Cao Wenxin y Tang Jiakai temblaban de miedo desde que salieron de la habitación privada. Si no hubieran sido mentalmente más fuertes que la gente común, se habrían derrumbado en el suelo y estaban asustados para conducir el coche, por lo que Gu NIng se convirtió en la conductora.
ᴅᴇsᴘᴜés ᴅᴇ ᴇsᴛᴀʀ ᴇɴ ᴇʟ ᴄᴏᴄʜᴇ
Cao Wenxin y Tang Jiakai se sentaron en los asientos en estado de shock.
-”Vaya, el hombre es realmente el jefe de Kirin Gang, Qi Tianlin. ¡Es un hombre tan malvado y cruel con una personalidad bipolar! ¡Estaba tan asustada y todavía estoy temblando!”,
-”¡Exactamente! ¡Realmente tenía miedo de que nos disparara!”.
-”¡Ningning, eres tan audaz! Sabías que él era Qi Tianlin y aún así te atreviste a maldecirlo. ¿No tenías miedo de que te disparara?”.
-”¡Por cierto! Casi digo que somos de la familia Tang y la familia Cao” Nadie sabía lo difícil que había sido para ellos cuando estaban en la habitación privada.
-”Ningning, tengo una profunda admiración por ti ahora!” Cao Wenxin miró a Gu Ning. Sus ojos eran muy brillantes como si estuviera mirando a un hombre que amaba.
-”¡Yo también! ¡Yo también!” Tang Jiakai hizo eco a la vez.
-”¡Ningning, eres realmente increíble! ¿Hay algo que no sepas o no puedas hacer?”, preguntó Cao Wenxin.
-”En verdad, hay mucho” dijo Gu Ning y luego se disculpó. -”Lamento mucho lo que les pasó a ustedes hoy”.
-”Ningning, no digas eso. Si no te hubiera llevado allí, no habría sucedido” Cao Wenxin se culpó a sí misma.
-”¡Sin embargo, estábamos en problemas porque gané demasiado dinero! De todos modos, lo que sea pasado, pasado se queda. ¡Afortunadamente, ganamos 3 mil millones de yuanes! Y ustedes dos pueden obtener un tercio de eso y aunque Gu Ning ganó el dinero apostando con Qi Tianlin, Cao Wenxin y Tang Jiakai habían arriesgado sus vidas con ella, por lo que no tomaría todo el dinero. A pesar de que no estaba dispuesta a compartir equitativamente con ellos, le encantaría darles un tercio del dinero.
ᴀʟ ᴇsᴄᴜᴄʜᴀʀ ᴇsᴏ
Tanto Cao Wenxin como Tang Jiakai se sorprendieron. ¡Podrían compartir 1000 millones de yuanes y cada uno de ellos podría tener 500 millones de yuanes! ¡Eso era una fortuna! Sin embargo, lo rechazaron. -”Ningning, ganaste el dinero apostando con él y no necesitas compartir con nosotros”.
-”Exactamente, no es necesario que compartas el dinero con nosotros”.
𝘋𝘦 𝘩𝘦𝘤𝘩𝘰
También querían tener una fortuna, pero Gu Ning había ganado el dinero sola, por lo que no podían compartir su dinero y amaban el dinero, pero lo conseguirían de la manera correcta.
-”Por favor escuchame esta vez, tampoco le cuenten a sus familias lo que pasó está noche. No quiero que se preocupen”, les recordó Gu Ning.
-”Claro”, dijeron Cao Wenxin y Tang Jiakai. Incluso si Gu Ning no se lo recordara, no se lo dirían a nadie y como Gu Ning insistió en compartir el dinero con ellos, al final lo aceptaron.
-”Oh Ningning, ¿por qué no vuelves a Huafu Hills conmigo esta noche? ¡Podemos dormir juntas o puedes ir a echar un vistazo a tu villa”, dijo Cao Wenxin.
-”¡Excelente!” Gu Ning no rechazó y si tuviera un lugar donde quedarse, no se molestaría en quedarse en un hotel.
Debido a que Tang Jiakai no estaba en buenas condiciones para conducir, Gu Ning lo llevó de regreso a la casa de la familia Tang antes de ir a las colinas de Huafu.
Huafu Hills era una lujosa área de vivienda en la Ciudad B ya que no estaba lejos del centro y el precio de la vivienda también era increíblemente alto, pero no importaba cuán alto fuera el precio, no era nada para la familia Tang y la familia Cao.
La familia Cao había servido en el ejército durante generaciones, pero también estaba involucrados en los negocios y aunque no podían compararse con la familia Tang, era una familia súper rica en la ciudad B y además, Tang Yunrong poseía el 10% de las acciones de las propiedades de la familia Tang. ¡Incluso solo el 10% de las acciones valían al menos 10 mil millones de yuanes!.
La villa que Cao Ruihua y su esposa le dieron a Gu Ning estaba junto a la de Cao Wenxin y era una casa dúplex.
C͟͞u͟͞a͟͞n͟͞d͟͞o͟͞ ͟͞l͟͞l͟͞e͟͞g͟͞a͟͞r͟͞o͟͞n͟͟͞͞
Cao Wenxin guió a Gu Ning para que viera su coche nuevo, un Lamborghini negro. Incluso Gu Ning que nunca tuvo preferencia por los coches, se enamoró de ellos a primera vista.
-”¿No es genial? ¡Conduzcamos mañana! ¡Va a ser emocionante!” Cao Wenxin se rió.
-”Todavía no tengo el carnet de conducir”, dijo Gu Ning.
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Editado: 02.01.2023