Capítulo 5.

Estacioné sobre la calle Pavón, bajé la ventanilla a pesar del aire fresco y encendí un cigarrillo. Observé los árboles de la Plaza Garay con atención. Los arcanos creían que los sauces eran árboles protectores, que usaban sus largas ramas para ocultarlos. Pero los arcanos ya no existían, habían sido perseguidos y extinguidos durante la guerra. Antonia, por otra parte, según su madre, encontraba consuelo al esconderse dentro de uno en el pueblo donde creció. La foto que había encontrado las retrataba a ambas frente a su preferido.

En un principio había creído que volvería a Entre Rios, pero lo más probable era que, sin dinero y asustada, fanática de la magia, la muchacha buscara protección elemental. En el peor de los casos, si estaba equivocado, solo habría perdido un par de horas fumando un cigarrillo mirando una plaza.

Pasaron un par de horas, estaba por prender el segundo cigarrillo cuando una sombra se deslizó en las penumbras que comenzaban a prevalecer por el anochecer. Era una muchacha de contextura pequeña, así que, con todas la probabilidades a mi favor, descendí del vehículo y me apuré a su encuentro.

Al verme aproximarme, la muchacha se detuvo, dio media vuelta y echó a correr. En mi defensa, había pasado largas horas sentado en el auto fumando, no estaba en mi mejor estado, sin embargo logré darle alcance cuando llegó a la calle Solís.

-¡Antonia! Me manda tu madre -dije entre gemidos, intentando recuperar el aire.

-Déjeme. No me va a llevar. Déjeme en paz -repetía la joven asustada mientras forcejeaba para soltarse.

-No voy a llevarte a ningún lado, solamente quiero hablar con vos. Por favor, tranquilizate.

-¿Quién es usted? -preguntó escudriñándome impetuosamente

-Soy detective privado, me contrató tu madre para encontrarte.

-¿Dónde está ella?¿Se encuentra bien?

Medité un segundo mi respuesta. No estaba seguro si compartir mis conjeturas o simplemente decirle los hechos. Decidí no hacer ninguna de las dos cosas, por el momento.

-¿Cuanto hace que no comes? Te invito un plato de sopa.