Cerrar los ojos se ha convertido en un reto.
Mi mente no deja de proyectarme tu rostro en mitad de la noche.
Mirar a la luna se ha vuelto en una señal de te quiero, de no te olvido, de ojalá vuelvas.
Tu lugar favorito se ha vuelto lugar escocido.
Lo nuestro, en lo que ahora no quiero pisar.
Podrá ser que ahora bailes entre angelitos, pero tus huellas aún brotan como espuma de mar.
Han pasado doce meses y se que ni ahora ni nunca te podré olvidar
Tan solo miro al cielo y prometo mil veces no llorar más.