Reservado

Capítulo 14

Ya es domingo y se acabó el dichoso campamento. No puedo negar que ha tenido momentos, dejémoslo en increíbles, pero ya tenía ganas de volver a la normalidad.

Esta mañana después de desayunar mi padre nos dejó un tiempo libre y después de comer volvimos a casa. A Sarah y a Amy las dejé en sus respectivas casas, Tony, Henry y yo volvimos al hotel.

La situación en casa de Tony vuelve a ser complicada, como de costumbre no pregunto el porqué, per sé que es así solo con mirarlo a los ojos, y es lo que nos trae a estar aquí sentados en mi cama.

  • ¿Ya estás mejor? – pregunta Tony mientras nos comemos un bote de helado de nata – Anoche te vi realmente mal.
  • Si, es solo lo de siempre Tony, no te preocupes por mí.
  • ¿Cómo que no me preocupe por ti? Eres mi mejor amiga y es prácticamente mi trabajo hacerlo. Además, sabes que puedes hablar conmigo de lo que quieras, pero ahora déjame preguntar si fue por lo que pasó en el lago con Henry, ¿o me equivoco? – pregunta con una sonrisa de lado.
  • ¿Qué pasó? – contesto haciéndome la tonta.
  • Vamos a ver Kara, que no soy idiota. Cuando fuimos a quitaros la ropa que por cierto, veros entrar fue muy divertido, no parecía exactamente que estuvieseis a disgusto con el reto – dijo con una sonrisa pícara sin parar de comer helado – Me apostaría a decir que la torpeza de Sarah con la rama consiguió cortaros el rollo, pero sino a saber qué pasa ahí.
  • Nooo… que vaaa… - digo volviendo a mi postura de no saber que está hablando – Solo estábamos hablando de lo cabrones que fuisteis en todo el juego.
  • ¿Y para eso necesitabais estar él agarrando tu espalda y tú su cuello a milímetros uno del otro?
  • Para mayor comodidad – digo exasperándolo.
  • Admítelo – demanda señalándome con la cuchara – Te gusta Henry y algo pasaba ahí.
  •  Se podría decir que es el primer chico que me llama la atención, pero de ahí a gustarme hay un trecho – señalo en la misma posición – Diría que es más atracción.
  • No querida, no es solo llamar la atención o tener un poco de atracción sin más, también cuenta la forma en que lo miras, como te pones roja cada vez que habla contigo o como se te nota en la cara que te pones nerviosa cada vez que insinúa algo que los dos sabemos que quieres que pase.
  • Yo no sé gestionar esto ¿vale? – admito volviendo al helado – Era más fácil cuando me la sudaba todo.
  • Yo solo diré una cosa por respeto a mi amigo y doy el tema por zanjado – dice con más seriedad – Pero si tus dudas y miedos son respecto a qué piensa él, olvídalo porque es absurdo. Tú déjate llevar y disfruta, que la vida son dos días.
  • ¿Qué quieres decir con eso? – pregunto totalmente perdida.
  • Te he dicho que daba el tema por zanjado – replica cogiendo el móvil para intentar pasar de mí.
  • No vale, oye – le arranco el móvil de las manos colocándolo encima de mi cabeza provocando que toda su atención regrese a mí – Es cierto que me da mucho miedo todo esto e inseguridades por un tubo, pero no entiendo cuando dices que es absurdo ¿por qué lo es?
  • Kara con lo lista que eres para unas cosas, lo tonta que puedes llegar a ser para otras – dice pasándose una mano por la cara mientras yo entrecierro los ojos con cierta molestia – Quiero decir, y por tu bien yo no te he dicho nada, que él no ve esas cosas que te empeñas en decirte a ti misma, piensa todo lo contrario de hecho. Y ya no pienso decir absolutamente más nada.

Esa última información me deja algo pensativa. ¿Quiere decir que yo también le gusto? Bueno, para ser honestos él mismo lo ha insinuado varias veces, así que no es nada absolutamente nuevo, pero que piensa lo contrario es algo que no llego a comprender. Si, soy bastante lenta en estos temas, no me juzguéis.

  • Por cierto, ¿lo aviso y vemos una peli? – me pregunta sacándome de mi hilo de pensamientos.

Yo me limito a asentir a lo que él se levanta para llamar a su puerta. En menos de un minuto, vuelven los dos juntos a mi habitación.

  • ¿Qué vamos a ver? – pregunta Henry mientras cada uno se coloca a cada lado mío en la cama.
  • Entras en territorio Tony y Kara así que… - ambos nos miramos mientras una sonrisa va apareciendo en nuestros rostros.
  • Posdata: Te quiero – decimos a la vez.
  • Suena a tostón pasteloso – ante la queja de Henry, Tony y yo giramos la cabeza lentamente y compenetrados en su dirección inmediatamente con cara de pocos amigos – ¡Joder que miedo! Parecéis la niña del exorcista.
  • ¿Cómo osas blasfemar de esa manera? – exclama Tony alterado.
  • Es una de las mejores películas que hay, no tienes gusto ninguno – esta vez soy yo la que replica apuntándolo con mi cuchara.
  • Vale no me quejo – levanta las manos en señal de rendición y después añade en susurro – Anotado, no meterme con sus películas.
  • Venga pasa de él y ponla ya – me anima Tony.

La película comienza y pasamos todo el tiempo en esa posición, con los dos sentados a cada lado y comiendo helado.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.