Censurado. Antes del Cap 22.

Luego de salir de casa completamente enfurecido, Lucas caminaba con rapidez hacia la carretera, pero sus pasos se vieron interrumpidos por los lamentos y suplicas de una persona la cual con notorio desespero y piedad decía.  
—Por favor no me maten, les diré quién está detrás de todo esto… pero por favor no me hagan daño.  
De inmediato Lucas corrió al lugar de donde provenían los lamentos cargados de desesperadas suplicas… al llegar observo entre los arbusto la presencia de tres hombres, dos al frente de uno y ese uno arrodillado frente a los otros dos… el cual suplicaba por su vida. Atentamente Lucas escuchó las palabras de aquellos sin hacer el menor ruido posible.  
—El jefe está enfadado contigo y tiene toda la razón. —Dijo uno de los hombres en pie.  
—Lo siento, me iban a matar, amenazaron con matar a toda mi familia y solo me quedo decirles donde estaba el dinero y toda la mercancía.  
—¿Y qué pensaste?... que el jefe te va a perdonar. Sabes muy bien que pasara contigo, lo sabes verdad.  
—Por favor no.  
Uno de los hombres camino hacia un auto que se encontraba cerca del lugar y del baúl saco un saco de herramientas… colocándolo frente a la víctima le dijo.  
—¿Dime por dónde quieres que empecemos?.  
—No, por Dios no me hagan daño.  
—Eso lo hubieras pensado desde el momento que abriste la geta, pedazo de imbécil.  
Ambos hombres tomaron la iniciativa de empezar una terrible tortura hacia aquel hombre atado de manos a pies, mientras uno lo sostenía, el otro cortaba con un alicate cada uno de los dedos de sus manos. Mientras le gritaba y le pedía una sola explicación que Lucas cargado de terror no entendía lo que sucedía, sus ojos vieron la crueldad de aquellos inhumanos matar lentamente aquel hombre que al parecer había cometido un terrible error.  
—Solo dime, quien te mando a jodernos la maldita ruta y a que la fiscalía empezara a husmear donde nada se les a perdido.  
—Ya le dije, no se quien fue… no vi su cara.  
—¡No mientas más!.  
Uno a uno de los dedos de aquel hombre fueron cayendo al piso, llenando el suave y verde césped un escenario de sangre y lamentos terroríficos. Los animales cerca del lugar huyeron por los desesperados gritos de dolor de aquel pobre hombre.  
Luego de no obtener la respuesta que aquellos dos desconocidos necesitaban, continuaron con un segundo método de tortura. Después de haberle cortado cada uno de los dedos de sus manos y propinarle una fuerte golpiza, continuaron con marcarle la piel con un hierro caliente… así continuaron hasta dejarlo inconsciente y sin obtener la respuesta que necesitaban lo mataron de un tiro entre ambas cejas.  
—Uno más por sapo y uno más que no dijo la verdad.  
Lucas quedó petrificado de miedo, las piernas le temblaban y mientras daba pequeños pasos hacia atrás para alejarse de aquella terrible escena tropezó y cayó de espalda al suelo llamando la atención de ambos asesinos… los cuales inmediatamente corrieron a atraparlo.  
—No me hagan daño, yo no vi nada, enserio yo no vi nada…  
—Valla, valla… tenemos un curioso merodeando en el lugar.  
—¿Tortura doble no cree?. —Opino uno de los hombres sarcásticamente.  
—No por favor…¡no!.  
—Quien carajos eres, habla de una vez… ¿acaso eres un enviado de este sapo que está en el suelo?.  
—No señor para nada. Yo no conozco a este hombre.  
—Seguro. Míralo muy bien.  
Le dijo uno de los hombre a Lucas mientras lo sostenía de su camisa, al no tener respuesta lo lanzo al piso justo al lado del cuerpo muerto de la víctima.  
—Tienes una sola oportunidad. Dime quien eres. —Dijo una vez más mientras le apuntaba a Lucas con un arma. Después de un rato, ambos hombres soltaron una fuerte carcajada al ver la cara de Lucas el cual hasta se orino de miedo en los pantalones.  
—Ven aquí mariquita. —Dijo uno de los hombres y lo levantó del piso.  
—Iras con nosotros, a partir de hoy trabajarás con nosotros.  
—¿Con ustedes?.  
—Así es. Ya sabes demasiado, viste lo que hicimos y no lo niegues… no podemos correr el riesgo de dejarte por ahí andando con este gran secreto que acabaste de ver.  
—Le juro que yo no vi nada.  
—No me crea tan pendejo, eso dicen todos y al final terminan con la geta llena de moscas. Te ira mejor con nosotros lo sé. El jefe matará por verte y te contratara sin duda alguna.  
En ese instante, Lucas pensó en que esa era la solución de sus problemas y su deseo oscuro por conquistar a su manera lo que quería, ahí despertó su maldad.  
—Esta bien. —Dijo.  
—Así se habla… si!.  
Entre los tres, envolvieron el cuerpo del hombre muerto y lo lanzaron al río. Luego decidieron ir a beber en un estanco por el trabajo hecho… allí, Lucas se entero de que Mariana lo había abandonado y no dudo en contarle a sus nuevos dos amigos el inicio de sus retorcidos planes. Gustavo y Erick aceptaron ayudarlo y cumplir sus deseos de acabar con todo a su paso, era su especialidad y continuar con el imperio y maldad de uno de los jefes más poderosos de los negocios ilegales que se ocultaba entre las sombras que atormentaba el país en aquella época.