Relatos sin desidia

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31/10/2023

Querido "51":

¿Alguna vez te he mencionado quién es "Ricitos de Oro"? Él fue mi primer amor. Pero tú, no fuiste mi primer amor, aunque sí el más intenso.

Probablemente me arrepienta de esto después, pero hoy puedo asegurar que siento algo por ti, algo que va más allá del cariño o la amistad. Lo que siento por ti es algo que solo puedo describir como "arañas en el estómago". Y ¿por qué arañas? Porque a nadie le gustaría tener arañas en el estómago.

No me gusta tener que decirlo, pero siento una especie de odio hacia ti.

Odio que tus malos chistes, tu carisma y tu amabilidad consigan sacarme una sonrisa.

Odio sentir la necesidad constante de hacerte reír solo para apreciar los hoyuelos en tus mejillas.

Odio que, a pesar de saber que tu corazón pertenece a otra persona, yo siga amándote con cada fibra de mi ser.

Odio perder el sueño por pensar en ti.

Odio no poder escribir cosas que no tengan relación contigo.

Te odio porque sé que eventualmente te marcharás de mi vida, ignorando por completo mis sentimientos.

Y, sobre todo, te odio porque después de recoger y unir todos los pedacitos esparcidos de mi corazón, lo dejarás en el mismo estado o peor de lo que estaba.

Te marcharás y actuaré como si nunca te hubiera necesitado. Te irás y fingiré ser lo suficientemente fuerte para enfrentar todo sola, sin ayuda de nadie. Me obligaré a reponerme y al final, me rendiré, terminaré llorando en el hombro de "S" o siendo abrazada por "L.R." mientras ella me susurra "No lo necesitas. Qué idiota".

Porque esa es la verdad.

No te necesito, no mientras tenga amigas tan geniales como ellas.

 
 
 
 
 
 




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