Capítulo 1240: Gu Ning conoce a Gu Qinxaing

Gu Ning guardó su teléfono y siguió comiendo. Después de la cena, se levantaron y salieron juntos.

Por coincidencia Gu Ning vio a Gu Qinxiang justo cuando entraban al pasillo y había tres hombres con Qinxiang.

En el momento en que Gu Ning vio a Gu Qinxiang, Gu Qinxiang también la vio. Se sintió avergonzado y no supo qué hacer.

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Gu Qinxiang era un simple extraño, pero de alguna manera quería perdonarlo cuando vio su rostro incómodo en ese momento.

Los tres hombres también se giraron para mirar a Gu Ning, después de ver la mirada ausente de Gu Qinxiang.

Uno de ellos reconoció a Gu NIng y caminó hacia ella con una sonrisa.

-”Hola, señorita Gu, ¡qué coincidencia!”, saludó el hombre a Gu Ning con educación. -”Probablemente no me recuerde, pero nos conocimos en la fiesta de la familia Su”.

El hombre fue muy educado con Gu Ning porque estaba impresionado por su habilidad en la fiesta de la familia Su la última vez.

-”Te recuerdo, eres el director Tai”, dijo Gu Ning con una sonrisa.

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El director Tai se sintió honrado. -”Es un honor para mí que la señorita Gu no me haya olvidado”.

-”Hola, tío Tai”, le dijo Su Anta al director Tai porque eran parientes lejanos.

-”Hola Anya, me alegro de volver a verte. Perdón no te había visto”, dijo el director Tai de inmediato.

-”Está bien”. Su Anya sonrió.

-”¿Ha venido a cenar? Señorita Gu, ¿le importaría que le pagara la cuenta?”, preguntó el director Tai.

Lo hizo no para complacer a Gu Ning, sino para causarle una buena impresión y entablar una buena amistad. Gu Ning era una joven empresaria muy destacada y no quería perder la oportunidad de forjar una buena relación con ella.

-”Por favor, no”, interrumpió Su Anya. -”Ningning debe pagar la cuenta hoy, porque nos prometió invitarnos a una comida estupenda”.

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El director Tai se sorprendió.

Gu Ning sonrió y dijo: -”Muchas gracias, director Tai, pero ya pagué la cuenta”.

-”Está bien, espero que podamos volver a vernos en el futuro”, dijo el director Tai.

Como Gu Ning y Su Anya tenían un acuerdo, el director Tai no insistió.

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Gu Ning se giró para mirar a Gu Qinxiang y lo llamó con una cara fría: -”Hola, tío Qinxiang”.

El director Tai se sorprendió cuando Gu Ning llamó a Gu Qinxiang su tío.

Aunque Chu Peihan sabía que Gu Qinxiang era el tío de Gu Ning, le sorprendió que Gu Ning estuviera dispuesta a saludarlo de nuevo. Había oído hablar mucho de los asuntos familiares de Gu Ning, así que sabía que a Gu Ning no le gustaba su tío.

Gu Qinxiang estaba más sorprendido que nadie ene l salón cuando Gu Ning lo saludó por su propia voluntad.

-”Oh, hola Ningning, ha pasado un tiempo”, dijo y parecía incómodo.

Había cambiado por completo su actitud hacia Gu Ning después de pasar por tantas cosas y también se dio cuenta de que lo que le había hecho antes había sido realmente cruel. Por eso, se sentía avergonzado de verla ahora.

-”Señorita Gu, ¿el señor Gu es su tío?”, preguntó el director Tai

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Vino hoy porque Gu Qinxiang lo invitó a cenar juntos e iban a hablar sobre un proyecto de construcción. Si Gu Qinxiang fuera realmente el tío de Gu Ning, le daría una oportunidad.

-”Sí, es el hermano mayor de mi madre”, dijo Gu Ning.

-”Lo entiendo”, el director Tai asintió.

-”Director Tai, tío Qinxiang, me tengo que ir. Nos vemos otro día”, dijo Gu Ning y se fue.

-”Nos vemos”, dijeron el director Tai y Gu Qinxiang.

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El director Tai le dijo a Gu Qinxiang: -”Señor Gu, creo que podemos hablar más sobre el proyecto de construcción en el que vamos a trabajar juntos”.

Gu Qinxiang entendió que el director Tai estaba dispuesto a hacer eso debido a Gu Ning.

Era pariente cercano de Gu Ning y el director Tai quería forjar una buena relación con ella a través de él. Si no ocurría nada, conseguiría el proyecto.

Gu Qinxiang estaba emocionado y agradecido con Gu Ning. De alguna manera, presentía que Gu Ning lo saludó para informar al director Tai sobre su relación y que él pudiera beneficiarse de ella.

Era cierto que Gu Ning estaba cansada de odiarlo. Ahora tenía una familia feliz y todos sus seres queridos vivían bien, así que pensó que no sería mala idea perdonar a algunos de sus enemigos.

Gu Qinxiang ya había cambiado, así que no tenía porque seguir odiándolo. Además, su familia había recibido un fuerte castigo por sus crímenes anteriores.

-”¡Claro!”, Gu Qinxiang asintió con una amplia sonrisa y subieron juntos al ascensor.