Retos en Cuentos

Cuento 7- Unión Infernal


Amaba todo de él, desde sus pequeños lentes que caían graciosamente en la punta de su nariz. Hasta su manías extrañas. Llevar más de un decenio juntos parecía extraño. Dado que ninguno de los dos había tenido una vida fácil. Ella desde muy niña, fue abusada por un tío. Él maltratado hasta casi morir en la infancia. 

Jamás hubiesen pensado que juntos serían perfecto. Se conocieron una tarde de junio. Él estaba en búsqueda de su presa favorita. Ella estaba sentada en el parque, sin saber que hacer con su vida. Acababa de ser despedida, por décima vez en el año. 

Lo cierto es que le costaba mucho respetar a sus superiores. Miraba a las personas en el parque compartir, reír y disfrutar. Y se preguntaba, ¿Cuando le llegaría su momento? 

Llevaba toda la vida siendo infeliz, con un vacío en su interior. Hasta esa tarde, en que su vida cambiaría para siempre. Pues no solo conocería su compañero de vida, sino también a su compañero de cacería. 

Ella siempre había sentido que le faltaba algo. Un vacío que succionaba todos sus sueños y pensamientos. Esa tarde, lo vió a lo lejos acechando. Ella se sintió atraída por él, aunque no era guapo. Un gesto en particular llamo su atención esa tarde, un pequeño tic que hacía con su mano, tocando su muslo como si fuese un pequeño tambor. 

Más tarde descubriría que ese pequeño gesto  era el preámbulo a la próxima cacería, el timbre que anunciaba la llegada de otra víctima. Desde que se juntaron, Alex le enseñó el arte de torturar, desmembrar y asesinar. 

Cazar, era su actividad predilecta. Lo que más los excitaba, les gustaba el proceso de escoger a su presa. Alex le había enseñado todo sobre el tipo de víctima perfecta. Y ella había aprendido muy bien los gustos de su maestro. 

Cuando iniciaron su relación, ella se había sentido celosa, pensando que esa mujeres eran su competencia. Pero poco a poco fue descubriendo, que ellas eran desechables y sin importancia. 

Esta tarde estaban de aniversario, ella había planificado una cena muy especial. Sin su ayuda había conseguido la presa. Esperaba que él disfrutará de su regalo. Cuando él entro en su habitación de tortura y miró su regalo, su mano hizo el gesto que ella tanto amaba. Y sin él expresar palabras supo que le agradaba tanto como a ella.

Se acercó hacia la mujer, quien estaba inconsciente. Deslizó sus dedos por la piel de su muslo. Era suave al tacto, caliente y exquisita. Lamió sus labios, mientras miraba con deseo a su esposa.

Su pequeña asistente, jamás creyó que alguna vez valorara la compañía de una mujer en su vida. Pero ella lo atrapó esa tarde, en medio de llevar a su presa al carro. 

En un inicio se asustó, creyó que gritaría y pediría ayuda. Pero en su rostro encontró curiosidad, necesidad y deseo. Esa fue su primera cita, recordaba como habían tenido el mejor sexo de la vida, encima de toda la sangre de su presa. Jamás volvieron a separarse, ellos eran la pareja perfecta, estaban hechos el uno para el otro, justo a la medida del infierno. 

Hoy en su aniversario, quería hacerle revivir esa primera vez. Y aunque ella se había adelantado al cazar su presa, le perdonaría y la haría pasar una noche muy especial, al permitirle ser ella la mano ejecutora. 

¡Que mejor manera de demostrar su amor!

 



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En el texto hay: terror, psicosis, humor amor

Editado: 29.09.2021

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