Richard Brown

08. TÚ

Después de la llegada de, Samanta, a la vida de Nick, yo casi he dejado de existir para él, ¿recuerdan el hecho de que me besa cada vez que está borracho? Pues, ya no lo hace más y por alguna razón, lo extraño, extraño con locura sentir sus labios sobre los míos; extraño pasar tiempo con él; extraño todo lo que éramos antes de la llegada de esta chica. Ahora, siento que no soy diferente del resto.

Toda esta situación me está lastimando de una manera que no puedo explicar. He estado buscando los motivos por los que me siento así y finalmente llegué a la conclusión de que tal vez me gusta, Nick, de una manera diferente a la de un amigo; no puedo encontrar otra razón lógica.

En el clan, ya se descubrió la identidad del soplón, resultó ser Jacobo, uno de los hombres de confianza del jefe y uno de los que fue por mí tras el asesinato de mis padres. Este fue descubierto por Black, el otro hombre de confianza del jefe. Supongo que todo estará más tranquilo por aquí.

***

Estoy sentado en el parque que posee el edificio del que formamos parte, solo, como siempre estoy últimamente; me pierdo tanto en mis pensamientos que no me percato de que Steven llegó y se sentó a mi lado.

Me asusto al verlo.

—¿Estás bien? —me pregunta el chico que está junto a mí.

—Sí —digo sin más.

—Pues no lo pareces, te ves pálido.

—Estoy bien, en serio —le aseguro.

—Ok, ok, te creeré por esta vez —sonríe—. ¿Tienes planes para hoy en la noche?

—No.

Siento que estoy siendo muy cortante con mis respuestas, pero sinceramente no estoy teniendo muchas ganas de hablar últimamente.

—Genial, entonces podríamos ir a ese club que me llevaste el otro día—pronuncia con entusiasmo.

—Seguro —replico.

Tal vez sea buena idea salir y despejar un poco la mente.

Después de aceptar mis sentimientos hacia, Nick, siento que todo se ha vuelto más difícil, de repente no sé cómo actuar con él, vivo paranoico, pensando en que me preguntará algo al respecto o que se dará cuenta de alguna manera y nuestra amistad se irá por la borda.

Ahora, de cierta forma, me alegra que no esté tan cerca de mí, me facilitará las cosas.

***

Llego al club con Steven y a lo lejos puedo distinguir una figura muy familiar, ¿dónde la he visto antes? Está de espaldas, así que eso me dificulta más el poder identificarla. En un momento mueve su rostro y puedo apreciar su perfil, es Samanta, la chica de mi amigo, siento una sensación de confusión porque está hablando con, Black, como si fueran viejos amigos, Nick nunca mencionó nada al respecto, según él, ella ni siquiera sabe a ciencia cierta lo que hacemos, entonces, ¿de dónde se conocen estos dos? O ¿cuál es su relación?

—¿La conoces? —me pregunta Steven al verme observándola.

—Hmm…, sí, creo que es, Samanta, la novia de, Nick

—Oh, no sabía que, Nick, tenía novia.

De hecho no sé si lo sean, Nick, no me lo ha dicho directamente, pero últimamente casi siempre están juntos, así que, supongo que están en una relación.

Lo pienso y siento un caliente en mi estómago.

«Mierda».

Samanta se voltea y me saluda con su brazo, claramente me reconoció, porque inmediatamente deja a Black y comienza a caminar hacia donde estoy con Steven.

—¡Richard! Hola —dice al llegar a mi lado y rozar su mejilla con la mía.

Que rápido toma confianza, la primera vez me dio la mano, pero ya hoy rozó su mejilla con la mía. Parece agradable, pero no sé por qué siento que me cae tan pesado.

—¿Y este quién es? —quiere saber al ver a Steven.

—Steven, amigo y vecino —se apresura a responder mi compañero.

—Un gusto, Steven —le responde ella con una sonrisa, como siempre.

Me pregunto si no se cansa de andar con una sonrisa todo el tiempo, lo peor es que no es una sonrisa genuina.

—No sabía que conocías a, Black —comento.

—¿Quién es, Black? —duda ella.

—La persona con la estabas hablando —expreso confundido.

—Aaaah, ese, ¿así se llama? Es la primera vez que lo veo.

Es raro, ellos no parecían ser dos personas que acaban de conocerse, por el contrario, era como si fueran viejos amigos, pero tampoco veo motivos para darle importancia a eso.

—Entiendo.

—Me gustaría que nos encontráramos un día, para hablar y conocernos mejor —me dice.

—Claro, ¿por qué no? —es mi respuesta.

—Excelente.

—¿Me esperan aquí? Tengo que ir al baño un momento —comunico.

Claro que no tengo ganas de ir al baño, es solo una excusa para dejar de verle la cara a esta chica, su presencia activa mi hormona de la irritación, su voz, sus gestos, todo, me molesta; incluso su respiración me incomoda.



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En el texto hay: #mafia, #romancegay, #boyslove

Editado: 22.04.2024

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