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Braves mädchen

Kale

—Estoy entre la oscuridad, me puedes ver, pero jamás tocar.

No intentes correr, no llegaras, ni, aunque saltes con la mayor fuerza lograras entrar.

Si escuchas mi voz lo sabrás, estas en el infierno y allí te vas a quedar.

Busca la salida antes de forcejear, nunca cierres los ojos sin antes rezar.

Porque de la noche vengo y en la noche me voy a quedar.

Aún recuerdo esos poemas que solía leernos papá. Casi nunca prestaba atención solo me gustaba escuchar las palabras más tenebrosas. La de analizar era Rhea, le pedía repitiera más de cinco veces para poder descifrar el mensaje oculto. Un sigo con la duda de si había uno.

Ella es la inteligente, yo soy el impulsivo. Ella se encarga de manejar a los títeres y yo hago el trabajo sucio, somos un buen equipo. Disfuncional e inestable pero buen equipo.

Me gusta el papel que tengo en todo esto, sé que puedo controlar todo... nada se me saldrá de las manos, todo está fríamente calculado, la mente de Rhea nunca falla.

Se supone que esta parte del plan todo termina, pero no pienso acabar sin antes entretenerme un poco. Porque el que la chica de ojos raros estuviera aquí, precisamente hoy no fue una casualidad, lo puedo asegurar. Ella debía llegar después, pero me encanta jugar, y ella es la próxima ficha que moveré en mi tablero de ajedrez.

Puedo sentir la ira y frustración de mi hermana en este momento, pero no todo será como ella planea, yo también quiero divertirme.

Sahir

Me estoy cagando en los pantalones ahora mismo, no sé qué rayos hacia Axa en este lugar, no entiendo como llego. Esto se está saliendo de control.

La vi retorcerse en el piso, moviéndose de un lado a otro, murmuraba cosas sin sentido mientras intentaba levantarse, aun no entiendo como logro dejarla en ese estado solo con un simple toque en el cuello.

Llevo más de dos horas aquí, esperando a que reaccione, ya lo ha hecho una vez, pero no estaba lista para despertar, según menciono el genio. Pero ahora si lo estará. Por su parte Kale está escribiendo algo en esa libreta como siempre lo hace mientras escucha algo de música, se mueve de un lado a otro observando el trabajo que ya debió de haber estado terminado.

Ese otro de mis problemas; la puta máquina.

De la nada Axa logra ponerse de rodilla nuevamente. Esta vez mucho mejor que la anterior. Sus ojos de diferente color escanean con desconcierto el lugar mientras frunce el ceño, hace un intento por levantarse, pero de la nada Kale la toma del hombro y la obliga a quedarse de en ña misma posición.

NI siquiera note cunado se acercó.

Me pongo de pie rápidamente por la impresión e intento llegar a su lado, pero solo basto que el chico me diera una mirada que amenazaba con dejarme peor que muerto para que volviera a sentarme.

Vi como coloco sus manos a cada lado de su cabeza, sus dedos tocaron las sienes de la chica, repitió unas palabras que no entendí porque el idioma que utilizo era desconocido para mí. Movió sus dedos sobre ese punto y de la nada sucedió...

Axa volvió a caer en la madera, pero esta vez hizo algo diferente a la última vez:

Convulsiono.

De forma exagerada.

No supe que hacer, solo me quedé allí quieto mientras se retorcía. Pude notar como su cuerpo se movía de manera macabra, golpeaba su cabeza con desesperación contra el suelo. Soltaba quejidos, y decía cosas en el mismo idioma que lo había hecho Kale.

Sus ojos estaban completamente blancos, mordía su boca con fuerza, enterraba sus uñas en la piel de su cara.

Pensé que no se detendría, me asuste cuando note la espuma blanca asomarse por su boca. Tuve el impulso de levantarme, pero mi cuerpo no reaccionaba, como si estuviera pegado a la silla. Intente mover mi boca, pero ni siquiera podía articular siquiera una palabra.

Me espante.

Con toda la fuerza que tenía me impulse hacia adelante, pero ni aun así logre ponerme de pie.

¿Qué demonios me sucede?

Quédate quieto.

Su voz, su peligrosa y burlona voz llego a mi cabeza. Lo busqué automáticamente hasta que di con él. Estaba en medio de la oscuridad, la poca luz que le daba reflejaba la sonrisa perversa que tenía en la cara, como si le divirtiera ver a Axa en esa condición.

Sus ojos estaban fijos en ella, su postura era firme y a la vez relajada. Ya no llevaba los audífonos y su cabeza estaba completamente seco y más desordenado que antes.

Daba miedo, demasiado miedo.

Note su brazo extenderse y chasquear los dedos, el sonido retumbo por todos lados. Al mismo tiempo que realizo esta acción la chica se detuvo. Mágicamente, como si el la estuviera controlando.

—Braves mädchen.

Manejaba a la perfección el alemán, y como no si era su idioma natal.

Mi cerebro no procesaba lo que había visto.

Y como si no fuera suficiente, una ola de brisa fresca me golpeo la cara y empujo hacia atrás. No entendí nada. Pero después de eso miles de imágenes inexplicables llegaron a mí a la velocidad de la luz.

Vi sangre, mucha sangre. Una niña de vestido blanco con aruñones y cortaduras en cada centímetro de su cuerpo, llevaba una daga negra en la mano. Su cara reflejaba terror. Como si quisiera huir.

Gritos, muchos gritos me invadieron. Luego de eso el escenario cambio, me encontraba en medio de un caos total, había fuego por todos los sitios. Era un pueblo antiguo, lleno de personas con armas de todo tipo, repetían una y otra vez la misma frase "muerte a la reina "

Escuche un crujido detrás de mí y cuando voltee estaba en una oscuridad total. Una mujer de cabellos rojizos paso por mi lado, llevaba una vela en mano que se apagaría en cualquier momento. En cámara lenta pude ver su cuello, tenía una marca detrás de él. Demasiado rara, por alguna razón la conocía, sentí que había visto esa marca antes.