Revive

14: Huida

Estaba corriendo con Helene en brazos, nos encontraron y fue culpa de nosotros, fuimos descuidados. Entre los poderes de Estruch esta la manipulación cerebral, puede controlar a quien desee con solo verle directo a los ojos, Aidan y yo dejamos pasar ese detalle y Helene ha sido el puente para encontrar nuestro escondite. Apenas Helene se desmallo el cielo se nublo por completo y la lluvia empezó a caer, ¡Rayos! Eso significa que hay inmortales cerca y humanos también, tengo que encontrar a Aidan y Yareli lo más rápido posible.

Frente a mí se acercó algo tan rápido que no pude ver que o quien era, al tratar de esquivarlo debido a la lluvia, las rocas y el lodo me hicieron tropezar, solo alcance a proteger Helene de la caída haciendo un colchón de tierra, yo fui a dar unos metros más delante de ella.

–Nos advirtieron de los hermanos, pero viéndote no eres la gran cosa– dijo el inmortal a unos metros de Helene, este era alto y delgado, sus ropas eran negras con varios cortes de cuero.

–¿Enserio, piensas que puedes alterarme? –dije poniéndome en posición para combatir, no será fácil, aunque no quiera admitirlo el tener a Helene incapacitada hará las cosas complicadas.

–Te crees mucho si crees que podrás protegerla y pelear conmigo a la vez.

–No me creo, soy mucho para ti– dije firmemente, una vena en su frente fue la muestra de su enojo, segundos después desapareció.

–Eso lo veremos– me susurro al oído antes de darme una patada.

Es rápido, no puedo ver donde aparece, tengo que acostumbrarme a sus movimientos, respiré profundo y me decidí a paralo. Tire una pared de tierra hacia él, pero volvió a desaparecer.

–Muy tar... –no termino ya que esta vez choco con una de mis paredes de tierra, apareció justo a mi derecha.

–No deberías subestimarme– dije antes de lanzar una patada a su rostro, la cual esquivo.

–No eres nada sin tus poderes, ¿Acaso no puedes pelear sin ellos? – dijo retándome.

–No tengo nada que demostrarte– dije.

–No soy el único aquí, deberías tener cuidado– dijo

De inmediato miré a Helene, tras de los arbustos pude ver unos ojos brillantes apunto de saltar a ella, lo más rápido que pude moví el colchón de tierra con ella hacia el otro lado, frente de mí de nuevo estaba el inmortal y me mando a volar de un golpe.

–¡No te desconcentres, tu pelea es conmigo! –hablo mientras que de sus manos hizo crecer sus garras.

Me empezaba a enojar, pero no podía distraerme, no sé cuántos habrá por el lugar, tengo que pelear mientras tengo en movimiento a Helene. Tras el golpe, fui a dar a un árbol y agarre un pedazo de él, el más filoso que logre obtener.

De nuevo moví a Helene mientras corrí hacia él, ahora la pelea empezaría enserio.

Intento golpearme, pero ya me había acostumbrado a sus movimientos, me gusta estudiar a mis oponentes antes de pelear, se movió rápidamente otra vez, pero de nuevo alcance a ver dónde aparecería, mientras a Helene la movía de un lado a otro, el hombre apareció frente mío, pero cree una pared tras de el que lo arrastro a mí y sin escapatoria, sus garras se clavaron en mi brazo sacándome una mueca, retrocedí, esto se había acabado.

–¿Cómo es posible? – dijo antes de escupir un líquido negro y mirar el trozo de madera atravesando su pecho, solté la pared y cayó al suelo.

Mire mi herida, no era nada grave, pero tendría que desinfectarla, arranque un pedazo de tela del inmortal y vende mi herida lo mejor que pude. Agarre nuevamente a Helene, habían más como el cerca, pero no tenía tiempo de luchar con mas, debo encontrar a los chicos, la última vez que los vi estaban en el rio, deberían estar cerca de ahí.

La lluvia hacia más difícil todo, estaba resbaloso y hacía que mi vista se dificultara, varias veces corriendo casi caí. Por general soy más cuidadoso, pero desde que me hirieron mi cuerpo se siente extraño, el lugar lo conozco a la perfección, llevamos varios años entrenando aquí, eso me ayudaba a esquivar a quienes venían por nosotros, estaba en lo correcto hay mortales e inmortales, pude derribar a varios hombres fácilmente, pero si me encuentro con otro inmortal no creo poder pelar con Helene en brazos.

Frente a mi tenia a uno de los árboles más grandes del lugar y me sorprendió ver cuando este caía hacia mí, corrí lo más rápido, pero aun así algunas de las ramas chocaron conmigo y Helene, ¿Qué pudo hacerlo caer?

Tenía varias ramas quemadas, Aidan está cerca, mis ojos lo empezaron a buscar por el lugar hasta que vi el resplandor de sus llamas, me acerqué a ellas y ahí estaba el golpeando a dos de ellos, pero y ¿Yareli?

Algo agarro mis ropas y me hizo retroceder con fuerza, me espanté y estuve a punto de golpear a quien lo hizo.

–Espera, soy yo –dijo Yareli.

–¿Qué paso con Helene? –pregunto Aidan acercándose por detrás de Yareli.

–Aún no lo sé, creo que Estruch entro a su mente, antes de perder el conocimiento dijo, es el.

–Tendremos que esperar a que despierte, si el Conde estuvo en su mente ella lo sabrá– respondió Aidan.

–¿Tu no estabas peleando allá? –se sorprendió ella.

– Es una ilusión, si nos ven peleando ahí no nos buscaran en otra parte– dijo mi hermano.

–Pero cuando se acerquen se darán cuenta– dijo ella.

– la ilusión cuenta con su agilidad y poder es como una copia, los aleja con el mismo elemento de Aidan solo si tienen la capacidad suficiente para atravesar el fuego podrán darse cuenta.

–Oh entiendo, es muy útil– miro mi brazo– ¿Estas herido?

–No te preocupes fue un rasguño, estaré bien– Apenas termine la oración una de mis rodillas cedió y casi caigo por completo, alce la mirada, estaba mareado. Aidan separo de mi a Helene y Yareli abrió el vendaje rápido que hice.

–Creo que está infectado– dijo y Aidan se acercó a ver la herida.

–No, te envenenaron ¿Cómo dejaste que lo hicieran?



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En el texto hay: edad media, vampiro, reencarnacion magia romance fantasia

Editado: 29.08.2022

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