Relatos de un secuestro

Capítulo 19

DÍA 34

Axel sí fue el que leyó mi diario.

Ayer tuvimos que salir corriendo de la mansión y apenas tuve tiempo de guardar algunas cosas en un pequeño bolso que tenía escondido debajo de la cama. Axel me ayudó a guardar todo lo que estaba al alcance, junto con el diario.

Los disparos no habían cesado después de unos largos minutos hasta que la puerta de la habitación se abrió dando paso a un Axel furioso y con los ojos desorbitados de la ira; no sabes cómo me sentí cuando lo vi sano, sin ninguna herida. No sabía lo que estaba pasando fuera de la puerta, pero no necesitaba saberlo, no quería.

Ahora estoy sentada en una cama totalmente sola, esperando a que Axel regrese, él ha vuelto a la mansión para ver el grado de daños. Espero que los culpables no estén ahí todavía. Andrew no ha llamado. A pesar de que he intentado llamarlo desde el celular de Axel. Sí, él me dio un celular para mantenernos en contacto si algo sale mal.

Cuando me dio el celular lo estuve viendo durante un buen tiempo con la mente en blanco. Marqué el 911 pero no llegué a presionar el botón verde para llamar, no sé por qué no lo hice, fue como si algo me lo impidiera. Luego marqué el número de casa y esperé a que alguien contestara.

Como lo supuse, nadie contestó. No sé por qué me torturo con eso, sé que no tengo a nadie más que me esté buscando, o bueno, eso creí.

Mi padre no era quien supuse. Su trabajo no era honesto y mi secuestro no tenía nada que ver con los sentimientos de Axel, al menos, no del todo. Mientras salíamos de la mansión hacia Dios sabe dónde, Axel me dio unos documentos que no supe analizar muy bien hasta que el nombre de mi padre aparece junto con el de mi madre, el de mi hermana no estaba ni el mío. No sabes lo mal que me sentí al leer "narcotráfico" y "trata de blancas" al lado de sus nombres.

¿Cómo es que nunca me di cuenta? Desde la muerte de mi madre, ya hace muchos años, todo ha ido normal. Mi padre trabajaba, siempre al pendiente de mi hermana y de mí. No nos daba riquezas porque nuestra situación económica era media y no teníamos que gastar a lo loco.

Negué todo lo que decía el documento y se lo dije a Axel, por segunda vez me atreví a darle mi opinión a él, me moría de miedo cuando vi como sus ojos se oscurecían de la cólera que iniciaba en su ser. Su enojo era por mi negación, no porque le haya hablado de mal manera. Lo que le disgustó es mi negativa ver como es realmente mi vida.

Los hombres que comenzaron los disparos y la invasión en la mansión fueron al rescate de Sara. Y sí, ellos fueron los que asesinaron a mi padre y hermana por culpa de los malditos trabajos de mi padre. Me siento tan herida, tan engañada. Mi padre tenía una deuda con el padre de Sara y ahora la deuda ha pasada a ser mía y es por esa razón que Axel me ha tenido secuestrada durante tanto tiempo. Solo por mantenerme segura, nunca fue para lastimarme de alguna manera.

Estoy tan confundida y enojada. Tan enojada con mi padre, ¿por qué nunca me lo dijo? Soy una persona comprensiva, no juzgo a nadie; gracias a mi padre mi hermana y él están muertos.

Axel sabía lo que podía sucederme si los involucrados me atrapasen pero....ya no sé qué pensar en todo esto. ¿En qué momento mi mundo volvió cambiar? Ya no sé qué es lo que voy a hacer, se supone que ahora, aprovechando que estoy sola buscaría la manera de escapar pero no puedo. Siento que debo estar con Axel porque es como una promesa de refugio para mí...para mi hijo.

¿Qué debo hacer? Estoy escuchando las sirenas de una patrulla de policía, ese sería mi boleto de salida, de la libertad que durante tanto tiempo he anhelado pero nada me asegura que viviré más de una semana. Con Axel al menos sé que estaré segura pero sin él, no sé qué pasará.

Desearía mucho poder escuchar algún consejo, algo coherente y no lo que estoy pensando. Hace unos días quería, no, anhelaba ser libre, escabullirme de la mira de Axel, pero ahora todo cambió.

Cambió desde el momento que supe de mi embarazo.

Cambió desde el momento en el que leí ese documento.

Cambió desde que este puto sentimiento hacia Axel me carcome cada día hasta el punto de apenas poder respirar cada vez que Axel no está.

 




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