Respira Conmigo

Debbie y Carlos Capítulo 26-30

Capítulo 26 Capitulo Hermano

Gregory se sintió feliz cuando supo que Debbie había postulado a la Escuelade Economía y Administración. No podía contener su emoción. La idea de ir a lamisma escuela y estar en la misma clase con ella le resultaba emocionante.Durante los primeros años no habían coincidido. Afortunadamente, los dioses escucharon su súplica y le concedieron su deseo: volvieron a sercompañeros de clase.

De repente le vino un recuerdo a la mente. A pesar de ser una de las peoresestudiantes con notas terribles, para él Debbie seguía siendo la mejor. Ella podríaser mala estudiante, pero para él ella era admirable en todo lo demás sentidos.Siempre había pensado que Debbie era inalcanzable para él, y nunca habíatenido la confianza suficiente para entablar una conversación con ella. No sesentía a su altura.Incluso ahora seguía pensaba exactamente igual. Con esto, decidió mantenersu admiración en secreto hasta que se convirtiera en alguien lo suficientementeexitoso para decírselo. 

Estos eran los pensamientos que inundaban su mentemientras observaba de vez en cuando su cara dormida.Media hora más tarde, llegaron a East City Villa. Los guardias detuvieron eltaxi en la entrada y Gregory no supo qué hacer. No los dejaron pasar hasta quevieron a Debbie durmiendo en el asiento trasero.Nervioso, el chico dijo, "Debbie, despierta. ¿Por dónde debemos ir?".Acercándose a ella trató de despertarla sacudiendo sus hombros. "¿Debbie?", élcontinuó.Embriagada, Debbie no pudo pronunciar una sola palabra, ni escuchar nadade lo que él acababa de decir. Después de un largo rato, sin una sola respuesta deella, Gregory le dijo al conductor del taxi que esperara. Abriendo la puerta ysacándola del taxi, la llevó en brazos y caminó hacia la villa en la que vivía. 

Susojos vagaban continuamente, ya que estaba asombrado por lo que estaba viendo.Se hacía tarde y el cielo se iba oscureciendo. La noche complementó laextravagancia que cada villa desprendía. Estaba perfectamente claro qué tipo depersonas vivían en el área, pensó, personas que eran muy diferentes de él.Sabiendo esto, bajó la cabeza para mirar a Debbie. 'Muchas personastrabajaron muy duro durante toda su vida y no pudieron costear este tipo devillas. Sin embargo, ella vive aquí. ¿Quién es realmente?', se preguntó.Incluso cuando corrían rumores sobre ella en la escuela, él, sin embargo,nunca había creído en ninguno de ellos. Rumores como que Debbie era unaamante, o que era lesbiana. 

Él decidió no creer en ninguno de ellos. Para él, noeran más que tonterías. Nublado con estos pensamientos, no se dio cuenta de queya habían llegado a su destino.Cuando llegaron al porche de su villa, él intentó llevarla cerca de la puerta.Antes de que pudiera alcanzar el timbre, una limusina se detuvo haciendoseñales con las intermitentes.Inmediatamente, un hombre de aspecto distinguido, vestido con una camisablanca, salió del auto del asiento trasero y le lanzó una mirada fría.'¿Quién es este hombre tan arrogante?', el chico pensó, frunciendo el ceño.'¿Conoce a Debbie? ¿Cuál es su relación con ella?'.

 Más preguntas empezaron aaparecer en la cabeza de Gregory.Sin siquiera mirarlo, el hombre continuó dirigiéndose hacia la villa. Gregorylo examinó de arriba abajo, tratando de adivinar quién era. Le parecía conocido,pensó, pero su rostro no le sonaba. Esa postura intimidante le dio la sensación deque era alguien con quien no debería asociarse.Por otro lado, el hombre caminaba directamente hacia la villa. Cuando estabaa punto de entrar, Gregory gritó: "Hola, señor". Intrigado, Carlos volvió lacabeza y miró a los ojos del joven, sin pronunciar una sola palabra."Buenas noches, señor. Sé que esto puede sonar atrevido, pero ¿cuál es surelación con Debbie?", preguntó, reuniendo todo su coraje. 

Hizo la pregunta demanera muy cortés, pensando que podía ser su hermano. Poco sabía de suverdadera relación con Debbie.Los ojos de Carlos se ensancharon cuando escuchó su nombre. Fue soloentonces cuando se dio cuenta de que la chica que llevaba en sus brazos era suesposa, Debbie.Aturdido por el estado en que se encontraba, le preguntó, "¿Qué le hapasado?", mientras caminaba hacia Gregory y Debbie. 

Cuando Carlos se acercóa ellos, el chico sintió inmediatamente el aura intimidante y arrogante queemanaba de él. Era un aura que solo los hombres mayores y maduros poseían. Laforma en que caminaba parecía incluso imponente para Gregory.'Parece preocupado por ella', pensó. 'Debo tener razón. Él debe ser elhermano de Debbie'. Carlos extendió su mano para jalarla hacia él. Gregory loentendió, se la entregó sin rechistar y le dijo: "Una de nuestras compañeras declase hizo una fiesta de cumpleaños. Debe haber bebido más de la cuenta". "¿Porqué beber más de la cuenta?", dijo Carlos, tirando de Debbie hacia él. Ahora queel hombre estaba cerca, Gregory lo miró y supo que era una persona acomodada.Cuando la atrajo, un fuerte hedor llenó su nariz.

 Carlos hizo una mueca dedisgusto por el olor de Debbie y el estado tan desagradable en el que seencontraba."¿Eres su compañero de clase?", preguntó de repente en un tono profundo,frunciendo el ceño.Con educación, Gregory asintió y respondió con una sonrisa: "Sí, lo soy.Debería haberla cuidado mejor". Después de decir esto, miró alrededor y notóque la noche se hacía más oscura. "Bueno, hermano, será mejor que me vaya.Que tengas una buena noche entonces".'¿Hermano? ¿A quién se refiere? ¿A mí?', Carlos alzó una de sus cejas. Ya sinsiquiera molestarse por saber lo que Gregory quiso decir, le hizo un gesto deasentimiento y llevó a Debbie a la villa.

Tan pronto como entró, Debbie, que estaba en sus brazos, comenzó ainquietarse. Sus mejillas estaban rojo carmesí, y el aroma del alcohol le salía porlos poros. Al verla en este estado, la cara de Carlos se ensombreció llena de ira.Odiaba verla así. Quería tirarla en el sofá, pero decidió llevarla en brazos hastaarriba. Hizo el esfuerzo y la llevó a su habitación.La decoración de la habitación de Debbie era en tonos de celeste. Todos susmuebles eran de este color. Su cama redonda, tocador, armario, escritorio eincluso la sábana de su cama eran de color celeste. Lo más importante, lahabitación olía a Debbie. Lentamente, la puso en su cama y tuvo la intención dedejarla descansar.Mientras se daba la vuelta, sintió que una mano lo sujetaba.



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En el texto hay: amor juvenil, amistad

Editado: 22.07.2021

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