas las noches y pagar por una o más prostitutas. Eso era tan fácil.

No me gusta sentirme así de resignada ante la posibilidad de quedarme aquí, encerrada y a merced de un hombre que no sea Axel. ¿Sabes?, eso es lo que trato de hacerme entender. Intento que mi cabeza entienda que necesito salir de aquí, terminaré mal, lo sé.

Andrew de vez en cuando se acerca a mí como si nada estuviera pasando, siempre viendo alrededor. Sé que Axel me dijo que no me acercara a Andrew, pero no tuvo en cuenta que él es más fuerte que yo. Él es quién me sujeta del brazo en un agarre de hierro solo para hablarme, intenta que Katherine surja entre Amelia. Pero esto es lo que soy, ya no existe Katherine. Ella murió el día en que ya no tuve libertad en mí, el día en que todo cambió radicalmente. Cuando me prohibí en dejarme llevar por la situación y ser fuerte para no sucumbir en mi propia oscuridad.

Tantas características se murieron junto con Katherine.

Le he pedido que se mantenga alejado de mí, que Axel se enterará, pero no hace el menor ademán de soltarme. No entiendo por qué se esfuerza en que vuelva a ser la de antes, ni yo misma lo hago, y el mucho menos no debería pedirme algo así. Al fin y al cabo por él estoy en este lugar. Por Andrew es que aquella noche no volví a mi hogar. Me prohibió todo; pensar en mi familia, mis amigos y en Axel. En Axel especialmente.

Axel ha matado a Katherine, me está cambiando con cada toque que le da a mi piel, con cada beso y palabras susurradas, cuando nuestros cuerpos forman uno solo, cada vez que dice mi nombre en un susurro dulce en la noche.

Esos pensamientos son prohibidos, sé que están mal. Esto....esto es extraño. No es normal.

Prohibido, prohibido, prohibido.

Todo lo que nos prohíben termina siendo tan deseado, tan anhelado que hasta podemos cometer alguna estupidez solo por conseguirlo.

Lamentablemente, ya he hecho varias estupideces.




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