Relatos de un secuestro

Capítulo 14

DÍA 27

Hola de nuevo. Quisiera poder charlar contigo aunque no te conozca, pero siento que posiblemente tú me conozcas. Siento soledad a cada momento.

¿Cómo harán las personas que están en la cárcel? ¿Se sentirán solas? ¿Se sentirán igual que yo? Al fin y al cabo estamos casi en las mismas condiciones. Me imagino que la situación de ellos es mejor que la mía. Mi padre decía que las cosas suceden por algo, antes le entendía. Ahora, en mi situación, no sé qué es ese "algo" importante que sucederá. Hay momento en los que desearía ser una mariposa.

Sería una hermosa mariposa y volaría lejos de aquí, lejos del sufrimiento y la angustia. Nunca he sido una mala persona, y no quiero convertirme en una así. No quiero merecer estar encerrada. Mis manos continuamente las dirijo a mi vientre que ahora está plano, pero no por mucho.

No quiero tener al bebé. Simplemente no puedo tenerlo. No sé lo que hará Axel con él. Tengo miedo de lo que pueda suceder. Mi cuerpo tiembla con solo pensar en lo peor. Axel de un momento a otro se ha enojado conmigo.

Andrew ha estado conmigo muy seguido. Me ha traído unas pastillas de ácido fólico para que me las tome junto con mucha comida y un libro sobre el cuidado de la mujer durante el embarazo. Él parece que está feliz por la noticia de que Axel me dejó embarazada.

No quiero convertirme en un monstruo sin corazón, pero no quiero al bebé. Las pastillas que me da Andrew las escondo bajo la cama y cuando se va, los lanzo al retrete. No sé lo que me pasa.

Han traído a una chica nueva para que ocupe el lugar que antes estaba vacío al lado e mi habitación. Hasta ahora puedo escuchar sus lamentos, sus gritos de auxilio. Quiero decirle que todo saldrá bien pero eso sería mentirle a ella. Yo una vez estuve así, desesperada por salir de aquí, de volver el tiempo atrás para remediar lo que hice mal.

¿Yo también grité? Ya ni lo recuerdo.

La noche pasada estuve sola en mi habitación y se me hiso extraño. No estaba Axel cubriéndome con sus brazos. Las pesadillas comenzaron de nuevo. Me levanto con un grito estancado en mi garganta, totalmente sudada y temblorosa.

Todo se me ha complicado. ¿Sabes el temor que tengo cada vez que Axel se altera?

¿Qué harías si te pones en mis zapatos?

Me he sentido mal desde ayer. Me mareo constantemente así que he decidido no salir más de la habitación y quedarme sobre la cama, cubierta de pies a cabeza con la fina tela de una sábana roja que había en el armario. Me estoy volviendo loca. Presiento que algo va a pasar. Hace unas horas una alarma sonó por todos lados y nuevamente se escucharon disparos por unos minutos, luego nada, todo fue silencio.

¿Quiénes serán los que vienen a causar problemas? Eso es lo que trato de averiguar pero no tengo ninguna respuesta por ahora. Axel me había dicho que eran otras personas como los que estaban aquí. ¿Pero ellos serán los que mataron a mi familia? Aun no entiendo por qué a ellos.

Mi padre y mi hermana nunca estuvieron metidos en problemas. Ellos no merecían morir de esa manera tan...horrenda e inhumana. Hace poco fue que sucedió todo eso y las imágenes de las fotografía rondan en mi mente cada noche, gritándome por respuestas.

Espero poder escribirte otro día. Ahora ni siquiera lo que escribo tiene coherencia.

 




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