Extra 1

Los extras se actualizaran sin orden previsto.

Un extra—importante— porque ya llevo mucho tiempo sin actualizar jeje. Se viene maratón 3/3

⛓La Elite⛓

El claxon de un auto resonó muy cerca de mí, grite al verlo aproximarse, mi corazón latió con mucha rapidez, no pude apartarme me quede muy quieta, mis ojos se llenaron de lágrimas de forma rápida, el miedo me lleno los pulmones, grite muy alto, queriendo que el auto se detuviera, pero no fue así.

Ni siquiera me di cuenta cuando me arroyo por completo, el impacto fue demasiado fuerte, lo único en lo que pensé mientras mis ojos se cerraban y el dolor me adormecía el cuerpo fue en que todavía quería ver a mi tío...

El otro lado

Dos

Mierda.

Lance todo lo que había en mi escritorio con fuerza haciendo rodar hasta mi computador incluso, golpee varias veces los puños contra la madera, mordí mi labio superior para evitar soltar un grito de cólera.

—¡Son unos imbéciles! ¡Todos! —solté levantándome de golpe, la ira invadió mi ser, me cegó.

Todo estaba perfectamente planeado, todo estaba controlado y estos idiotas acaban de mandar tres años de plan a la mierda ¡Ah! Ni siquiera sé que le diré a mi padre ahora.

Tome una pequeña navaja que estaba en mi bolsillo, rodee el escritorio y señale a el idiota de número tres con ella —Esto es tu culpa —dije lentamente acusándolo en cada palabra.

Apreté con fuerza mis dientes conteniendo las ganas de córtale el maldito rostro. La sonrisa burlona aun seguía en él, él estaba disfrutando esto. Él amaba ver como todo se me salía de las manos, como lo detesto.

—¿Mi culpa? A mí no se me sale un plan de tres años en una follada de cinco minutos —escupió encarándome.

Joder.

No puede ser posible.

Fruncí el ceño ¿Que acaba de decir?

Número seis se acercó, intento tomarme de los hombros, pero retrocedí —Él lo hizo dos, él era el único que sabía, aparte de nosotros

—No, no, no —negué retrocediendo. Intente mentirme y hacerme creer que él no sería capaz de eso, pero algo dentro de mi sabía que eso no era verdad.

Solo él pudo habernos traicionado, me sentí como una tonta por tener sentimientos encontrados hacia un maldito traidor, solo me utilizo para poder salirse con la suya, aunque...

—No tiene sentido —hablo por primera vez cuatro, salió por fin de la oscuridad dejando a la vista su pálido cuerpo y su gran melena roja, demasiado inusual para mí, sigo pensando que ella esconde algo. A pesar de que mi padre haya confiado en ella para colocarla dentro de la Elite, sigo pensando que ella no es de fiar.

Continúo hablando, la ignore hasta que llego a la parte importante —Es él el principal, es número uno, el que controla todo, el más fuerte, el más inteligente, es más importante... —tres la interrumpió.

—Y también es el inestable, el loco, el que no sabe seguir las reglas, el esquizofrénico —lo último lo dijo con una pizca de burla mientras me observaba. Lo hizo a propósito, sabe que la historia detrás de ese apodo nos incluye a cinco y a mí, sobre todo a mí.

—Sí, lo que sea —continuo la pelirroja —Pero es uno, no tiene mucho sentido ¿Por qué lo haría?

Cinco se retiró la máscara con cuidado antes de empezar a hablar, la heterocroma fue lo único que me llamo la atención desde que lo conocí, sus ojos son extraños, no solo por el color, si o porque si los observas demasiado tiempo se vuelven algo tenebrosos, como si hubieran pasado por muchas cosas malas de las que fueron testigo, o cómplices tal vez.

—Porque lo excluimos, porque no lo tomamos en serio y es el líder, bla, bla, bla, ¡O solo porque tal vez no está aquí! ¡Por Dios abran los ojos! Él es el único que falta —señalo al rededor y tenía razón, solo éramos nueve en la sala.

Siete dejo de acariciar a su gato por segunda vez en toda la maldita reunión y dijo algo que está compuesto por más de dos palabras, agradecí cuando ninguna de ellas fue "Cállense"

—¿Y que ganaría con echar todo por la borda?

—Atención —se adelantó nueve —Eso quiere, atención.

—Sería una rara manera de conseguirla entonces —dijo ocho al otro lado de la habitación.

—Mierda —balbucee dejándome caer en el sillón de cuero café.

Tengo la cabeza hecha un lio y todavía me queda mucho por pensar.

Después de uno minutos volví a mi habitación, no recuerdo exactamente cuando llegue, ya que lo único que llevo en mi cabeza es a esa maldita persona.

Su recuerdo me invadió, esa noche, la luna, el fuego, todo, todo llego a mí en cuestión de segundos. El juramente que hicimos ese día se repitió una y otra vez, la sangre cayendo de la palma de mi mano, por inercia observe la cicatriz que había en esa zona.

Recuerdo cada maldito detalle, han pasado once años desde entonces. Desde que crucé el otro lado, desde que conocí a...

Alguien toco la puerta de mi habitación ni siquiera tuve tiempo de decir "pase" cuando mi padre ya estaba dentro, su figura imponente me obligo a enderezarme y observar directamente a sus ojos.

Tengo que mantenerme firme.

—¿Has follado con él? —mascullo lentamente.

Asentí sin dudarlo, sabía que tarde o temprano iba a enterarse.

Sonrió, su sonrisa era torcida —¿Tienes idea lo que causaste? ¿Sabes que pasara cuando Nick Demons se entere de que hemos metido a un infiltrado? ¡Responde! —me empujo, caí sobre el colchón de mi cama.

—Si padre, lo sé.

—No, no estas ni cerca de saberlo lo que esa familia es capaz de hacer si se entera de que rompimos el acuerdo.

No supe que decir, la verdad no tengo ni idea de lo que ellos son capaces, pero fui testigo de un poco de su poder y no fue nada agradable.