DÍA 33
Tengo miedo...Ayúdame.
El diario lo había guardado debajo de una tabla suelta del armario y hoy apareció. No entiendo cómo lo encontró porque estoy segura de que fue Axel. Él ha sido el único que ha entrado en mi habitación, nadie más ha estado aquí.
Creo que es por eso que Axel no ha estado conmigo últimamente, cada vez que me acercaba el buscaba una excusa para alejarse de mí. Hoy encontré el diario en el mismo lugar donde desapareció, junto con una rosa blanca y es por esa razón que creo que fue Axel quién lo hizo. Él antes me había dado una rosa roja.
No sé qué contarte acerca de eso. Tengo miedo de que haya sido Axel porque hay cosas aquí escritas que no quiero que él lo sepa, que nunca los lea porque no sé qué hará conmigo. Hay algo que me está sorprendiendo, un sentimiento extraño, me preocupo por lo que pueda hacerme pero solo porque llevo a mi hijo, no es solo por mí, sino por él.
Por el hijo que ahora estoy esperando y aunque peleo conmigo por estos sentimientos hacia él, me muero de miedo porque esté bien, por que estemos seguros. No sé lo que es, es como si tuviera algo preciado en mis manos y tuviera pavor a que me lo dañarán de alguna forma.
¿Así se siente ser madre? Es extraño, sí, pero al menos ya lo he aceptado y hasta quiero protegerlo. ¿Qué será? ¿Niño o niña? Sea cual sea tengo que protegerlo. ¿Crees que Axel sería capaz de lastimarnos? Yo no sé qué pensar, a él le gusta castigarme de cualquier manera, la última vez que lo hizo me dejó marcas de sogas en mis muñecas.
Andrew ha venido hace unas horas con algo de comida que ahora está en el escritorio, no he tenido ganas de comer a pesar de mi estado, he leído el primer capítulo del libro sobre maternidad que me ha traído pero aun así no me quito de la cabeza que Axel ha leído mi diario. Todos mis sentimientos y pensamientos están plasmados en estas hojas, cosas buenas y cosas malas he estado contando a través de palabras.
¿Qué me sucederá? ¿Qué?
Ya de Axel puedo esperar cualquier cosa. Puede que busque el momento preciso para hacer algo como su castigo favorito, tomarme a la fuerza sin importarle nada. Es gracioso en cierta manera ya que sin importar que esté llorando en esos momentos, disfruto de su tacto en mi cuerpo creando millones de sensaciones electrizantes que logran excitarme en segundos. Disfruto cada momento en los que me hace suya sin miramientos mientras mi mente y mi corazón se debaten a duelo sobre lo que está bien y mal. Me gusta sentir el calor que emana su cuerpo contra el mío, su olor a menta y a perfume de hombre me impregnan como un ambientador.
Está mal, lo sé. Pero apuesto a que tú también te sentirías así si lo pudiese ver. Su mandíbula es fuerte y cuadrada, cubierta de una fina capa de barba, pómulos no tan pronunciados. Cabellos un poco largo color negro perfecto para pasar las manos una y otra vez. Su cuerpo, es como si lo hubiesen esculpido en mármol, tan perfecto.
Por un lado sé que todo lo que siento está mal, que me he enamorado de mi verdugo, mi captor. Sí, he pensado mucho en eso y he llegado a esa conclusión. Cada vez que veía a Axel todo dejaba de importarme, solo quería estar con él; no sé si es obsesión o "amor".
Mi cuerpo está temblando en este momento, estoy escuchando otra vez los disparos....están adentro. Están cerca...están tan cerca, puedo escuchar los gritos de las chicas y más disparos. Pasos apresurados al otro lado de mi puerta. Axel no está en la mansión, ni Andrew.
Oh, no, por favor. Están golpeando la puerta.
No, no, no, no, no, no.
Tengo miedo
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Editado: 05.09.2020