Rhea [editando]

6

Como llevo tiempo sin actualizar (dos meses y dos días, para ser exacta) les resumiré un poco el capítulo anterior:

Axa se encuentra en la extraña visión algo parecida a la de Sahir, cuando unas palabras junto con una voz extrañan la despierta, ahora ella se encuentra en una celda junto con su compañero, luego de eso son llevados a una habitación que es peligrosa para ellos, los encadenan y los obligan a estar inmóviles, después de un rato de estar ahí aparece (el papacito) Kale y... hasta allí nos quedamos.

 

Bienvenida al infierno.

Acaba de salir de la escuela, estaba muy emocionada por la llegada de mi tío al país, aun no sabía cómo era su rostro, pero estaba segura de que lo conocida de toda la vida.

Mi maestra me dejo mucha tarea el día de hoy, espero pueda hacerla antes de mediodía, para poder jugar más. Mi padre no ha llegado a recogerme, ya pasaron más de dos horas y él no llega, estoy empezando a desespérame.

Mi mamá dice que no puedo salir sola, la calle es muy peligrosa y puede sucederme algo malo. Desde hace unos minutos estoy pensado en irme, mi casa no está muy lejos, pero no quiero preocupar a mamá, esperare un poco más...

Axa

Escuchar mi nombre saliendo de su boca me causo nauseas, pero hizo que mis piernas temblaran, no de una forma buena, sino de una forma indecente. No entiendo porque provoca eso en mí.

Había tensión en el lugar, nada buena de hecho. De esa que llega cuando sientes que es tu final, junto con ese mal presentimiento que no desaparece, sino que crece cada vez más. Me sentí asustada, pero si de algo estaba segura es que ni estando a punto de morir bajaría la cabeza.

Para eso se me entreno, para estar firme ante cualquier adversidad, para no perder la calma ni el control. Para saber calcular mis movimientos sin ser impulsiva. No me pondré a llorar ni rogare por mi vida, luchare por ella tal como he aprendido.

—¿Que hago aquí? —hablé más fuerte y exigente de lo que pensé.

Me enfureció un poco ver como la sonrisa persistirá en sui boca —Si no lo sabes tú porque debería de saberlo yo —dijo.

No pude evitar fruncí el ceño con molestia —Al grano.

Su sonrisa se ensancho mostrando su dentadura perfecta —Tranquilízate, no quieras apresurar el tiempo. Eso no se hace Axa, no cuando lo que sigue es feo —se detuvo un momento dándole suspenso a la situación.

Trague grueso.

—Podríamos hacer muchas casas cosas buenas antes de la parte divertida —no pude evitar imaginar a qué tipo de cosas se refería. Me culpe por eso.

—No suelo ser paciente —dije con sinceridad, observando todo el lugar menos a él.

De la nada se acomodó en la silla inclinándose hacia atrás y levantando ligeramente las caderas con las piernas abiertas mientras apoya los brazos en la silla y me miró fijamente, su mirada me penetro de una manera rara, me hizo sentir nerviosa, todo mi cuerpo reacciono ante la vista tan atractiva que tenía en frente.

Atractivamente peligrosa.

Por un momento me imagine cosas que no debe, moví la cabeza borrando cada insinuación estúpida que imagine.

Ya no estaba sonriendo, tenía seriedad en el rostro, pero sus ojos en dejaban de estar llenos de burla.

—Es una lástima, porque a mí me encanta hacer todo lento —el doble sentido en sus palabras me puso aún más nerviosa, gire los ojos intentando mostrarme desinteresada, pero admito que lo que dijo me dejo pensando un rato.

—A veces es mejor darse prisa y no confiarse —solté lo primero que se me vino a la mente. Me distraje un momento con el cabello negro que le caía por el rostro, se mezclaba con la macara que llevaba puesta.

No entiendo porque lleva eso. Todavía no he podido ver su rostro como en realidad es. La última vez que estuve con él solo pude ver sus ojos, por eso supe quién era, porque sus malditos ojos y su jodida voz no la puede tener nadie más.

Me da curiosidad saber que hay detrás e esa mascara.

Ver la forma en la que sus labios rosados se estiran al sonreír me parece sensual y adictivo.

—No es confianza, es seguridad. Es saber que todo está controlado y poder llevar cada movimiento a tu tiempo, sin desesperarte —no entendí el punto de la plática, pero le seguí el juego:

—¿Seguridad? Nadie puede estar seguro de nadie, ni de sí mismo, estamos en un mundo en donde incluso tu sombra se esconde en la oscuridad dejándote completamente solo. Nada nunca está controlado, siempre hay un percance, por eso es mejor darse prisa.

Note como alzo una ceja por debajo de la máscara. Se enderezo, y acerco su rostro al mío, sentí su respiración en mis labios, tenerlo tan cerca me agrieto la seguridad.

—Ya olvidé de que tema estamos hablando ¿Por qué te tomas todo relevante? —con eso se puso de pie. Chasqueo los dedos, de pronto los guardias comenzaron a salir de la habitación junto con Sahir, yo llevaban a rastras.

La mujer de cabello blanco se acercó a Kale y le susurro algo al oído antes de irse. Mire con preocupación a mi compañero, espero que no le hagan daño—al menos no mucho—por su bien. Aunque Sahir sea un idiota que siempre he detestado no le deseo ningún mal.

La altura del chico frente a mí era demasiada ante mis ojos. Me veía diminuta ante él.

La luz del lugar tomo un aspecto más macabro, comenzó a fallar sin razón alguna. Como en esas películas de terror, antiguas. El sonido de algo trabajando me alerto.

Kale le dio vuelta a la silla y esta vez se sentó mucho más cerca de mí, debido a que presiono un botón debajo de la mesa y esta se encogió. Pude sentir su calor corporal desde aqui.

Alzo la mano abriendo una gaveta a su lado. Abrí los ojos tanto con pude cuando noté los objetos filosos que había en ella. Paso los dedos por cada uno antes de tomar un cuchillo pequeño, la hoja de metal era totalmente afilada.



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En el texto hay: ficcion, rheademons, supensoymisterio

Editado: 09.11.2022

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