PROLOGO

PROLOGO

Mi pecho baja y sube con irregularidad, mis manos tiemblan mientras intento procesar toda la información que acabo recibir, pero de lo que me acabo de enterar… lo que acabo de presenciar es tan insólito, tan irreal que no creo poder procesarlo de la manera adecuada.

Miro a Derek el cual se mantiene a unos pasos de distancia de mí, una expresión de súplica en su rostro y sus puños manchados con sangre…que no es suya.

—…Lindsay…— susurra tratando de dar un paso hacia mí, pero yo retrocedo.

—No. — Lo detengo levantando una mano.

Su expresión adquiere otro sentido y puedo ver el dolor en sus ojos, el dolor que siente al que lo aleje, pero en estos momentos lo menos que quiero es tenerlo cerca.

—Lindsay déjame explicarte. — intenta de nuevo acercarse, pero yo retrocedo —yo solo—

—¡que no! — lo interrumpo con un gruñido — ¡jodidamente no! — lo miro con el ceño fruncido mientras siento mis ojos llenarse de lágrimas.

Mi vista se nubla y retengo un sollozo en mi garganta, sus ojos no dejan lo míos mientras me mira con suplica, pero a pesar de eso y el dolor que veo en su rostro mis ojos vuelven a la sangre en sus manos, sangre de alguien más.

—¿Cómo pudiste? — murmuró y niego levemente antes de verle a los ojos.

—Lindsay yo—

—siempre he sabido que no eras ningún ángel, se de lo que eres capaz. —niego levemente y las lágrimas corren por mis mejillas— pero esto…— lo señalo. —esto es horrible.

Entonces pienso en todo lo que hemos pasado, todo este tiempo él ha hecho esto, él ha sido capaz de mentirme, de hacer cosas tan horribles solo por… solo por dinero.

—si solo me dejaras explicarte. —suplica acercándose para tomar mi brazo en un rápido movimiento— no es lo que crees, Lindsay, solo nos estoy protegiendo. — toma mi cara entre sus manos.

Cierro mis ojos con fuerza y niego con brusquedad para después alejarme de él. Bajo la mirada y veo la sangre en mi brazo, toco mis mejillas y veo mis dedos teñidos de rojo y vuelvo a cerrar los ojos con fuerzas.

El corazón se me rompe en pedazos, todo en lo que creía se está desmoronando, aquella persona a la que tanto amo, de la cual había construido una imagen se está cayendo a pedazos solo parar revelar al monstruo que hay detrás, a la bestia que siempre estuvo ahí, pero en la cual no quería creer.

Miro sus ojos comenzando a cristalizarse lo cual hace aún más difícil lo que estoy a punto de decir, pero, aunque duela es algo que debo hacer.

—Derek. —su nombre sale en un susurro tembloroso— solo aléjate, no vuelvas acercarte a mí. — pido con las lágrimas corriendo por mis mejillas.

—Lindsay por favor. —suplica con voz sofocada y puedo ver una lagrima rodar por su mejilla, pero yo niego.

—solo aléjate.

Y antes que pueda decir algo más, salgo corriendo de ese oscuro lugar, escucho sus pasos detrás de mí y luego mi nombre, pero no me detengo, no puedo, tengo que salir de ahí.

—Lindsay. —me toma del brazo y me da la vuelta.

Rápidamente golpeo su pecho y me sacudo con brusquedad hasta que logro zafarme de su garre. Doy unos torpes pasos hacia atrás pero cuando logro recobrar el equilibrio y voy a darme la vuelta pero de repente escucho el sonido de un claxon.

—¡LINDSAY! —grita Derek.

Volteo y veo esa brillante luz acercándose a mi antes de que todo se ponga oscuro.

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...

Hola linduras, hace mucho que había dejado esta historia, la escribí por impulso y después no supe como seguirla, pero hace unos días quise escribir algo nuevo, después de Fresas Bajo el Sol (historia que estoy editando y trato de actualizar todos los domingos) quería escribir algo no tan rosa y siempre me había planteado una historia como esta pero no sabia como desarrollarla, entonces me acorde de este pequeño intento y decidí sacudirle un poco el polvo pero esta vez para darle un nuevo sentido.

Y sin nada mas que decir espero que les guste.